Jack...
¿Mi vida siempre será así? ¿Nadie puede amarme como deseo? Miro a la ventana y parece que el color de los días no existe o simplemente no deseo verlo. Me encerré en mi despacho por cuatro días deseando que nadie me molestara. Estaba completamente solo, mi madre ya no estaba, ni mis amigos, ni la mujer de la que me enamore.
Miraba el gran ventanal deseando que el licor me adormeciera, pero pareciera que eso no sucedería. Entre tantas botellas de Ron, Wiski, Vodka, mi cuerpo simplemente parecía estar atento a cada situación y momento del día.
Escuchaba el teléfono sonar y sonar, pero no quería contestarlo. Sabia de antemano quien era o eso esperaba. ¿Qué excusa me quería dar? ¿Quería pedir un favor ante todo el desastre creado? Los accionistas me convocaron nuevamente a una reunión, pero no deseaba verlos, ¿Con que cara lo haría? De seguro Raúl, mis tíos y mi abuela estarán contentos con todo esto.
Trate de levantarme, pero me fue imposible, mi cabeza dolía, mi cuerpo estaba entumido. Me recargue en el sofá de cuero, pero no calcule bien y termine resbalando cayendo de espaldas al suelo.
— ¡Auch! ¡Mierda! — grite al sentir un vidrio encajarse en mi mano. Estaba todo oscuro, ignore el dolor y me arrastre como pude hasta mi silla.
— ¡Señor! — escucho a Steven entrar a mi despacho y encender la luz cosa que me cegó por un momento.
— ¡Carajo, espera antes de encender la jodida luz Steven! — le grite molesto, mi humor estaba igual que antes o peor. No soportaba a nadie.
— Me disculpo — se acercó ayudándome a sentarme en la silla — escuche su grito y me preocupe, los teléfonos no paran de sonar...
— Si, sí. Mierda ya se que son los jodidos accionistas — suspire impotente — los veré después de darme un baño. Llama a Vernon, dile que quiero verlo en mi oficina, ese día no pude hablar con él.
— De hecho, esta abajo señor. Ese día intento hablar con usted, pero estuvo ayudando a la señorita Lamberts con todo el... — lo mire con frialdad ante la mención de Mariel. No quería escuchar nada de ella. — Perdóneme...
— No quiero escuchar ese nombre otra vez... llévame a mi habitación, debo prepararme para la reunión — ordene presionando mis sienes, el dolor era horrible.
— Si señor.
— Y tráeme algo para la resaca, yo me vanare solo — asintió, me empujo hasta mi cuarto, le pedí la ropa que me pondría y me dejo en el baño. Quería estar solo el mayor tiempo posible y relajarme, así que dejé correr el agua caliente una vez que me senté en la tina.
Los recuerdos de Mariel golpeaban mi memoria cada vez que cerraba los ojos, sus palabras, sus promesas, sus besos, sus caricias. « ¡Basta Jack! ¡Ella no te ama como lo dijo! » me recriminé, seguí aseándome hasta terminar.
Sali del sanitario, me vestí con mi típico traje negro. Acomode mi mascara, mi corbata y mis zapatos. Cuando me miré al espejo, vi al mismo Jack de hace 7 meses, ese que aún no conocía a Mariel. Ese que era cruel y frio con todos, ese era el que debía volver. Me había vuelto demasiado voluble por amor, pero no más.
Steven estaba esperándome a fuera, me empujo hasta el ascensor y juntos bajamos al primer piso. Justo como me dijo ahí estaba Vernon en la sala, tomando un te y charlando por teléfono muy alegre. Supuse que era la chica que compro en La Subasta, solo he ido dos veces y no más, no es lugar para mí.
— Si nena, cuídate y estamos en contacto... Vanessa... te amo... — sonreí de lado, al parecer también mi abogado y amigo estaba enamorado — ¡Jack hermano y mi mejor cliente! — bramo al verme.
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La Obsesión de Jack Black [✓]
RomanceTe pienso.....piel con piel. Aspiro el aroma de tu cuerpo mientras siento como tus manos me acarician. Las siento recorriéndome tibio su tacto. Se juntan nuestros labios....me comes....te como....juegan nuestras lenguas....los dos salivamos.... Busc...