Oscuridad

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AU ¿Qué pasaría si Alec le tuviera miedo a la oscuridad?

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Alec le teme a la oscuridad. Nadie puede saberlo. Por Raziel ¡es un cazador de sombras! ¡Su trabajo es matar demonios en la oscuridad! ¿Cómo ha sobrevivido entonces? Bueno, ventajas de ser el primogénito de los directores del Instituto. De niño sus padres le hicieron pasar muchas horas en la biblioteca, estudiando (no que se quejara). Claro que sabía manejar armas, pero sólo lo hacía en entrenamientos.

Hasta que cumplió 16 y sus padres lo mandaron a su primera misión. Alec habría preferido no ir, pero tenía que proteger a sus hermanos.

Estableció una rutina en las misiones; generalmente se quedaba donde hubiera más luz, sin perder de vista a sus hermanos. Si tenía que entrar a lugares oscuros, lo haría con piedras de luz y espadas serafín, que rápidamente desplazaron al arco y flechas.

Al principio sus hermanos se molestaban con él, ya que al entrar de ese modo llamaba mucho la atención de los demonios y terminaba recibiendo la mayoría de las heridas.

Trataban de convencerlo de entrar más discretamente; y Alec normalmente habría cedido, pero esa vez no lo hizo. Utilizó la diplomacia y argumentó que sería más fácil matar a los demonios si estaban todos reunidos, aunque fuera alrededor de él. Y, por más enojados que estuvieran Jace e Izzy, tuvieron que darle la razón.

Y todo marchaba bien. Salía a misiones, protegía a sus hermanos y nadie sabía sobre su secreto.

Hasta que conoció a Magnus.

El brujo rápidamente se dio cuenta de que Alec escondía muchos secretos, aparte de los obvios que lo involucraban. Sabía que había algo que le ocultaba, y también que Alec jamás se lo diría, al menos voluntariamente. Y Magnus amaba los desafíos, así que estaba más que dispuesto a averiguar todos los secretos que tuviera ese nefilim.

La primera vez que Magnus notó algo raro en Alec fue la primera vez que se quedó a dormir con él. Alec había llegado en cuanto terminó de cazar; y después de un baño, un par de tazas de chocolate caliente y una buena sesión de besos, lucía bastante adormilado. Alec bostezó y el brujo lo miró divertido y enternecido.

-Ya es tarde, Alexander-  Alec pensó que el brujo no lo quería más en su loft.
-Tal vez debería irme- dijo tratando de contener un bostezo y un escalofrío. No quería hacerlo; hoy era luna nueva. Pero si Magnus no lo quería más con él, no lo molestaría, no importaba si no podía ver más allá de su nariz.
-Yo pensaba decirte que te quedaras aquí- Alec no pudo contener su gesto de alivio. El brujo lo miró confundido.

-¿Qué sucede, Alexander?
-¿Mmmh?- Alec todavía estaba perdido en la felicidad de no tener que salir en la noche.
-¿No querías volver al Instituto?- Alec frunció el ceño- No puedo creerlo¿de verdad llegaste a pensar que te estaba echando?- Alec sólo bajo la mirada
- Venga, vamos a la cama - Alec se sonrojó.
-Yo...
-Sólo a dormir, Alexander. Aunque si quieres hacer algo más interesante, estoy dispuesto.
-¡Magnus!

Magnus le indicó a Alec que se adelantara; sabía que Alec se caía de sueño y él tardaría como mínimo otra hora en dormirse. Cuando se dirigía al baño, vio que la luz del cuarto seguía prendida. Asumiendo que Alec se olvidó de ella por el cansancio, la apagó con un chasquido y comenzó a desmaquillarse.

Un leve resplandor llamó su atención. ¿Se había olvidado de la lámpara? Pero el no tenía lámparas en su casa. ¿Entonces que era eso?  Salió y vio a Alec profundamente dormido, abrazando su piedra de luz como si fuera un niño con un peluche. Su expresión era relajada, entonces Magnus lo dejó estar. Ya le preguntaría en la mañana.

One Shots MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora