Capítulo 47 - Eres igual que todas...

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Mariel...

— ¿Tienes algo que decir? — escuche la pregunta de Jack, pero, simplemente no podía responder — ¡Mierda Mariel te estoy preguntando!

— Yo... — no podía decir nada, solo observe la pantalla, las imágenes de esa noche en la habitación de Jack... en mi despacho... en el auto después de haber almorzado con el... ¡Joder!

— ¿Entonces es verdad? — me tomo la mano jalándome hacia el — ¡Dime algo carajo! — lo observé a los ojos y pude ver la rabia y el dolor...

— Si... — fue lo único que dije, me alejé de él tratando de calmar mis emociones — pero no es lo que piensas...

— «JAJAJA» — soltó una risa bastante fuerte, se llevo una mano a la cabeza jalando sus cabellos — no es lo que parece... — murmuro. Su respiración era sumamente agitada, mire sus ojos cristalizándose y fue cuando mi corazón más se rompió. — ¿Por quien me tomas? ¿No decías que me querías? ¿Este es tu amor?

— Jack... escúchame. Todo eso paso cuando tu y yo ni siquiera habíamos confesado nuestros sentimientos — mentira — yo, me hacia la idea de que era solo un contrato...

— ¡Joder Mariel esa foto es de hace tres días! ¡Estabas vestida de la misma forma, no lo niegues! — la ira en su voz era evidente pero también el dolor, comencé a temblar y por primera vez quería llorar.

— Si, pero... — ¿Que excusa le daba? Ese día deje que Martín me besara solo porque... porque así lo quería creyendo que Jack jamás se enteraría.

— ¿Pero ¿qué? Dime ¿Te obligo? ¡Carajo Mariel dime por favor!

— ¡No, no me obligo! Paso por que yo lo deje, creí... creí que jamás lo sabría nadie. Había decidido seguir mi corazón por ti y...

— ¡¿Tu corazón?! — se levanto de la silla y camino hacia mi lo que me dejo sorprendida — ¿Dime que soy para ti? Te fuiste con el por que soy un lisiado ¿verdad? — me tomo por ambos brazos sacudiéndome.

— ¡No, eso jamás! ¡Jack yo de verdad te amo!

— ¡MIENTES! ¡Mientes...! Justo como ella — no dejaba de sacudirme a tal punto que me estaba lastimando — ¡Eres igual de mentirosa que ella!

— ¡Señor deténgase! ¡La esta lastimando! — Steven al igual que Janeth intentaban alejarme de Jack, pero su agarre era fuerte.

— ¡Jack para! Hablemos...

— ¡No! ¡Eres igual que todas! Una maldita... — me aventó con fuerza, pero Steven me alcanzo a agarrar, Jack camino a la estantería de vino y comenzó a tirar todo, estaba eufórico.

— ¡Jack para te vas a lastimar! — intente acercarme a el pero no me dejo.

— ¡Lárgate Mariel! No quiero volver a verte nunca...

— ¡Jack! — grite al verlo caer sobre los vidrios, sus piernas no resistían mucho de pie.

— ¡No me toques! — quise ayudarlo, pero me alejo — vete Mariel vete... no vuelvas. — retrocedí con mi corazón hecho pedazos, verlo así me mataba.

— Es mejor que se valla Señorita Lamberts, por favor... — suplico Steven.

— Perdóname Jack... — me di la vuelta y Sali junto con Janeth.

Mientras recorría los pasillos las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, siempre fui una mujer fuerte, que soportaba todo, pero, justo ahora, no podía. Ver a Jack en ese estado me causaba demasiado remordimiento, mis acciones me trajeron consecuencias. Algo que no creí. Janeth se mantuvo en silencio y se lo agradecí, miré la gran ciudad a través de la ventana de cristal del ascensor. Me recargue en los barandales y por primera vez, Mariel Lamberts lloro como nunca lo había hecho.

La Obsesión de Jack Black [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora