One Shots Malec

Protection & Fear

Estaba con sus hermanos en un lugar abierto, como un campo, con pequeñas protuberancias.

Lo extraño es que todos iban de blanco.

Todos lo miraban con lástima y ¿pesar? ¿Por qué?

Más cerca del árbol que les daba sombra, se encontraban Catarina y Ragnor.

Por la piel azul de la bruja bajaban lágrimas silenciosas, mientras que el de piel verde tenía una expresión vacía.

Entonces se dio cuenta: no era un campo, era un cementerio.

Volteó hacia dónde todos miraban, donde una lápida rezaba:

"En memoria de Magnus Bane"

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Alec, según Magnus observó, había cambiado en los últimos días.

Si antes dormía de vez en cuando con él, ahora pasaba todas las noches en el loft.

No dormía de corrido; muchas veces Magnus lo oía sollozar, o lo sentía temblar, pero si percibía alguna señal de que estaba despierto, se congelaba.

Siempre que despertaba lo besaba con mucha intensidad, más de la normal; hasta podría decirse con desesperación.

Pero lo más importante es que lo sobreprotegía.

Lo vio sobre todo cuando atendía clientes en el loft. Alec, que normalmente era muy tímido y prefería no ser visto ni oído, ahora se quedaba en el salón, "jugando" con un arma cada vez que tenía un cliente, fuera de la especie que fuera.

Algunos clientes habían dejado de ir, y otros se habían quejado.

Estaba en un estado de alerta extrema: sus hermanos le decían que ni bien terminaba de cazar se iba corriendo al loft, como si tuviera miedo de algo, lo que causaba que muchas veces se desmayara en sus brazos por no sanar sus heridas antes de ir con él.

Por su parte, cuando él lo recibía Alec siempre lo inspeccionaba de pies a cabeza, y le preguntaba si se sentía bien.

Magnus pensó que era algo temporal, pero se equivocó. Con el tiempo empeoró.

Cuando el timbre del loft sonaba, Magnus tenía que ser rápido y abrir él, y muchas veces tenía que detener a Alec de ir a la puerta con un cuchillo serafín.

Cómo en ese momento, que lo había visitado Catarina. Por un segundo, los músculos de Alec se tensaron, pero se relajó cuando vio que era la bruja de piel azul.

Por un momento el Alec tímido volvió, y tartamudeó algo sobre ir a entrenar, para después prácticamente huir del loft.

Magnus estaba preocupado, mientras que Catarina sólo analizaba la situación con una ceja levantada.

Cuando se quedaron solos, hablaron largo y tendido de otros temas, hasta que Catarina preguntó:

-¿Qué pasa con tu nefilim?
-La verdad ni yo sé - y procedió a contarle su comportamiento extraño.

-¿Desde cuándo empezó?
-No lo sé. Una noche se despertó gritando y llorando, y en cuanto me vio me abrazó como si tuviera miedo de que me fuera.

-Yo digo que hables con él. Probablemente su reacción sea por miedo.

-¿Miedo? Es un nefilim. ¿Miedo a qué?

-Eso lo tendrás que averiguar. Sólo te digo que el miedo se manifiesta en muchas formas. - Dicho eso, Cat se levantó y se despidió, dejando al brujo pensativo.