One Shots Malec

Al día siguiente...

Alec despertó en un cuarto rojo, sin nada más que su bóxer. Se preguntó cómo había llegado hasta ahí, y casi todos los recuerdos lo golpearon. Se sentó de golpe, avergonzado. En eso la puerta se abrió, y entró un hombre en silla de ruedas, con una bandeja en sus piernas en la que había fruta, hotcakes, jugo y un par de pastillas.
-Buenos días. ¿Cómo te sientes?- Una vez que el hombre se acerca y deja la bandeja en la mesa de noche, Alec se da cuenta que el hombre tampoco tiene nada más que los bóxer, y que ambos tienen marcas por todo el cuerpo. Eso le hace preguntarse que tan salvaje había sido su noche.

-Bien. ¿Quién eres?- Alec no le puede ver la cara al hombre, pero sabe que lo conoce. La voz le suena como si hubiera conocido al hombre de mucho tiempo, y no de la noche anterior.
-¿Tan rápido lo olvidaste? Y yo creyendo que lo que hicimos anoche había sido memorable. ¡Hasta me dejaste en silla de ruedas! Parece que tendré que refrescarte la memoria, Alexander. - En eso unos labios que conocía a la perfección se posaron sobre los suyos. Antes de cerrar los ojos para disfrutar el beso pudo apreciar esa cara perfecta, con su hermosa piel canela, y esos hermosos ojos verde dorado. La cara que estaba en todos sus sueños...Esperen ¿sueños?

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Alec abrió los ojos y se encontró boca abajo, de frente con los alucinantes ojos de gato de su novio. Su aliento se atora en su garganta al tenerlo cada vez más cerca.

-Magnus...
-Alexander...- el tono de Magnus es bajo, y envía escalofríos a lo largo del cuerpo de Alec. Magnus se acerca todavía más si es posible, y conecta sus labios, dejando la mente de Alec completamente en blanco. Alec sólo es capaz de enredar su mano en el cabello del brujo y abrir sus labios para profundizar el beso.

Cuando termina, Alec distingue por el rabillo del ojo algo en su mesita de noche. Voltea y se da cuenta que hay una bandeja y que es igual a la que vio en sus sueños, pero sin pastillas. Se extrañó, pero luego recordó  que en el sueño tendría resaca. En la vida real, la noche anterior se había asegurado de estar completamente sobrio. Después de todo, iba a ser su primera vez, y quería recordar cada detalle de esa noche.

Pronto se decide por seguir con su examen para ver qué tanto se parece la realidad al sueño. Hay pocas diferencias, pero para Alec son muy claras. Magnus está completamente desnudo y tiene todo el torso y cuello cubierto de marcas, y eso, de alguna manera, le hace estar vergonzosamente consciente de su cuerpo. Un rápido examen le confirma lo que ya sabía; él se encuentra en las mismas condiciones. Se sonroja y Magnus lo mira divertido. Está a punto de tirar de las sábanas para cubrirse, pero Magnus parece leer sus pensamientos, y con una mano detiene sus movimientos.

-Magnuuus...- dice Alec entre tímido, enfadado y divertido.
-Alexandeeer...- replica Magnus, imitándolo mientras se sienta en la cama, a un lado de él- Después de lo de ayer, no hay nada que no haya visto ya. Y espero no equivocarme al creer que lo disfrutaste tanto como yo. Tú gozaste de mi maravilloso cuerpo - Alec rodó los ojos y Magnus río - y yo tuve oportunidad de disfrutar de todo esto - dijo dándole una palmada en la espalda baja. Alec soltó un grito de dolor. La expresión de Magnus cambió rápidamente a una de preocupación y rápidamente quitó la mano.

-¡Alexander! ¿Qué está mal, cariño?
-Me duele... - dijo Alec en un susurro. Magnus entonces comprendió y soltó una carcajada. Alec lo fulminò con la mirada.

-Lo siento, amor. Creo que me pasé anoche. Pero eso se arregla rápido - Magnus volvió a poner su mano en el mismo lugar, y Alec se preparó para sentir dolor, pero lo único que sintió fue la ya tan conocida calidez de la magia de su novio, y un momento después, el dolor se había ido. Alec dio gracias al Ángel por la magia de Magnus. Si no fuera por eso, otro sería el que ocuparía la silla de ruedas, agrega su conciencia.

-Gracias, Magnus.
-No hay nada que agradecer, Garbancito - Alec frunció el ceño ante el apodo - Con gusto agotaré mi magia curándote si puedo disfrutar más noches así - dijo dándole una nalgada y salió corriendo.
-¡Magnus Bane!

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Lo siento si soy vulgar.

I'm working on it