La Obsesión de Jack Black [✓]

Capítulo 7 ― Los dos vamos a disfrutar

El castaño comenzó a besar y devorar mis labios con fervor, sentía sus manos recorrer mi piel mientras Paola besaba su cuello. Si algo teníamos es que en ocasiones compartíamos un hombre y solíamos disfrutar de ese tipo de experiencia así que, ya no era nuevo notar que él nos deseaba a las dos.

Lena por su parte ya se había perdido con el pelinegro quien sabe dónde y la verdad no me importaba, el alcohol ya estaba haciendo su parte en mi organismo y el ambiente estaba bastante caliente y tentador.

— Vallamos a un lugar más cómodo — mencioné mientras el castaño devoraba la boca de mi amiga con alevosía sin igual. Me levanté sin esperar a que ellos me siguieran y, como mi mente ya estaba nublada por la cantidad alocada de Whisky que había bebido, creí entrar a la puerta correcta.

Cuando la abrí está me llevo a un pasillo oscuro el cual jamás había visto, caminé por el con la esperanza de hallar el cuarto donde siempre hacia mis fechorías, sonreí ante esa idea y, tambaleando, fui recorriendo el pasillo dios sabe en qué dirección iba.

Comencé a tararear una canción un tanto loca esperando encontrar esa habitación y tener un buen polvo.

Touch my body, put me on the floor
Wrestle me around, play with me some more
Touch my body, throw me on the bed
I just wanna make you feel like you never did

Touch my body, let me wrap my thighs
All around your waist, just a little taste
Touch my body, know you like my curves
C'mon and give me what I deserve and touch my body

Solo podía pensar en ese momento en esa tonta canción, pero, vamos, era todo lo que quería que me hicieran en este preciso momento.

Justo cuando pensé en darme por vencida encontré una puerta « ¡Bingo! » brame de felicidad y la abrí sin la mayor decencia posible ignorando la escena que estaba ante mis ojos.

— ¡¿Que no sabes complacer a un hombre?! — una voz algo conocida para mí exclamó y mire al hombre sentado en la cama aventando a una rubia quien, asustada, cubría sus pechos con sus manos.

— Yo... Lo siento señor.... — estaba nerviosa y en sus ojos denotaba el miedo que tenía, yo estaba quieta mirándolos con la puesta abierta y yo, recargada en ella.

— ¡Fuera, largo de aquí! ¡Le diré a tu jefe que no haces nada bien! — este le aventó una almohada seguido de un vaso de agua que tenía a su lado y ahí fue cuando no pude más y entre en acción.

— ¡¿Que te pasa idiota?! — jale a la chica como pude evitando que le cayera encima a lo que el hombre abrió los ojos y me miro molesto.

— ¡¿Tu qué haces aquí?! ¡¿Quién eres?! — pregunto exaltado mientras yo ayudaba a la chica a salir de ahí.

— Nadie que te interese idiota ¿Que acaso estás deseoso de sexo que nadie te complace? — cerré la puerta y lo mire juguetonamente, quizás podía divertirme con él, al fin y al cabo, estaba increíblemente ebria — ¿O no se te para? — reí un poco fuerte y solo pude denotar su mirada asesina, analice bien su rostro y, aunque tenía una cicatriz algo curiosa, se veía atractivo. La luz no era mucha, pero, era lo suficiente como para darme cuenta de algunas facciones.

— ¡Lárgate de aquí! — bramó molestó.

— ¿Y si no quiero? — me quite el saco y la blusa que tenía, así como mis pantalones quedándome en total lencería. Era de encaje negra, capaz de levantar hasta un muerto, de eso estaba segura. No me quite la máscara pues no deseaba que viera mi rostro así añadiría más diversión al juego.

— Entonces tendré que sacarte a patadas — justo cuando iba a alcanzar su celular me lanzó sobre el quitándoselo, lo aventé lejos y me puse a horcajadas sobre el mirándolo a los ojos — ¡¿Oye que...?!