AU~(V)

1.1K 86 15
                                    

"-Alexander-el mencionado volteó todavía con una sonrisa en su carita- creo que deberías irte...- y la sonrisa se borró..."

~~~~~~~

-Y no me malinterpretes- añadió Magnus al ver su expresión- estas horas que he pasado contigo han sido las mejores de mi vida, pero no sé si tu familia está acostumbrada a pasar tanto tiempo sin saber de ti, en particular después de una fiesta. Y temo que se me acuse de secuestro si te retengo un segundo más.

-Sí me acaba de contratar de nuevo, ¿no sería bueno que trabaje? Con todo lo de la mentira de que soy "su pareja", se va a pensar que es favoritismo- Por alguna razón, a Magnus le dolió cuando Alec mencionó la mentira, pero se recompuso y con una sonrisa le dijo:
-Tienes razón, Alexander. ¿Tienes tus cosas para trabajar? Si no puedo...

-Eso no va a pasar, Magnus- dijo Alec con una sonrisa juguetona.
-Ni siquiera me dejaste terminar.
-No es necesario. Claro que tengo mis cosas; alguien me dijo que el señor Imasu no había encontrado el tiempo para mandar a desocupar mi oficina.
-Claro, las drogas deben de ser difíciles de conseguir.

-En fin... Me retiro. Con su permiso, señor.
-¡Alexander!
-¿Sí, señor?
-Cuando termine el turno, vienes a mi oficina. Te voy a llevar a tu casa. Y no acepto un no por respuesta- dijo viendo que estaba a punto de protestar- Te puedes retirar.

Faltando 5 a las 8, Etta fue al lugar de Alec y le ofreció llevarlo a su casa, a modo de disculpa por no haber podido hacer nada cuando Imasu lo corrió. Él aceptó y ya estaba a punto de cruzar la puerta, cuando un agarre en su brazo lo detuvo.

- Alexander-  girándose, encontró un par de ojos dorados que lo miraban con tristeza- ¿Te vas?- Alec asintió, confundido-Pensé que habíamos quedado en que te iba a llevar- Los ojos de Alec se abrieron en sorpresa y fue el turno de Magnus de mostrar confusión- ¿Lo olvidaste?- Alec desvió la mirada y asintió lentamente. Ninguno de los dos supo cuando Etta se retiró, dejándolos solos.

-Mírame- Magnus puso un dedo bajo su mentón y lo subió, para que sus miradas conectaran nuevamente - Siento no haberte preguntado, pero igual ahorita es un buen momento. ¿Quieres que te lleve a tu casa?-Alec asintió otra vez, incapaz de encontrar su voz - Muy bien, está decidido-dijo Magnus tirando de su mano hacia la puerta.

Cuando llegaron, Alec vio sus pocas cosas en una pila ordenada afuera de su departamento, y a Jonathan Morgenstern entrando a este. Bajó corriendo y se topó con Hodge, un anciano agradable que se encargaba de cobrar el alquiler y administrar el lugar para su señor.

-¡Hodge! ¿Qué...?
-Necesito el dinero, Alec. No te puedo esperar más.
-¿Qué tal si le paga ahora?¿Puede devolverle el apartamento?- Magnus había bajado detrás de Alec, y con un vistazo captó toda la escena. Hodge lo miró y le dijo.

-Me temo que no es posible, Mr. Bane. La persona que vieron entrar al departamento es el hijo del dueño, Valentine Morgenstern. Él mismo vino a reclamar el departamento para su hijo. No hay nada que pueda hacer. Lo siento, Alec- Hodge le palmeó la espalda y se fue. Magnus sólo lo abrazó, mientras Alec lloraba, los dos en el piso. Cuando Alec se tranquilizó, Magnus le dio la orden al chófer de subir las pocas pertenencias de Alec a la limosina, y después se ofreció a llevar a Alec a donde él quisiera. Alec suspiró y le dijo:

-No tengo a dónde ir, Magnus. Mis hermanos viven con sus parejas, y definitivamente no voy a volver con mis padres- Magnus tuvo una idea. Sabía que sonaría muy alocada, pero él sentía la necesidad irracional de proteger y cuidar a Alec, y esa idea solucionaba ambas situaciones.

-Ven a vivir conmigo. Mi departamento es grande, y no tendrías que preocuparte por el transporte, o cualquier gasto, de hecho. Como habrás notado, tengo suficiente dinero. Y no te preocupes- añadió a ver la expresión horrorizada de Alec- tengo más habitaciones. Son amplias. Si no te gustan, podemos redecorar. O hacer otra- A esas alturas, Magnus ya no sabía que estaba diciendo. Se sentía nervioso, como pocas veces en su vida. Generalmente era muy seguro, pero el hecho de que Alec se fuera a negar lo ponía extrañamente mal. Realmente no sabía que iba a hacer si Alec no aceptaba.

-No me quiero aprovechar de ti, Magnus. Ya has hecho mucho por mí.
- Hasta donde yo recuerdo, yo fui el que te hizo la propuesta. Si quieres, tómalo como compensación por haberte desnudado sin tu consentimiento-Alec se estaba rindiendo y Magnus lo sabía. Solo ocupaba un poco de tiempo para aceptarlo.

-¿Y cómo sé que no lo harías de nuevo?- Alec sonrió y Magnus supo que había ganado.
-Tienes mi palabra, Alexander, de que no te haré nada que tú no quieras. Si no, siempre puedes escribir un artículo sobre... - Las palabras de Magnus despertaron otra duda en Alec.

-Hablando de eso... ¿No crees que se verá muy raro si vivimos juntos? Quiero decir, eres mi jefe y... - Magnus silenció a Alec con un dedo en sus labios.
-Para ellos somos pareja. Y creo que se vería más mal si el novio de Magnus Bane durmiera debajo de un puente. Imagínate cómo quedaría mi reputación-dijo Magnus mientras caminaban hacia la limosina. Después le abrió la puerta a Alec.

-¿Entonces esto sólo lo hace por su imagen, señor Bane?-  dijo Alec mientras se subía.
-Por supuesto, señor Lightwood. Por lo mucho que me importa mi imagen, estoy saliendo con un reportero que trabaja para mí-dijo Magnus con una sonrisa, subiendo también al vehículo. Alec soltó una carcajada, y comenzaron a avanzar.

A partir de ahí, todo fue mejor para los dos. Como ambos eran organizados, pronto establecieron un sistema de convivencia como roomies. Magnus  se encargaba de todos los gastos fijos (aunque también incluyó la ropa de ambos) y Alec surtía la despensa. Se turnaban para cocinar, conducir y limpiar.

Magnus había decidido permitir que se difundiera la mentira de que eran pareja, pero sin hacer ninguna declaración pública. Eso le había permitido a Alec escribir con total libertad, ya que todos sabían que estaba bajo la protección de Magnus, por lo tanto, nadie se atrevía a dañarlo.

Tres meses después...

Magnus estaba muy nervioso, y no sabía por qué. Bueno, en realidad si sabía... ¡pero era ridículo! No es como que no lo hubiera hecho antes. Lo había hecho ya verias veces, pero esta vez era diferente. Incluso había practicado toda la semana para esto. Al carajo, tenía que hacerlo. No podía seguir otro día así. Cuando vio a Alec llegar del supermercado, todos sus miedos desaparecieron. Sólo esperaba que Alec lo escuchara hasta el final.

-Alexander ¿podemos hablar?-
-Claro, sólo dejo... las bolsas...-
-¡Oh! Cierto. Yo acomodo todo lo de la cocina, tú te encargas de lo demás-  Mientras Alec acomodaba, no pudo evitar preguntarse que era lo que Magnus querría hablar con él. Su inseguridad lo atacó de sorpresa, diciéndole que inevitablemente Magnus se había hartado de mantener un parásito en su casa, que seguramente necesitaba recuperar su espacio.

Sólo agradecía que se lo fuera a decir de frente. Si Magnus no lo quería allí, él lo aceptaría. No forzaría nada, por más enamorado que estuviera de él. O justo por eso.

Cuando terminó su parte, volvió a la sala, sólo para encontrar a Magnus sentado en el sofá, y enfrente de él, dos tazas del té favorito de ambos y, por un segundo, Alec se permitió tener esperanza.

-Dime.
-Alec... Alexander. Nos conocemos desde hace un tiempo, hemos convivido bajo el mismo techo por el mismo tiempo... Y creo que eso nos ha dado un nivel de confianza suficiente para pedirte esto... - Alec dejó de escuchar. Ahí estaba. Esa era la parte donde Magnus le pedía que dejara el loft. Sólo esperaba que le diera un poco de tiempo para encontrar otro lugar.

-¿Quieres que me vaya? Sí es eso, sólo te pido que me des un poco de tiempo para buscar un nuevo lugar.
-¿Qué?¡No! - dijo Magnus, recién dándose cuenta de que sus palabras sonaban muy mal- ¿Tú te quieres ir?
-No, tampoco.- Ambos suspiraron aliviados-¿Entonces que me ibas a decir?
-¿Quieres ser mi novio, Alexander?
-Pero si ya somos novios.
-No así. Yo quiero que sea algo real, no sólo sospechas, palabras sueltas o algo que se pueda malinterpretar.-

Porque sí, Magnus había tenido detalles con Alec, y le había coqueteado más de una vez, pero nunca estuvo seguro si este le correspondía. Alec no decía nada, y Magnus estaba empezando a pensar que eso había sido un error.

-Sí.
-¿Qué?-
-Que sí, si quiero. Yo lo he querido hacer, pero... - Cualquier otra cosa que Alec fuera a decir fue cortada inmediatamente por los labios de Magnus sobre los suyos, y Alec sólo pudo agradecer por haber ido aquella noche al bar.

~~~~~~~~~
Esto debía ser un One Shot 😐

Volvemos a la programación normal

One Shots MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora