Luna llena

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Última parte de "Cazadora"

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Un mes después...

Magnus había ido a Idris, siguiendo el consejo de Catarina. 

Buscaría a Alexander después de la reunión, pero sentía que debía buscar a Sofía primero, para agradecerle y cerrar lo que sea que tuvieran.

Estaba pensando eso, cuando a lo lejos, en un puente, vio una silueta alta y femenina que el conocía muy bien.

-Sofía- la joven no reaccionó, haciéndole pensar que se equivocó -¡Sofía!

-¡Magnus! ¿Qué te trae por aquí?
-Una reunión que tengo mañana...y un par de personas.
¿Por qué no fuiste a Nueva York?
-¿Estás bromeando? Con todo lo de Sebastian, no hay quien salga de aquí.
-Cierto...- se quedaron en silencio.

-Magnus...- 
-Sofía- ambos hablaron al mismo tiempo.
-Dime...
-No, primero habla tú. Estabas muy serio y parecía importante.
-Necesitamos hablar. Ya no puedo seguir con lo que sea que tengamos.
-Lo sé- dijo mirando al agua debajo de ella.
-¿Lo sabes?

-Sí. No soy ciega, Magnus. Sé que soy la versión femenina de Alec, que te sentías sólo y que te gustó sentirte acompañado. Pero sé que no sientes nada por mí. Aparte, jamás habríamos podido tener nada, porque yo vivo en Idris, y tú en Nueva York.
-¿Sabes que tengo una casa aquí? Podría mudarme y...
-Ser infeliz, porque toda tu vida está allá. No nos engañemos, Magnus. Jamás habrías sido feliz conmigo.
-Yo...creo que tienes razón. Lo siento. Lo intenté, enserio traté de sentir algo por ti, pero no pude hacerlo. Lo único que pude sentir por ti fue cariño, porque eres una buena persona, pero nada más...No puedo...

-¿Amarme? También lo sé. Sólo dime una cosa. ¿Lo amas?
-Con toda mi alma- después pareció arrepentido- Lo siento.
-No importa. Continúa.
- Antes de que llegaras a mi vida, me sentía lastimado y herido. Cuando llegaste, me sacaste del pozo en el que me había metido. Cuando hablamos, me di cuenta de que estaba siendo muy egoísta, y que no consideré sus sentimientos. Después, mi mejor amiga me regañó por eso, y con eso me dio el empujón que necesitaba para venir y buscarlo.

-¿Viniste a buscarlo?- parecía muy sorprendida.
-Sí. Quiero que sepa lo que siento por él, y si es necesario morir para salvarlo, lo haré.

-No creo que quisiera que te sacrificaras por él. Moriría de dolor.
-Bueno, eso sería una lástima. Pero si lo hiciera, al menos moriríamos juntos- el brujo en su ensoñación no se dio cuenta de que una lágrima rebelde bajó por la mejilla de la cazadora, pero ella la limpió rápidamente.

-Y bien...¿Qué era lo que ibas a decirme?
-No, nada importante...- Magnus levantó su cara, haciendo que lo viera a los ojos.
-Sofía...- la manera suave en la que dijo su nombre hizo que se rompiera su corazón- me rescataste, me hiciste compañía, te emborrachaste conmigo, y me ayudaste. Creo que lo menos que puedo hacer es escucharte.

-Quería pedirte algo... pero después de oírte hablar así no estoy segura de que lo quieras hacer, y yo no quiero forzarte a hacerlo.
-¿Qué es?- dijo el brujo, curioso. La joven sólo levantó los ojos, dejando ver sus deseos.

-Oh...
-Mhm...- dijo y fijó su vista de nuevo en el río.
-¿Por qué?
-Vamos a pelear contra Sebastian. Las probabilidades de que sobrevivamos  son mínimas. Si muero, quiero sentirme querida por última vez- el brujo sintió su corazón romperse. Si bien no amaba a la nefilim, si le había tomado cariño.

-No. Tú vas a sobrevivir...-
-No lo sabemos, Magnus...- dijo, melancólica.
-Lo harás, porque debes conocer lo que es el amor verdadero. Encontrarás a alguien con quien compartir tu vida, tus días y noches, y tu corazón. Y si te rompen el corazón seguirás con tu vida, te recuperarás, y encontrarás a alguien más.

One Shots MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora