Capítulo 30 - Una sorpresa no tan agradable.

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A la mañana siguiente ambos estábamos en el jardín del hotel disfrutando del desayuno tan excéntrico que nos ofreció la NFL, Mariel caminaba a mi lado en todo momento, reía y se desenvolvía de una manera maravillosa. Podía ver las miradas de lujuria que muchos le daban, y como no si traía un Jumpsuits rojo con la espalda descubierta, sin mangas que la hacían ver demasiado sexy.

Realmente quería ponerle un abrigo para que nadie más la viera como lo hacían, pero ella jamás lo permitirá, es demasiado libre como para dejarse someter por mí.

— Valla, Valla la pareja del anos y no solo eso, la única que ha causado un revuelo interesante en toda la historia de la NFL — la voz de Raúl vino detrás de nosotros y ambos lo miramos con desdén — ¿Cómo pasaron la noche? ¿La pudiste satisfacer? — pregunta mirándonos con burla, al lado de el hay una rubia que no deja de observa a Mariel con envidia.

— ¿Quién quiere estar con un hombre así? Solo una mujer barata — Mariel hace una mueca de sorpresa, pero sé que está burlándose.

« Si preciosa, ella si es natural no como tu llena de plástico en todos lados » dice mi subconsciente mirando a la plástica barbie.

— ¿Y tú Raúl? ¿Lograste romper ese trasero de platico? ¿O tu pene es demasiado débil como para darle placer a esta chica? — las preguntas de Mariel hacen que estos dos idiotas la miren con odio.

— ¡Cállate maldita zorra! — grita la rubia.

— Mariel no sabía que tenías una lengua tan afilada — Raúl intenta consolar a su mujercita y Mariel aprovecha para atacar.

— Y no solo eso lo tengo afilado, así que llévate tus comentarios a otro lado al igual que tanto plástico que traes cargando. Al menos Jack no tiene que conseguir mercancía barata para que lo acompañe — su comentario me hizo reír tanto que casi escupo el jugo de naranja.

— ¡Ahora si maldita perra! — la rubia empuja a Raúl y se lanza contra Mariel, le hago una señal a Steven, pero antes de que el pueda llegar a la rubia Mariel toma su cabeza llena de extensiones y la estampa contra la meta.

— A mucha honra soy una maldita perra, plástica así que no te metas conmigo o te romperé esa nariz operada y dejare que todos vean el relleno de tus bubis falsas y ese trasero que no excita a nadie, así que no insultes a mi novio ni a mi en el futuro ¿Estamos? — la rubia intenta zafarse arañando con sus feas unas el brazo de mi mujer.

— ¡Déjala Mariel, que salvaje eres! — brama Raúl acercando de a Mariel.

— ¡Ma vas a pagar esto! — grita la plástica, Raúl intenta alejar a Mariel, pero ella le da un patada en los genitales, toma un cuchillo y lo acerca a su cara.

— Creo que quien las pagara eres tú, y si soy una salvaje — todos a nuestro alrededor nos miran y en sus rostros hay muchas emociones, burla, desdén, enojo, pero a mi mujer no le interesa — estas advertida es la ultima ves que me insultas — le arranca las extensiones de un jalón y la deja ir.

— Que horror, no sabía que caías tan bajo con una travesti literal — dije con burla mientras vería como Raúl se levantaba ayudando a su acompañante con todo este drama.

— ¡Esto no se quedará así, me las van a pagar los dos! — nos grita señalando en especial a Mariel.

— Ay Raúl deja de gritar como un perro — una mujer bastante elegante se acerca a nosotros y nos sonríe — además ellos tienen razón, escoge mejor a tus acompañantes o causaras vergüenza en toda la liga — se aleja molesto mientras Mariel y yo reímos ligeramente, hace mucho no me divertía como ahora.

— Muchas gracias por defenderme — dice Mariel a la mujer quien estrecha su mano.

— He tenido muchas ganas de conocer a la icónica Mariel Lamberts, soy tu fan numero uno. Yo soy Camila Carter, una de las accionistas — Mariel abre los ojos y estrecha mas la mano de Camila, había escuchado hablar de ella, pero no le gustaba estar en los eventos.

— Es un placer Camila, y yo soy tu fan, realmente admiro como llegaste a ser accionista — quizás deba retirarme pues esta es platica de mujeres y no me siento algo cómodo — la verdad estoy emocionada de conocerte.

— Y yo a ti preciosa, igual a usted señor Black, cuando escuche que los dos vendrían y no solo son aliados si no pareja no quise perderme nada — estrecho su mano y ella sonríe, es muy guapa para la edad que escuche que tiene.

— También es un placer para los dos poder conocerla, no esperábamos su presencia en este evento Señora Carter, nos honra — digo con sinceridad.

— Vamos a sentarnos que de seguro están cansados, quiero que me cuenten toda la situación y si puedo ayudarles, confíen en mi — los tres nos sentamos y charlamos por bastante tiempo, no conocía mucho de Camila, pero por lo que veo es igual de intrépida y despiadada que Mariel.

No duda en demostrarles a todos que una mujer puede hacer lo mismo que un hombre y hasta mejor, en eso la apoyo pues mi madre es excelente en el ámbito de los negocios, no por nada mi padre la puso al frente de Black Diamonds en su momento cuando estaba con vida.

—Fue un placer conocerla Camila — se despide Mariel una vez que vamos a subir al auto para ya irnos al aeropuerto, los juegos comienzan la próxima semana y ambos estaremos muy ocupados, pero nos veremos mas seguido de lo que ella piensa.

—Un placer conocerlos a los dos, realmente me impresiona el equipo que hacen, sigan así y llegaran lejos... — se sube a su auto y baja el vidrio — Oh y no olviden mandarme la invitación a su boda, quiero ser la primera en recibirlo — cierra el vidrio y los dos nos quedamos congelados ante su comentario.

—Creo... que eso fue extraño — dice Mariel en voz baja y yo acaricio su mano.

—Calma, solo es un comentario, no le tomes importancia, o podríamos hacer su sueno realidad — ella golpea mi mano y me observa con algo de enojo.

— Oye, ni te emociones guapo, esto es un contrato y nada de eso pasara. Aunque eres bueno en la cama a mi nada me ata, ten eso en mente — se acerca para dejarme un beso sutil en la boca mientras trato de reprimir mi molestia — aunque puedes intentar convencerme...

— Gusto en verte Mariel, ¿Cómo te fue con los inspectores? — comenta Félix quien viene caminando con una chica que no conozco, pero, parece que Paola si pues entrecierra los ojos y la chica solo agacha la cabeza.

— ¿Paola que haces aquí? — ignora completamente a Félix quien no parece nada feliz.

— Estoy aquí acompañando a feliz Mariel no pienses mal amiga, él es un inversor en mi restaurante — Mariel la mira con duda, pero asiente.

— Parece que te gusta pisarme los talones, ¿Es tu nueva conquista Félix? — le pregunta con cierta ira y este sonríe de lado. — debes tener cuidado con el Paola, te puede estafar.

— Que mala percepción tienes de mi querida, Paola es mi acompañante esta tarde, pero creo que ustedes ayer estaban tan inmersos en sus asuntos y el día de hoy también, que ni nos notaron. Hemos estado aquí todo el tiempo — Paola mira a Mariel y asiente, creo que es una de las amigas que ella me había platicado, aunque no entiendo por que aprieta los puños, ¿Sera que esta celosa de ella? No, eso no es posible.

— Tranquila amiga — la chica castaña se separa de Félix y camina hasta Mariel — se cuidarme sola, no te he contactado por que estoy muy ocupada con mi restaurante y además tu tenias mucho con que lidiar así que no quise interrumpir — no se por que sus palabras suenan algo... falsas para mí.

— Solo cuídate, Félix es un lobo vestido de oveja Paola, ten cuidado — Mariel le da un pequeño abrazo antes de despedirse.

— Nosotros nos retiramos ya que empieza la temporada, mantén tus ojos donde los tienes feliz, descubriré tus trucos — le advierto antes de que Steven empuje mi silla de ruedas y los 4 entremos a la camioneta, Mariel se sienta al lado de Janneth y no vuelve a mirar a Félix ni Paola.

— Creo que quien necesita abrir los ojos, son ustedes, tienen muchos enemigos a su alrededor. Cuídate hermosa, vámonos cariño — toma la manos de Paola y esta se despide con entusiasmo de Mariel, ella la mira con frialdad y sonríe falsamente al devolverle la despedida.

— Interesante... — solo dice eso y voltea a la ventana perdiéndose en sus pensamientos mientras los autos avanzan.

Llegamos al aeropuerto y tomamos mi avión privado, Mariel no me ha dirigido la palabra en todo el camino y puedo sentir la tensión que hay, solo le pido a la aeromoza que nos traiga bebidas y algo para relajarnos pues iré con ella a Wisconsin, quiero protegerla, hacerle ver que conmigo ella, está segura.

La Obsesión de Jack Black [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora