Jack...
No negaré que me sorprendió que aceptara mi ayuda, me sentía nervioso cuando nuestros ojos se cruzaban, pero debía disimularlo. No podía negar que deseaba que ella fuera la mujer de anoche, quizás por eso la estaba ayudando, por qué mi deseo de que Mariel Lamberts fuera la musa de mi corazón se hiciera realidad.
Después de dos horas debatiendo y reorganizando los calendarios de juegos, la reunión había terminado, podía observar como Félix miraba con rencor a Mariel, podría ser algún examante de ella. Sonreí de vez en cuando al notar que sus planes no habían salido como querían o que nadie apoyaba a Mariel, era inaudito que la discriminaran por eso.
En cierta forma la entendía, se lo que es que he menosprecien por sé quién eres. Por cómo te vez, por lo que te convertiste. O quizás por lo que la vida quiso que fueras. No sabía mucho de ella, pero ya me daría el tiempo de investigar a profundidad.
— Señor Black, creo que tenemos una conversación pendiente — se acercó a mí con elegancia y porte, era notable su educación y la forma en la que se desenvolvía demostraba que pertenecía a la alta sociedad.
— Claro que sí, ¿Le parece si vamos a un lugar más privado? — pregunté y ella asintió.
— No pensé que un hombre serio como usted quisiera ayudar a una mujer como yo — comento mientras caminábamos fuera de la sala.
— ¿Por qué no habría de hacerlo? Usted no merece que la desprecien — dije con sinceridad cuando una voz nos interrumpió.
— Te has salvado está vez Lamberts, ¿Dime qué hiciste para que un hombre como él te ayudará? — ese idiota de Félix realmente era como un grano en el culo, molesto y fastidioso.
— ¿Por qué te interesa? ¿A caso también gustas de sus servicios? — su comentario me confundió un poco, pero a la vez me causo gracia, por la forma en que el reaccionó.
— No seas Infantil Mariel, quizás te salvaste en esta ocasión, pero ten por seguro que me apoderare de tu equipo y todo lo que tienes — Mariel comenzó a reírse algo fuerte, cruzo los brazos y hablo.
— Sabes más acción y menos palabras tonto, quizás intentaste armar un complot contra mí en esta ocasión y la verdad Félix no sabía que podías caer tan bajo como para lamerles las bolas a los directivos y que te apoyaran en esta tontería — se acercó a él y golpeó su pecho con tu dedo, sus movimientos eran increíblemente sensuales que realmente no me cansaba de verla — pero sabes una cosa, tu aún no me conoces a la perfección.
— Mariel... — intento interrumpirla, pero ella no se dejó.
— El hecho de que hayas estado entre mis piernas y dentro de mí no quiere decir que puedas manejarme a tu antojo y amenazarme con mi firma. Este equipo es el legado de mi familia y ni tú ni nadie me lo va a arrebatar solo por qué sus pelotas se lo dijeron — lance una expresión de asombro por la forma en la que ella cuida de lo que le pertenece y más por su forma de hablar tan ruda pero delicada y elegante a la vez.
— Esto es solo el comienzo Mariel, te haré llorar lágrimas de sangre — resoplo Félix.
— Creo que estás muy dolido Félix, pareces novia abandonada. Te lo advirtió solamente, no conoces a la verdadera Mariel Lamberts, no sabes de lo que soy capaz cariño con tal de defender mi territorio — se acercó a él susurrando algo que, para los demás era inentendible, pero, yo lo escuché muy bien — hasta cortarte el pene y dárselo de comer a mi mascota, así que vete por la sombrita.
— ¡Te vas a arrepentir Mariel! — exclamó.
— Oh ya lo estoy haciendo, pero de haberte conocido querido, lástima que no seas tan memorable — solté una ligera risa y mire al tonto de Félix.
— Debe saber que así no se le habla a una dama Señor Dubois. Ella ya no está sola así que si le declara la guerra voy yo incluido, tenga cuidado — me miro con desdén y se dio la vuelta para marcharse no sin antes decir sus últimas palabras.
— Se arrepentirán los dos, y señor Black, no debería cantar victoria aún. Hay mucha gente que quiere su cabeza y quizás pueda ser el medio para obtenerlo — asentí con una sonrisa, es algo que se bastante bien, pero estoy acostumbrado.
Lo mejor de estar siempre en las sombras es que conozco a mis enemigos, se lo que piensan por qué, yo soy igual o peor que ellos.
— Después de está frustrante introducción ¿Le parece si la invitó a comer? Señorita Lamberts, sería un placer hablar de negocios — ella me miro y sonrió, podía percibir lo diferente que era a comparación con las muchas que han pasado por mi vida.
— Sería excelente ¿Ya había venido aquí antes? — me pregunto mientras caminábamos hacia el estacionamiento.
— No, pero a dónde usted quiera ir a comer por mí no hay problema — asintió y le dijo algo a su asistente — Vallamos a un restaurante italiano, conozco uno excelente.
— A donde usted decida ir — sonrió y me indico que cada uno iría en su propio automóvil.
— Entonces lo vemos allá, puede seguirme para no perderse — asentí y Steven empujó mi silla hasta la camioneta donde nos iríamos.
— Síguela y no la pierdas de vista. Además, consígueme toda la información necesaria sobre su familia y en especial de ella — ordene ya están en el auto.
— Lo que usted diga señor — arrancó y mis escoltas nos siguieron de cerca, íbamos siguiendo al Ferrari de Mariel, y era imposible perderlo pues era de color azul brillante « Que gustos tan peculiares tiene » expreso mi conciencia mientras me perdía en la hermosa vista de esta ciudad.
No sabía cómo sería la situación a partir de ahora, pero lo más importante es que esa chica seria mi socia y, si era la mujer de anoche, no dudaría en tenerla solo para mí. Debía ser mía a toda costa y si no era ella, de todas formas, la ayudaría. Se cómo es el terreno en el campo de los negocios más si es uno tan rentable como la NFL.
« Ya veremos qué sucede, solo concéntrate ahora en crear una alianza con ella. Sería de mucha utilidad en el futuro »
Después de unos 20 minutos manejando llegamos a un restaurante bastante elegante, está mujer tenía buenos gustos y sabía de la etiqueta. Estaba ansioso por saber más de esta chica, mi corazón se aceleraba cada vez que sus ojos azules se cruzaban con los mío y podía sentir que a ella le pasaba lo mismo.
Se veía increíblemente hermosa con es vestido blanco que acentuaban sus curvas a la perfección, Mariel era una combinación entre lo sexy y lo elegante. Sus movimientos eras naturales y no tenía que fingir nada. Sus gustos bastante peculiares pues pude notar los aretes y collares Swarovsky que traía puestos. Al menos era sincera cuando se trataba de lucir y como no serlo si ella se ganaba su propio dinero administrando una firma valuada en millones de dólares.
— Señor Black ordene lo que desee, yo invito. Usted me ayudó mucho hace unas horas al menos déjeme invitar la comida o cena, mejor dicho — expreso una vez que nos sentamos en la mesa.
— Se lo que se siente ser discriminada, y aprecio que haya aceptado mi ayuda — el mesero nos trajo un vino Château Lafite, cortesía de Mariel, hasta en los vinos tiene un gusto exquisito.
— Seré clara, ¿Por qué me ayuda? No tenemos nada en común y ni siquiera nos conocemos — tomo un sorbo de su copa y me enfrentó, valla que eso me sorprendió.
— Quizás si nos conozcamos y usted no lo recuerde — entrecerró los ojos y me observó con detenimiento.
— Independientemente de si es verdad o mentira que ya nos conocemos, ¿Que gana usted con ayudarme? — me cuestiono sin temor.
— Señorita Lamberts, la NFL tanto en el campo como en la oficina es un juego de depredadores y presas, los más fuertes contra los más débiles. Si bien no tengo un interés genuino de ayudarla, quizás sea algo más personal — el mesero nos trajo lo que ordenamos y los dos seguimos mirándonos sin temor, como si buscáramos debilidades en la otra persona.
— ¿Que deseo personal busca satisfacer? — sabía que me estaba arriesgando demasiado, pero algo dentro de mí me decía que ella era la mujer de anoche y que debía tenerla para mí.
— Sea mi mujer, y tenga por seguro que no perderá su firma por nada del mundo.
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La Obsesión de Jack Black [✓]
RomanceTe pienso.....piel con piel. Aspiro el aroma de tu cuerpo mientras siento como tus manos me acarician. Las siento recorriéndome tibio su tacto. Se juntan nuestros labios....me comes....te como....juegan nuestras lenguas....los dos salivamos.... Busc...