One Shots Malec

AU~ ¡¿QUÉ?!(III)

"-Ciertamente eso es interesante. "

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- Un placer conocerte, Alexander. Me agrada que seas sincero y objetivo. Espero que te hayan aumentado el sueldo o subido de puesto; o que al menos te lo hayan pagado al doble- Alec soltó una risa amarga y Magnus lo miró con curiosidad.

-¿Dije algo gracioso, Alexander?
-Sí; digo ¡no!
-¿Entonces?- Alec no sabía por qué, pero sentía una urgencia de decirle la verdad.

-Yo era nuevo en la empresa; estuve de prueba una semana y cuando escribí el artículo...
-¿Te dieron la planta?
-... me despidieron.
-¡¿QUÉ?! - Alec volvió a encogerse ante otro grito de Magnus; este se dio cuenta y lo abrazo para tranquilizarlo- ¿Por qué?
-Por la misma razón que te gustó el artículo. Mi jefe dijo que si no escribía lo que la gente quería leer, no servía para ser escritor.

Magnus lo pensó un momento y luego, mientras se levantaba de la cama, dijo:
-Vamos a corregir eso ahora mismo,Alexander.
-Magnus, no puedes decirle al director de una revista qué hacer con sus empleados.
-Puedo y lo haré. No voy a permitir que una basura despreciable despida a quién escribió el mejor artículo que he visto en mi vida- Magnus parecía muy decidido y Alec buscó una excusa para no tener que ir.

-No podemos ir desnudos.
-Tu ropa está en la lavandería, aunque debería estar en la basura-dijo Magnus, pensativo.
-¡¿Qué?! ¿Por qué?
- ¡Es horrible! Llena de hoyos, muy opaca y no te ajusta adecuadamente.
-¡¿Tú que sabes de ropa?!- Alec se quiso golpear; él era diseñador, claramente sabía de lo que hablaba. Magnus sólo arqueò ambas cejas, y después sonrió ampliamente, como el gato de Cheshire.
-Sé una cosa o dos. Ven; yo creo que te va a quedar alguno de mis diseños- Alec sólo rodó los ojos, y lo siguió.

15 minutos después, ambos llegaron a la empresa (Magnus con un maletín) ; pero un guardia detuvo a Alec.
-El señor Imasu prohibió su entrada -Alec abrió la boca sorprendido;  sabía que lo habían corrido pero definitivamente no esperaba eso.
-Viene conmigo- El tono de Magnus no dejaba lugar a discusiones. El guardia palideciò y abriò la puerta. En un momento, Magnus le dijo a Alec que lo esperara mientras  iba a hablar con alguien, y Alec aprovechò para saludar a Etta, una de sus compañeras más queridas. Cuando subían por las escaleras a la oficina de Imasu, Alec se preguntó qué clase de poder tenía como para entrar a la empresa, a pesar de llevarlo a él.

-¿Quién eres?
-Creí que habíamos aclarado ese punto.
-No, me refiero ¿conoces a Imasu?¿Sobornaste a los guardias? ¿Por qué te dejaron entrar? ¿Acaso... - El interrogatorio de Alec se vio interrumpido cuando tropezó en uno de los escalones; y se hubiera caído de no ser porque Magnus le rodeó la cintura con un brazo.
-Son muchas preguntas ¿no crees, Alexander? Sólo... Quédate conmigo

Cuándo llegaron a la oficina de Imasu, Magnus aún agarrando la cintura de Alec, Sebastian estaba saliendo de ahí. En cuanto vio a Magnus, intentó golpearlo, pero Alec se interpuso, lo que resultó en Alec tirado en el piso, Magnus arrodillado, preocupado y furioso e Imasu atraído por todo el escándalo.
-¿Qué pasa contigo, Sebastian? ¿Qué ibas a hacer?
-Golpear a este tipo, no me importa quien sea.
-Pues te va a importar cuando te diga que es Magnus Bane.
-También conocido como el dueño de esta revista-dijo Magnus furioso, y Alec quedó en shock.
-¡¿QUÉ?!