Compañía 🔥

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Continuación de "Cazadora"

Vengo a echarle más leña al fuego 😃🔥

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Magnus despertó más tarde abrazando a la cazadora por la espalda. Se levantó con cuidado de no despertarla, y la observó, profundamente dormida. Normal; debía estar muy cansada después de su primera vez.

Se quedó observándola hasta que su estómago rugió, y decidió preparar el desayuno para los 2.

Mientras cocinaba, se dedicó a reflexionar: después de Alexander, la sola idea de salir y ver a alguien más le generaba repulsión; pero con esta joven, el seguirse besando parecía lo correcto, seguir con el sexo se había sentido muy natural, y abrazarla después se había sentido muy bien.

Cuando terminó, volvió a su habitación, y se encontró con una maraña de largo cabello negro mirándolo desde la cama.
- Buenos días. ¿Cómo estás?¿Te duele algo?- la nefilim sólo asintió y se sonrojó. Magnus entonces pasó una oleada de magia sanadora por todo su cuerpo, y la joven hizo un gesto de alivio.

- ¿Tienes hambre? Traje el desayuno- ella sólo asintió de nuevo. Magnus suspiró.

-Mira, sé que puedes hablar, te escuché anoche. Si te incomoda mi presencia, dímelo. 

-Gracias por el desayuno. Y en todo caso yo soy la que está aquí molestando. Debería irme.

-¡No! Es decir... Puedes quedarte, no me molestas. Aparte, hoy es mi cumpleaños, y no me apetece mucho pasarlo solo.

-Ehhh...¿Feliz cumpleaños?

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-Entonces...¿Cómo fue que llegaste a mi departamento?

Ya era de noche, y Magnus y la nefilim habían pasado todo el día juntos, y para su rutina de la última semana, eso era un cambio agradable. Magnus había logrado convencer a la nefilim de que bebiera con él, y ahora estaban ambos sentados en el sofá, con una botella cada uno. La timidez y la discreción se habían ido, y ambos estaban abriendo su corazón.

-Pues... Estaba de cacería, y el demonio me dejó con muchas heridas que no podía sanar yo sola. Y recordé que un amigo me dio la dirección del Gran Brujo, así que aquí me tienes.

-¿Cómo que tú sola? ¿Y tu equipo? Tu amigo que te dio mi dirección fue Lightwood ¿verdad?

-Yo... Salí a cazar sola... Y sí, fue uno de ellos.

-¿Qué? ¿Alguien sabía? ¿Y de casualidad te contaron qué yo cobro mucho por mis servicios?- Magnus no sabía porqupe, pero el hecho de saber que salió sola lo lleno de ansiedad.

- Sólo Alec. Sí, de hecho él me dio tu dirección. Y como yo no tenía nada en ese momento, me dio algo y me dijo que si me pasaba algo viniera contigo, que esto seguramente pagaría con creces tus servicios- acto seguido sacó una joya, que lo dejó sin respiración.

Era un anillo de plata, con un zafiro incrustado en medio. Una joya que pertenecía a los Lightwood,y que había pasado a cada primogénito de generación en generación, hasta que llegó a cierto heredero al que le estorbaba para cazar, y la tenía arrumbada en su cuarto.

-Alec dijo que no la necesitaba ni la usaba, y que tú una vez le habías dicho que si alguien te hubiera dado esta joya, esa persona tendría tus servicios pagados por el resto de su vida.

-Oh, Alexander...- Magnus miró a la joya, y recordó haber tenido esa conversación con el nefilim.

- Sí, recuerdo eso. Así que tienes mis servicios garantizados para el resto de tu vida, ya que aparentemente ahora es tuya. Nefilim estúpido... - sussurrò.

One Shots MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora