Capítulo 40 - Cambio de Arbitro

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- ¿Lista para el juego? - me pregunta Jack una vez que estamos en la sala VIP, el estadio se ha llenado bastante, los directivos llegaron y todos los empresarios que aman ver el juego. Los palcos donde se puede apostar están prácticamente a toda su capacidad, no podía pedir más.

- Obvio cariño, no les tengo miedo ni mis chicos tampoco - le sonreí ofreciéndole una copa, tomo mi mano y la acaricio.

- Lo sé, tu eres la líder que ellos realmente necesitan, nadie te va a derrotar nena - sus palabras me llenan el alma sin que lo pueda notar y su toque es delicado pero lleno de cariño, me siento realmente bien.

- Y tu eres quien me ha apoyado en todo esto y te lo agradezco - dije con sinceridad mientras nuestras miradas se cruzaban, mi corazón latía con fuerza cada vez que esos ojos me miraban.

- Valla que hermosa pareja tenemos aquí - el directivo de los Dolphin se nos acerco con una sonrisa, el temerario Alexander Pixtón, un ricachón algo novato pero feroz en los negocios - ustedes son la sensación de la NFL, no dejan de hablar de como son una pareja excepcional.

- Ya sabes Alexander, las sorpresas pasan - dije sin temor, ya no me molestaban los comentarios sarcásticos sobre mi relación con Jack.

- Lo se querida, ¿Pero estas lista para perder hoy en casa? - bromeo con confianza.

- Ella no perderá te lo aseguro - expreso Jack sonriendo con satisfacción, aun con su máscara se veía increíblemente atractivo añadiéndole este traje azul oscuro que delineaba perfectamente su cuerpo trabajado, estaba de muy buen ver mi novio... « ¿Dije novio? Ay Mariel... estas cayendo » me recordó mi conciencia que sonreí como tonta.

- ¿Por qué esa sonrisa de enamorada? - pregunto alexander con picardía.

- Nada, solo que mis chicos destrozaran a los tuyos sin piedad y perderás los 2 millones que acabas de apostar - me burle y el solo sonrió insatisfecho.

- Eso ya lo veremos querida - se retiro para seguir saludando a los demás empresarios que estaban en la sala, alguno de ellos casualmente nos saludaba.

Lena y Paola aún no habían llegado lo que me tenía ansiosa, les había invitado y ambas habían confirmado.

- Ellas llegaran, no te preocupes nena - la voz de Jack me tranquilizo y me senté cerca de el pues el juego había comenzado.

- Lo sé, solo que siempre están conmigo en los juegos de casa - lo mire y el me sonrió, tomo mi barbilla y dejo un casto beso en mis labios. Sus besos eran diferentes pero adictivos, tenían ese efecto que se esparcía lentamente por mi cuerpo pero que me hacían anhelar aún más.

- Ellas llegaran mas pronto de lo que piensas... - en eso el arbitro dio el pitido y mis chicos iniciaron el juego con una patada de media cancha, cuando me concentre la voz de mis amigas vinieron detrás de mí que salte emocionada.

- ¡Mariel! - las miré y corrí a abrazarlas, estaban las dos aquí conmigo.

- Chicas pensé que no vendrían... - en eso miré entrar a Eric y Martín lo que hizo que mi sonrisa se congelara.

- Oye no te dejaríamos sola - expreso Lena.

- Si, perdóname por estar alejada pero mi ahora restaurante requiere de mi supervisión y valla que me esta lleno muy bien - me explico Paola por lo que le creí sin duda alguna, volteé a mirar a Jack y este la observaba con desconfianza, aunque ya le había explicado que no encontré nada aun así aseguraba que había algo extraño en ella.

- ¿Y ustedes que hacen aquí? - les pregunte a Eric y Martín, pero especialmente a Martín.

- Yo los invite nena, casualmente Martín mudo su oficina aquí por que consiguió un buen contrato y abrió una planta y de Eric pues ya sabes... - me explico Jack acercando su silla de ruedas para tomar mi mano, asentí un poco consternada, pero me abstuve de hacer algún comentario sobre ello mas por las miradas de Martín.

La Obsesión de Jack Black [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora