One Shots Malec

Nunca

Esto es una especie de AU, donde Valentine y Jocelyn tuvieron tres hijos: Clarissa y Jonathan Fairchild y Sebastian Morgenstern. Jonathan sería mellizo de Clary. Se desarrolla después de los sucesos en COLS

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Había pasado un mes. Magnus no había dejado el loft desde entonces, e ignoraba todas las llamadas que llegaban a su celular, sabiendo que seguramente eran todas de los amigos de su... Bueno, él ...

Pero ese día fue distinto. Le llegó un mensaje de fuego del Instituto, dónde eran requeridos sus servicios.

No estaba dispuesto a ir, pero después de pensarlo un poco, pedir una suma exorbitante y recibir una respuesta positiva, se puso todo de negro y fue.

Normalmente se habría puesto lo más colorido de su armario, pero en esta ocasión no tenía ganas de mostrar una alegría que no sentía. Si se maquillò fue porque no iba a volver a permitir que más personas lo vieran al natural; los únicos que se habían ganado ese derecho eran sus amigos y... él.

Llegando al Instituto, pasó directamente a sus asuntos, sin detenerse a mirar. Pero ellos lo vieron y empezaron a armar un plan, y para eso ocuparon hasta la ayuda de Maryse, sin que ninguno supiera nada.

Mientras Magnus estaba ocupado, Jonathan fue a buscar a Alec a su habitación, y después de mucho rogar, logró convencerlo de que fuera a entrenar con él.

Cuando Magnus terminó, se le informó que debía ir a la sala de entrenamiento. Algo extrañado, fue ahí y lo que encontró lo dejó congelado, pero con la sangre hirviendo de furia.

En media sala de entrenamiento, estaban Alec y Jonathan, que ya habían acabado sus actividades y se habían puesto a platicar a petición de Jonathan. Cuando vio a Magnus de reojo, empezó con su actuación.

Tomó del brazo a Alec, haciendo que los ojos azules se encontraran con los verdes, y le dijo:

-Nos vemos, mi amor- dijo y se acercó a besarlo.

Magnus no iba a consentir eso, y antes de que sus labios se encontraran, envió una red de magia que atrapó al peliblanco y lo lanzó al otro lado de la sala.

Alec quedó en shock; él conocía de sobra esa magia, y no había esperado verla de nuevo cerca de él, o siendo utilizada para protegerlo.

Magnus y Jonathan llegaron al mismo tiempo hacia Alec, la furia angelical y demoníaca eran palpables.

-Brujo insolente, ¿Cómo te atreves a interrumpirnos a mí y a mi novio?
-¿Disculpa?
-Lo que oíste. ¿O aparte de entrometido, eres sordo?
-Jonathan, no es necesario eso...
-Escuché perfectamente... Ahora...¿Nos dejas a solas?
-Estás demente, brujo. ¿En qué dimensión dejaría sólo a mi novio con su ex? Eso no va a pasar.

-¡JONATHAN!- Izzy venía entrando- Traté de evitarlo, pero no pude...
-¿No ves que estoy ocupado?¿Qué es tan importante como para que vengas a interrumpirnos?
-¡Clary se rebeló, y ahora va hacia el cuarto de Jace!
-¡Isabelle!¡Te dije que la vigilaras!- antes de irse, volteó a ver a Alec, quien sólo hizo un gesto afirmativo con la cabeza.

-Ve, estaré bien. Apresúrate: no queremos zanahoria al carbón- en cuanto oyó esas palabras, Jonathan salió apresuradamente, siendo seguido por Izzy, mientras gritaba
-¡CLARISSA ADELE FAIRCHILD! AHORA SI ME VAS A ESCUCHAR...

En cuanto Magnus estuvo a solas con su cazador, aprovechó para tomarlo de la mano, y cuando el cazador volteó, estampó los labios contra los suyos, en un beso fiero que les robó el aliento.

Cuando terminó, el brujo recargó su frente en la del cazador y susurró:

-¿Es eso cierto?
-¿El qué?
-Que Jonathan es tu novio.
-No, Magnus. Ni siquiera sé porqué lo hizo. Yo sólo te amo a ti, y eso no va a cambiar nunca- haciendo consciencia de como se encontraban, se alejó de él y continuó- aunque para ti eso no cambie nada.

-Alexander...

-No, Magnus; no es necesario que digas nada, ya lo entendí. Prometo no volver a molestarte, aunque duela como el infierno.

-Alexander...

-Me mudaré a Idris; o tal vez, con un poco de suerte, moriré joven en una cacería, y así no prolongaré mi sufrimiento...

-¡Alexander!¿Te estás escuchando?- dijo el brujo, tomándolo esta vez de la cintura, para acercarlo a su cuerpo-¿Cómo se te ocurren esas cosas, cielo?- dijo, acariciando su mejilla.

-Magnus, no hagas eso. No me ilusiones, por favor. No rompas en más pedazos mi corazón. Por favor...-Cuando Magnus se dio cuenta de cuánto había lastimado a su hermoso ángel, y que a pesar de eso lo seguía amando, hizo lo que mejor sabía hacer para callarlo: lo besó.

Y sintió como su garbancito se derritió en ese beso, y cómo le entregaba nuevamente su alma y corazón, como cada vez que se besaban. Y confirmó lo que ya sabía; que no podía seguir viviendo sin él, y debía enmendar su error cuanto antes.

-Alexander, ahora escúchame tu a mí, por favor-dijo con su frente en la del otro, susurrando sobre sus labios, y sin soltarlo- Cada día de este mes sin ti ha sido un infierno. No había momento del día que hiciera algo sin pensar en ti. Cada pensamiento que tenía era sobre ti, sobre nosotros, tus ojos, tus labios, tu amor tan sincero y puro. Creí que te estaba haciendo un bien al alejarte de mí, pero ya veo que estaba equivocado. Si ambos estamos sufriendo, es culpa mía.

-Magnus...

-Y aún sabiendo que es mi culpa, este hijo de demonio te viene a suplicar, a rogar que vuelvas con él, que hagas sus noches más luminosas y sus días menos miserables. Y si fuera Nefilim, te juraría por el Ángel que te cuidaré y velaré por ti siempre. ¿Qué dices, Alexander?¿Aceptas mis disculpas?¿Me admites de nuevo en tu vida?¿Me amas todavía?

-Por supuesto que te amo, brujo estúpido. Y claro que quiero volver contigo - antes de que pudieran besarse, entraron cuatro nefilim; un peliblanco, un rubio, una pelinegra y una pelirroja.

-Vaya, veo que mi plan funcionó.
-Dirás nuestro plan, Fray.
-¿Celoso, Wayland?

-Esperen ¿todo esto era planeado? - dijo Magnus.
-Por supuesto, brillitos.
-Bien por el anciano.
-Cabe aclarar que lo hicimos por Alec, pero si lo vuelves a lastimar, ya verás.
-¿Qué veré, teñido? ¿Patos en tu habitación?
-Deja a mi cuñado en paz, Bane. Y no, me verás a mí con tu nefilim- al oír eso, Magnus palideciò, pero empezaron a brotar chispas rojas de sus manos.

-Cuidado con lo que dices, anciano, que si el teñido no me hubiera dicho que era planeado, te habría carbonizado. Y cuidado con acercarte demás a Alexander; me tiene a mi para protegerlo - la última parte la dijo sonriendo, feliz de que Alexander lo hubiera aceptado de nuevo

-¿A quien le llamas anciano? Te recuerdo que cuando Alec era un bebé, tu ya pasabas de los 400. Adiós, raboverde - dijo yéndose con una carcajada, siendo seguido por los otros nefilim.

-Ese imbécil...
-Tranquilo, Mags. Si nos volviéramos a separar, no me iría con él. Por si no te has dado cuenta, a mi me gustan morenos y con ojos de gato - dijo, haciendo sonreír al mayor.

-Está bien, Alexander. Pero sólo para que conste, no te voy a dejar nunca.

-¿Nunca? - dijo ya contra sus labios.

-Nunca - aseguró el mayor, antes de volver a unir sus labios.

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Debí actualizar primero "Alfa &Omega*", pero la inspiración vino a mí y logré terminar el capítulo después de casi 2 meses (che vergogna).

*Me convertí en lo que juré destruir.
Dije que nunca hablaría de mis historias en otras historias, y quedé 🤡

Gracias por leer 📖  ❣️