Capítulo 2

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-¡¡He dicho que se la quites!!-el grito de una chica me sobresaltó, haciendo que abriera de golpe los ojos.

Nada más hacerlo el recuerdo de esta maldita pesadilla reinó por todas mis venas. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo podía estar de nuevo en este maldito lugar?

-Estate quieta, te irá muy mal si te mueves.-me susurró la secuaz de Nicole mientras me quitaba la sudadera y la camiseta. El fuerte frío volvió a golpear mi cuerpo.

-¡¡Extiende tus brazos, ahora!!-le hice caso a Nicole y los extendí como pidió. Ella se acercó hasta mí, sin dejar de mirarme. Posó su mirada en mis brazos y los comenzó a examinar. Su mirada de odio subió hasta mis ojos, me miró con rencor, no había visto jamás una mirada con tanta hostilidad. Estaba por alejarse cuando Ava le interrumpió. Ava, si, así se llamaba.

-¿La tiene?-le preguntó Ava, lo que ocasionó que Nicole se acercara a mí con una velocidad inhumana y un puño hacia mi cara. La oscuridad, que hacía años no experimentaba, volvió a mi cuerpo, no pude hacer nada más que recibirla como una antigua amiga.

-Si.-sentenció con odio.

Esto era demasiado raro. ¿Por qué no me despertaba? La sensación de tener algo atado en mis ojos aumentaba con cada segundo. Intenté moverme, pero volvía a estar atada en algún lugar. No, no era el árbol, era una superficie fría y metálica, de eso estaba segura.

-Está consciente.-oí que dijo alguien a mi izquierda.

-Excelente.-esa voz, era demasiado familiar. Unos fuertes golpes de unos tacones sobre el suelo provocaron que me pusiera en alerta. Alguien posó una mano en mi mejilla, ocasionando que me sobresaltara. Sus dedos se acercaron a la supuesta venda que cubría mis ojos, segundos después, una fuerte luz hizo que cerrara los ojos al instante. Comencé a parpadear para acostumbrarme al ambiente. Una figura conocida empezaba a formarse en mi campo de visión.-¿Pensabas que eso iba a ser lo último que verías de mi?-abrí los ojos de inmediato al encontrarme con la tan odiosa Nicole.

-Estás muerta.-le dijo con asco.-Estáis muertas.-corregí mirando a Ava.

-O eso te hicieron pensar.-alzó sus hombros mientras sonreía de una manera demasiado tétrica.

-Maestra tenemos poco tiempo.-dijo Ava mientras miraba un reloj de arena.

-¿Maestra?-pregunte confusa. ¿Qué demonios? ¿Por qué su "amiga" le llamaba así?

-Querida Allen, las cosas han cambiado desde que nos fuimos de la institución.-de la nada sacó un cuchillo de su bolsillo de atrás y empezó a danzarlo por mis mejillas.-Demasiadas diría yo. Al parecer los rumores eran ciertos.-bajo su mirada a mi muñeca.-La señorita Allen no puede ni siquiera controlarse.-intentó poner cara de pena.

-Eres una psicópata.-le espete en la cara. Segundos después sentí un fuerte golpe en mi mejilla.

-Te diré una cosa, nunca llames a un psicópata, psicópata. ¿Queda claro?-me agarro de la mejilla con su mano derecha y comenzó a estrujarla.-¡¿He dicho que sí queda claro?!

-Vete a la mierda.-intenté moverme mientras le escupía en la cara.

-¡¿Cómo te atreves?!-me volvió a pegar una bofetada.

-Eres solo una maldita pesadilla, no creo que puedas tener muchas quejas.-alce los hombros restándole importancia.

-¿Eso crees?-comenzó a reírse.-Ava. ¿Has visto lo idiota que se ha vuelto?-giró su cabeza hacia ella.

-Si, si maestra.-le contestó mientras bajaba su cabeza.

-Siento decirte que no es una pesadilla.-volvió a pasear el cuchillo por mi cara.

Nada tiene sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora