Capataz 🤠(AU)

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-Ragnor, necesito otra persona para que me ayude con el trabajo.
-¿E Imasu?
-Se me insinuaba demasiado y lo tuve que correr.
-Joder, Bane. ¿Por qué no te he corrido? Causas demasiados problemas.
-Porque soy el mejor y lo sabes.
-Bien, veré que puedo hacer.
~~~~~~~~~~~
-Bane, necesito que vengas a la hacienda. Te quiero presentar a tu nuevo ayudante - dijo, abriendo la puerta de su habitación sin ningún cuidado.
-En un momento voy.

Cuando por fin se presentó en el lugar, Ragnor le dijo:

-Te presento a Alec Lightwood, tu nuevo ayudante. Alexander, él es Magnus y será tu jefe  - Magnus volteó y lo que vio lo dejó asombrado, pero altamente complacido.

Era más bajo que él, tenía el cabello negro como el carbón y unos ojos azules hermosos. Usaba ropa floja y desgastada, de modo que Magnus no podía ver si tenía el físico requerido para el trabajo. Pero si Ragnor lo había contratado, debía confiar en su criterio.

-Un gusto, Alexander. Yo soy el capataz. Ven, déjame mostrarte la hacienda- dijo extendiéndole una mano, y cuando el otro la tomó, les recorrió una corriente eléctrica, que hizo al menor sonrojarse.

El resto del día la pasaron juntos, Magnus mostrándole a Alec todos los lugares de la hacienda y presentándole a los trabajadores, para que se fuera familiarizando con todo. Alec sólo asentía, pero cuando llegaron a la parte de las vacas, los ojos de Alec brillaron.

-¡Tienen vacas!
-Alexander, es una hacienda ganadera. Por supuesto que tenemos vacas - Alec se sonrojó.
-Por supuesto. ¿Me dejará ordeñarlas?
-Lamentablemente no - los ojos de Alec perdieron su brillo - tengo otros trabajos para ti, sobre todo de fuerza- Pero cuando vio su expresión, se encontró diciendo - Pero... Si tu desempeño es bueno, veré lo que puedo hacer.

-¿En serio? ¡Muchas gracias! - dijo y antes de poder pensar lo que hacía, lo abrazó, y Magnus sintió un cuerpo muy bien trabajado bajo esa ropa.
Después se separó y se trató de disculpar, pero Magnus no lo permitió.

Definitivamente ese chico Alexander era más de lo que aparentaba.

~~~~~~~~

Magnus estaba muy contento con el trabajo de Alexander; era muy eficiente, y definitivamente se había ganado a pulso su premio de ordeñar las vacas al final del día, después de su trabajo.

Todos los días Alec trabajaba duro, para terminar a las 6, ir a darse una ducha, descansar un poco y a las 7 volver a ordeñar vacas.

Un día Magnus decidió ir a vigilarlo en las dos horas que duraba , y cuando se asomó lo sorprendió lo que vio.

Mientras que Alec era normalmente serio y profesional, dedicado a su trabajo, o se ponía nervioso cuando lo veía, en el establo era completamente diferente.

Acariciaba las vacas con mucho cariño, las amarraba y soltaba con mucho cuidado, pero sin dejar de ser eficiente, cantaba, silbaba o tarareaba cuando ordeñaba, sin perder la concentración, y hasta bailaba en el camino entre una vaca y otra.

Ahora comprendía por qué cada vez que Alexander entraba al establo, se armaba un alboroto.

Mientras que normalmente vestía con horribles camisas grises que le quedaban muy flojas, y botas de trabajo, en el establo traía un pantalón rasgado, ajustado a su cadera por un cinturón negro, y una camiseta de tirantes blanca y muy delgada, que dejaba ver su excelente cuerpo.

Sí, definitivamente un Alexander muy diferente.

"Que ganas de ser una vaca para verte así mientras me ordeñas" pensó Magnus.

"Bane, contrólate. Ni siquiera lo conoces bien, y si lo acosas, el despedido serás tú. "

Eso se puede arreglar.

Un día que tampoco tenía nada que hacer - corrección: arregló su horario para no tener nada que hacer- fue al establo y encontró a Alexander ordeñando, como siempre.

Estaba tan concentrado que ni lo oyó, hasta que se puso a un lado de él y le dijo con su mejor voz seductora:

-Hola, Alexander.

El pelinegro se asustó tanto que jaló demás un pezón de la vaca, haciendo que esta mugiera de dolor, y se intentara liberar, sin éxito.

-¡Magnus, me asustas! Perdón, capataz - Pero como igual ya había terminado, procedió a mimarla y acariciarla hasta que se tranquilizara y fuera seguro desatarla.

-Ya veo - dijo, haciéndolo sonrojar- Una disculpa, no era mi intención. En cuanto a lo otro, Magnus está bien. También te voy a pedir que me tutees.

-Pero eso no es correcto. Usted es mi jefe.

-Sí no te sientes cómodo en público, te pido de favor que por lo menos lo hagas en privado.

-Bien. ¿En qué le... te puedo servir, Magnus?

-Eso está mejor. Me preguntaba si te puedo acompañar a ordeñar.

-Por supuesto. Eres es el capataz, podrías hacer lo que quieras, y si yo estoy aquí es porque tú lo consentiste.

-Alexander, no te lo pido como capataz, sino como un compañero de trabajo, y como una persona que se interesa en ti y quiere compartir contigo algo que te gusta, mientras te conoce.

-¿S-se interesa en mí?
-Por supuesto. Me di cuenta de que con trabajo sé tu nombre, porque me lo dijo el verdoso, y yo te quiero conocer más. Entonces ¿qué dices?

-S-si quiere, está bien.
-Creí que lo dejé en claro. ¿Cuál vaca es la siguiente?

Y mientras un sonrojado Alec continuaba con su actividad en una vaca, el capataz lo hacía de espaldas a él, platicando y conociéndose.

Fue así como se enteró de que era gay, y que sus hermanos le habían obligado a dejar su hacienda donde trabajaba porque había puras mujeres, y jamás iba a encontrar el amor (cabe mencionar que Magnus estaba muy agradecido con sus futuros cuñados ).

Su familia trabajaba en la hacienda Fairchild, a quienes conocían de los tiempos de Valentine Morgenstern, quien había cambiado su hacienda vinatera por un cultivo de marihuana, y que al final había muerto junto con su hijo en una redada policíaca, dejando a su hija y su ex esposa como únicas herederas.

Supo que tenía 2 hermanos, uno que estaba enamorado de la heredera de la hacienda, y la otra que estaba enamorada de su mejor amigo, un muchacho de lentes que a su vez era el capataz de dicha hacienda.

-Entonces tengo esperanza.
-¿A qué te refieres?
-Dijiste que te pareces a tu hermana - Alec asintió aún sin entender- y si ella se enamoró de su capataz, quien quita y también te enamores de mí.

Al oír eso Alec, que ya había terminado de ordeñar y sólo estaba juntando la leche de todas las vacas, se puso rojo, tartamudeo un par de sílabas y salió corriendo con la leche.

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Hasta aquí le dejamos.

Este One Shot fue una sugerencia de Omeva73, y realmente espero que le guste.

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Ya saben que yo soy complaciente.

Gracias por leer 📖 💜

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