Capítulo 41 - Apuestas

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Jack...

¿Quién es tan idiota como para secuestrar a un árbitro? Sinceramente espero descubrirlo, lo que me impresiona es la habilidad que tiene Mariel para resolver los conflictos, mover, mover allá. Sinceramente me maravillo por la forma en que logro encontrar a ese hombre.

— ¡Cuñado! — escuche la voz de Brian, venia caminando como todo un playboy, bueno eso me dijo Mariel que el así era... como ella.

— Brian... — asentí — ¿Qué te trae por acá? — pregunte, Mariel estaba revisando la situación del cambio de arbitro por lo que sugirieron medio tiempo.

— ¿Cómo esta la situación? Vine en cuando mi padre me dijo por teléfono

— Pues... esta manejando muy bien la situación... — le señale la pantalla y justo la cámara aun enfoca baba a Mariel, se le veía discutiendo, gritando y señalando a diestra y siniestra... nosotros seguíamos en la sala VIP, mientras mi hermosa mujer resolvía sus propios asuntos.

— Valla, te dije que mi hermana sabe como mover bolas — reí junto con el — la verdad ella es perfecta para este trabajo, por eso le deje el camino libre — se sentó a mi lado, tomo un vaso de Coñac y comenzó a platicar. Brian me caía muy bien, pero sentía que había algo en el que me era desconocido, no en mala manera... como si tuviera un trauma o algo así — desde que era niña jamás jugo con muñecas o a la casita. Siempre estaba tras de mi con espadas, pistolas de juguete... Mariel siempre quiso ser diferente y cuando vio por primera vez un partido de Football debiste ver su rostro, ligeramente sus ojos brillaron como estelas en el cielo.

— Wow, no me imagino eso...

— ¿Quién se imagina a una Mariel así? Nadie — Martín se sentó con nosotros igual con su vaso de licor — la verdad es que te ganaste la lotería Jack — dijo con seriedad.

— Tengo suerte de conocer y estas con una mujer como Mariel, ella es única — dije con sinceridad, ya tenia mas que claros mis sentimientos por ella solo, esperaba que terminara el contrato y le pediría oficialmente salir conmigo, la quería como la dueña y señora de todo lo que yo poseía.

— ¿Qué tanto hablan de mí? — todos volteamos a mirarla cuando entro a la sala como la diosa que era, se veía espectacularmente hermosa.

— De lo hermosa que eres... — soltó Martín, la miré sonrojarse y... me pareció extraño su comentario, pero no quise decir ni pensar nada.

— Gracias señor Demetrius, pero me gustaría escuchar la opinión de mi novio — me guiño el ojo y se sentó entre su hermano y yo.

— Eres una fierecilla hermanita... — exclamo Brian.

— Gracias por eso de novio y si te vez preciosa — acerco sus labios a mi mejilla dejando un dulce beso que me dejo pasmado, casi nadie o de hecho nadie había tenido estas atenciones conmigo.

— Eso era lo que quería escuchar... ¿Han visto a mis amigas?

— ¡Aquí estoy! — Mariel volteo y vimos a Paola regresar, se veía extraña, Mariel entrecerró los ojos y se que fingió una sonría... ya comenzaba a sospechar de ella y yo también.

— ¡Que milagro! — hablo Mariel con sarcasmo — me preocupe por ti, ¿A dónde te fuiste? — la sonrisa de Mariel era inquisitoria, adoraba esa parte de ella donde se hacia la tonta y tu caías redondito.

— Pues... emergencia femenina — contesto ella un tanto vacilante, Mariel asintió y dejo de lado el tema.

— Mándame mensaje si ocupas algo, sabes que eres mi invitada.

— Yo también soy tu invitado y no dices esas cosas Mariel — bromeo Martín, me parecía extraño pues no lo solía hacer...

— Tu puedes atenderte solo, ¿verdad Jack? — asentí.

La Obsesión de Jack Black [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora