Un angel enamorado

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Se levantó temprano estirando su cuerpo. Su adorado novio descansaba tranquilo apresando su cintura, sonrió y le dio un tierno beso para luego ir a ducharse.
Cuando salió del baño su hombre lo miraba con fuego en su mirada.

-¿Sabes cuánto me gusta ver tu cuerpo húmedo y desnudo?- jadeo al verlo de esa manera.

Jimin caminó hasta la cama, se quitó la toalla que tapaba su intimidad y se subió a horcajadas sobre el miembro duro de su amado.
-¿Sabes como me gusta gustarte?- exclamó mientras rozaba sin pudor su culo desnudo sobre el otro

Sin esperar más Yoongi entró en él, con la prisa de un hombre lujurioso y necesitado.
Comenzó a embestirlo ayudando a sus movimientos con sus manos apresadas a su cintura. Jimin gemía lleno de placer al ser brutalmente empujado hacia el pene ardiente y goteante de su novio.

-Agh si papi, así, oh-

Los gemidos y jadeos inundaban la habitación haciendo que Yoongi sintiera una necesidad inexplicable de darle todo su ser a su pequeño. Nada importaba, solo ese angel que se contorsionaba sobre él exigiendo más.
Sin dejar de penetrarlo lo acostó sobre la cama, acomodando su cuerpo entre las piernas abiertas del más joven.
Jimin se movía sin pausa recibiendo todo de su amante.
Ambos jadeaban sin control mientras el tiempo parecía detenerse. Se besaron desesperadamente como si necesitaran explicar sin palabras cuánto se amaban y cuanto se necesitaban. Jimin enredó sus piernas a la cintura del otro, arqueando su espalda y haciéndose paso para recibirlo plenamente. Yoongi gruñia al sentir el calor recorrer su cuerpo deseoso.
Su angel lo llevaba hasta el cielo y lo traía a la tierra nuevamente en un viaje sin reparos y él no podía dejar de sentirse pleno al estar dentro del otro.
El sonido gutural de Jimin al momento de liberar su éxtasis lo encendió aún más embistiendolo mas y más hasta alcanzar su propia liberación.

-Te amo tanto mi pequeño angel- jadeo en sus labios, mientras su lengua se colaba ansiosa en la boca ajena.

-Te amo papi, siempre- gimió al sentir como lentamente el pene de su hombre salía de él.

-Deberiamos pasar el día en la cama- exclamó Yoongi mirándolo con un brillo extraño en sus ojos.

Jimin sonrió ante las palabras deseosas de su novio.
-Tenemos cosas que hacer- dijo Jimin sonriente.

-No me dejes amor, por favor- la voz en un ruego de Yoongi hizo a Jimin removerse nervioso.

Tomó su rostro con ambas manos y fijó su vista en la del otro.
-Jamás amor, nunca podría dejarte, eres todo para mí papi, sin ti no sería nada- jadeo para luego besarlo con intensidad.

-Tampoco sería nada sin ti angel- su labio inferior temblaba al hablar y Jimin sentía una opresión extraña en su pecho.

-¿Qué pasa amor?, ¿por qué tiemblas? ¿Qué es lo que no me estás diciendo papi?- cuestionó angustiado.

-Solo soy un tonto sentimental, ayer tuve todo el día un dolor en el pecho y se venía a mi mente la posibilidad de que me dejaras y yo realmente me sentí tan débil, tan triste. No quiero ni pensar que sería de mi si un día te vas angel-

-Eso no pasará papi, tampoco podría sobrevivir sin ti, estoy seguro que nos necesitamos como el aire para respirar. Tu eres mi aire Yoongi nunca dudes de eso- dijo mientras dejaba tiernos besos en todo su rostro.

-Tu eres todo para mí angel, absolutamente todo- soltó y lo volvió a penetrar haciendo que Jimin se arqueara invadido por el placer y el amor, un amor tan grande que solo Min Yoongi podía darle.











Subió a su automóvil y salió con destino al aeropuerto privado. Estacionó donde siempre y caminó hasta el hangar. Saludó a los trabajadores, revisó algunos papeles, autorizó los viajes del día y se quedó sentado en su oficina mirando por la ventana, viendo como los pilotos subían al avión para al fin despegar.
No había querido salir de viaje, sabía que con la policía acechando a Yoongi debían permanecer juntos y atentos, se sirvió una taza de té y prendió su computadora, de pronto un deseo involuntario se apoderó de él y en un segundo se encontró tecleando un nombre en el buscador, Zuyiro Hioki.
Pronto la pantalla se llenó de información, páginas donde mostraban al empresario dentro de una gran fábrica automotriz, entrevistas a cerca de sus éxitos empresariales.
Una página referida a cosas del corazón llamó su atención. Hablaba del empresario y su última pareja formal, un joven varios años menor, de cabellos rubios y obviamente coreano. Al parecer tenía un gusto muy específico porque a Jimin le llamó la atención el parecido del joven con él mismo.
Cerró las páginas que había abierto, buscó su saco y salió de su oficina cerrando la puerta con llave.

Salió del aeropuerto y caminó como siempre calle abajo hasta la cafetería que tanto le gustaba.
El día estaba algo nublado, haciendo ver que de un momento al otro pudiera llover, así que decidió entrar al local y buscar una mesa cerca de la ventana. Grande fue su sorpresa cuando vio al empresario sentado dentro, mirándolo como si supiera que estaba a punto de llegar.
Jimin se sonrojó, arqueo su ceja y se acercó sentándose frente a él.
-Ok, esto es extraño, ¿cómo sabías que llegaría antes? ¿Me estás espiando a caso?- indagó sin dejar de verlo. Era mucho más guapo de lo que recordaba.

El hombre sonrió divertido y tomó lentamente la mano de Jimin que descansaba sobre la mesa. El más joven se tensó al sentir el tacto del otro y de forma casi tortuosa quitó su mano de allí.
-No tenía idea a qué hora llegarías así que decidí llegar temprano y esperarte-

Jimin lanzó un suspiro aturdido.
-No era necesario que amanecieras aqui- lanzó divertido.

-Oh claro que lo era, todo lo que sea para estar cerca de ti, es necesario- dijo con seguridad

-¿Siempre eres así?, ¿siempre dices lo que piensas o sientes sin filtro?- preguntó coqueto.

-Si algo o alguien me interesa no ando con vueltas, creo que eso es lo que me hace exitoso en los negocios y en el amor- explicó sin dejar de sonreír, mostrando unos perfectos dientes blancos.

-¿El amor? ¿estás enamorado?- preguntó curioso.

-Quien sabe, quizás lo esté muy pronto- soltó volviendo a tomar la mano de Jimin.

-Yo...-

-¿Tú qué?, no me digas que estás comprometido, en pareja o enamorado, porque creo que moriré de tristeza aquí mismo. Aunque viendo tu hermosura seria totalmente lógico que lo estuvieras, ¿quién podría resistirse a ti?- jadeo con veneración hacia el otro.

-No es eso, es solo que no sé si pueda-
Mintió, acababa de mentir deliberadamente, acababa de negar su amor por Min Yoongi, algo que jamás creyó que haría. Algo en su pecho apretó pero lo dejó pasar.
Sabía que no debía mentir, que su amor por Yoongi era inquebrantable pero lo había negado sin dudarlo y sin pensarlo.
Ese hombre lo hacía mentir y ni él mismo entendía por qué. Se sentía mal, lo sentía en todo su cuerpo y aún así no se retractó y siguió adelante con su mentira.

Hioki lo miraba con un brillo tan espectacular en sus ojos que Jimin se sintió abrumado. Jamás nadie lo había mirado así, excepto él, su novio, su amado papi.
Él había sido el único que siempre lo había mirado de esa forma y por eso Jimin caía cada vez más por Yoongi. Pero ahora alguien más mostraba ese brillo que lo hacía sentir perdido.

El impactante hombre se acercó a él, clavando sus ojos en los perfectos ojos azules de Jimin y sin mediar más palabras acercó su boca y dejó en sus labios un beso tierno y cálido que hizo a Jimin temblar.

Estaba perdido, definitivamente lo estaba.

Pequeño Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora