Alec, al ser cazador de sombras y el primogénito de una de las familias más antiguas, fue entrenado toda su vida para poder tomar el control, primero de sus hermanos, después de su equipo, y el objetivo final era el Instituto, así que tenía una naturaleza dominante.
O eso le gustaría creer.
¿Entonces por qué siempre terminaba muy cansado después de un día de tomar el control?
¿Por qué prefería cuando le decían que hacer?
Y lo más importante ¿Por qué, en el fondo de su alma, anhelaba un hombre que lo protegiera y dominara?
Siempre trataba de dejar esas cuestiones de lado...
Hasta que llegó Magnus.
Un subterráneo, líder de su facción de subterráneos. Un hombre más alto y antiguo que él. Un brujo, lo suficientemente poderoso para doblegarlo a su voluntad.
Y pronto Alec descubrió que eso le encantaba.
Cuando empezaron su relación Alec haría todo lo que Magnus le dijera, o le informaría de todo lo que hiciera. Ambos habían pensado que era por la inseguridad del ojiazul al ser su primera relación, estar en el clóset, mantenerla de manera clandestina, etc.
Pero cuando su relación salió a la luz pública y Alec siguió haciendo lo mismo, Magnus supo que debía hacer algo.
Así que un día que Alec estaba lavando trastes y Magnus recostado en el sillón, decidió hablar con él.
-Alexander, ven aquí- y como siempre, Alec obedeció a la primera.
-¿Sí?
-Siéntate- el cazador lo hizo-Quisiera saber ¿por qué siempre haces lo que te digo?
-¿Te molesta? Si quieres, puedo dejar de hacerlo.
-No, no me molesta. Pero sí quiero que me respondas eso- Alec se sonrojó.
-No lo sé, Maggs. Supongo que toda mi vida he sido preparado para estar siempre en control, y nadie nunca me preguntó si me gustaba, así que un cambio es muy bienvenido. Y de hecho, me gusta mucho-susurró lo último, y en ese punto, su cara ya era una cereza.
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-No sabía si estaba bien, si te ibas a molestar, o si...- Magnus lo besó para callarlo.
-Es perfectamente normal, cielo. Es una práctica que muchas personas toman como estilo de vida, y otras solamente a la hora del sexo: incluye palabras de seguridad, un sistema de castigos y recompensas, que se hablan y se definen... Y por tu sonrojo deduzco que no te molestaría.
-¿Se puede...? Es decir...¿Querrías...?
-Por supuesto; sólo sería cuestión de platicarlo. Si no quieres que nadie más se entere podemos hacerlo en privado; incluso podemos usar palabras específicas para nombrarnos.
-¿Por ejemplo...?
-Por ejemplo, tú me puedes decir Master... Y tú podrías ser mi bebé... ¿Te gustaría?
-¡Sí! ¿Cuándo empezamos?
-Bueno, si quieres el sistema completo tendríamos que hablarlo bien, así que tomará un tiempo... Pero lo de los nombres lo podemos implementar cuando quieras...
-¡Ahorita mismo!
-¿Estás seguro? Puede que se te olvide y te tenga que castigar...
-¡Sí!
-Sí ¿qué?- Alec se sonrojó.
-Perdón, Master.
-Ese es mi Alexander. Por ahorita te dejaré ir con una advertencia, pero la siguiente vez tendré que castigarte ¿sí, bebé?
-Sí...Máster...
-Ese es mi bebé- un escalofrío lujurioso recorrió a Alec. No sabía que "lo suyo" tenía un nombre, ni que pudiera ser tan excitante.
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Otra cosa que Alec tampoco sabía de él mismo era que amaba que lo celaran.
Nunca había tenido una pareja, así que no sabía cómo era el sentimiento de ser quien recibía los celos. En su mentalidad de soltero, ese comportamiento no tenía nada de bueno, y no entendía porqué a algunas personas les gustaba que su pareja los celara.
Pero de nuevo, Magnus llegó y lo cambió todo.
La primera vez que había descubierto que estaba celoso fue después de que curara a Luke. Alec fue a buscarlo después de que la inquisidora Herondale fuera por Jace, y encontró que Magnus no le hablaría.
Alec, tan inocente, no sabía por qué, hasta que le preguntó por enésima vez si estaba bien.
-Estoy bien. Y ahora que ya lo sabes, puedes ir y tal vez decirle a tus padres que sales con una cazadora rubia y suicida, en lugar de un brujo.
Alec no podía creerlo .¿Magnus estaba... celoso?¿El Gran Brujo de Brooklyn, con sólo el Ángel sabía cuantos años, estaba celoso de un simple nefilim? Tal vez tantos años no servían de mucho, después de todo.
Y después de la guerra con Sebastian, cuando Alec empezó a ir a la Academia, Magnus se enteró de que había muchos estudiantes atraídos por el arquero de Edom, así que la siguiente vez se ofreció amablemente a acompañarlo.
Y una vez allá, cuando llegó la hora de las comidas, se arregló lo más llamativo que pudo-no que lo necesitara- e hizo todo lo posible porque llegaran tarde. Y cuando lo hicieron y llamaron la atención de la mayoría de los varones, lo besó profundamente, para anunciar que el hermoso nefilim era suyo.
Aún así, algunos maestros trataron de coquetear con él, así que Magnus tuvo que recurrir a medidas más... extremas, para dar a entender su mensaje. Y así fue como terminaron en la situación en la que Salustiano los encontró cuando les anunció sobre Maxie.
No era que Magnus desconfiara de Alec o que fuera inseguro. Simplemente le molestaba que la gente anduviera buscando en donde no debía.
Y aunque Alec sabía que podía ser a veces irracional, lo amaba.
Y eso era lo importante.
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Esta fue tu petición. Espero que te guste
Y por si no recuerdas, fue de una publicación que hice hace como 2 meses en mi perfil
Desde el capitulo de "Tenemos que hablar" hasta este, quitando el de "Slave", son basados en la respuestas que tú, Omeva73, LovetoMalec y MirajaneAtoche me dieron.
Pero al leer sus respuestas me di cuenta de que me equivoqué al plantear la pregunta.
La pregunta correcta habría sido:
¿Algo que le gustara hacer a Alec y lo considerará banal/vergonzoso/mundano?
El siguiente capítulo será la respuesta que yo le di.
Gracias por leer ♡♡♡
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One Shots Malec
FanfictionAlgunas ideas de Malec. La mayoría no están conectados entre sí. Los personajes son de Cassanda Clare, pero la historia es enteramente mía. *Se prohibe su copia y adaptación*