Pequeño Ángel

Entrenando al angel

La fiesta fue totalmente incómoda para Jimin, no sabía porque pero había algo en el ambiente que no le gustaba demasiado.
Cuando Yoongi se reunió con un grupo de hombres en una oficina alejada del gran salón, Jungkook y Namjoon no lo dejaron solo en  ningún momento como si necesitaran cuidarlo por demás.

Una elegante mujer se acercó al chico, lo miró como si fuera una mosca dentro de la leche.
Jimin se sintió cohibido pero no agachó la cabeza en ningún momento. Si estaba con Yoongi tenía que ser suficiente para él, ser su par, no un pobre tonto pueblerino.

-¿Asi que tu eres el juguete de Min?- preguntó con desdén la mujer.

Dos mujeres ataviadas en unos vestidos más caros que su propia casa se unieron a la conversación.

-¿Acaso usted es un juguete?- contestó retóricamente.

-Al parecer el muñequito tiene aires de grandeza, pero sabes, pronto se te va a acabar, Min suele traer todo el tiempo sus conquistas y ninguno dura más que una fiesta- respondió irónica.

-Entiendo, seguro usted es una de esas arrastradas que busca meterse en la cama de mi novio, Yoon me advirtió de eso. Lo lamento por ti sabes, debe ser horrible conformarse con otro tipo por no tener el que realmente quieres. Por suerte a mi no me pasa- dijo con sarcasmo y se alejó junto con sus guardaespaldas.
Nam y Kook no pudieron contener sus risas, al parecer el chico tenía garras.

La mujer lo miró totalmente cabreada, estaba decidida a seguirlo y decirle un par de cosas, pero los hombres saliendo del despacho la hicieron detenerse.

Yoongi tomó a Jimin de la cintura, hizo un ademán a sus subordinados y caminaron hacia la salida.

El tipo que los había recibido entonces habló.
-No olvides las tradiciones Yoongi, somos hombres de palabra y tarde o temprano sucederá, sabes que es asi- la voz intensa hizo a Jimin crsiparse de los nervios.

-No juegues con mi paciencia, sabes que suelo perderla muy rápido- respondió sin voltear y sin soltar a Jimin.

La semana transcurrió lenta y tranquila, Jimin ya estaba instalado y poco a poco se estaba acostumbrando a vivir en aquella gigantesca casa.

-Angel- habló Yoongi llamando la atención de su novio quien leía tranquilamente

-¿Si?- indagó

-Esta noche vendrán algunos de mis socios, debemos hacer algunos acuerdos de negocios, ¿puedo pedirte algo?-

-Claro amor, lo que quieras, pero ¿estás bien?- su preocupación fue palpable al ver el semblante serio de su amado.

-Estoy bien, es solo el trabajo, nada importante. Solo quiero pedirte que mientras haya gente en casa te quedes en los pisos superiores, Jungkook te hará compañía y oigas lo que oigas no te separes de él ni bajes, ¿puede ser?- dijo mirándolo seriamente.

-Me estás asustando, dime la verdad. Una vez dijiste que siempre me  dirías la verdad aunque esta fuera dura o asustara, así que por favor habla, sé sincero conmigo-

-Te prometo que te contaré absolutamente todo, luego serás dueño de tomar la decisión que quieras, solo te pido que esperes a que pase la reunión de esta noche- explicó con algo de pena.

-Yoon, confío en ti plenamente, sé que me cuidarás y que me amas, solo no quiero ser una carga para ti, y mucho menos que tomes alguna decisión que te perjudique por mi, por favor amor, sea lo que sea confía en mi, no soy tan débil como parezco y voy a seguir a tu lado sea como sea- habló mientras tomaba las mejillas de su novio con ambas manos y lo miraba intensamente tratando de hacerle entender que nada lo separaría de su lado.