Capítulo 33

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A lo largo de mi vida había imaginado miles de escenarios diferentes sobre qué estaría haciendo en esos momentos. Desde estar trabajando en una cafetería de mala muerte, hasta haber estudiado la carrera de mis sueños y estar dando clases de lo que me gustaba. Lo segundo se había cumplido, pero... no de la manera que me esperaba. Porque si, estábamos en una maldita guerra por una maldita y tonta tontería.

El horror en los gritos de los mutilados no paraba de sentirse durante toda la carrera que habíamos hecho desde que habíamos dejado a Elizabeth sola con esos licántropos. Era una alfa, si. Pero eso no te salvaba de acabar mal herida, ni rota por dentro.

"Es muy fuerte, estará bien". ¿Y si no pasaba eso? ¿Y si pasaba algo muchísimo peor? Y si.... Y si...

– Chloe, vamos.-Otis logró llamar mi atención.-No queda nada.

– No.-negué repetidas veces con mi cabeza cesando de correr.-Tengo que ir a la piscina.

– ¡¿Qué?!-gritó Alex.-No podemos hacer eso. Es prácticamente un suicidio.-se llevó las manos a su cabello desesperado.-No sé cuánto tiempo nos queda, Chloe. Pero tenemos que llegar a la cabaña.

– Tengo que ir.

– Chloe, tiene a Isa y a Alycia. Tenemos que ir a por ellas.-explicó Otis.

– No nos queda mucho tiempo.-repitió Alex.

– Escucharme bien porque no lo voy a repetir dos veces.-me acerqué a ellos malhumorada.-Mis compañeras están perdidas en una puta batalla. ¡Y para colmo solo puedo sentir la angustia que está sintiendo Eva ahora mismo!-grité enfurecida.-Así que si. Voy a ir y no podéis hacer algo por impedirlo.

– Está...está bien.-Alex dió un paso hacia atrás.-Tus ojos.-me señaló.-Hacía mucho que no los veía rojos.-llevé las manos a la cara inconscientemente.

– Tranquila, nosotros intentaremos rescatar a Alycia y a Isa.-el abrazo de Otis me tomó por sorpresa.-Contrólate, esos ojos no tienen muy buena pinta.-susurró muy bajo.

– Nos vemos luego. ¡Tener cuidado!-grité antes de darme la vuelta y empezar a correr.

Eva sentía angustia. Miedo, terror...era lo que sentía en ese momento al solo poder notar eso de mis compañeras.

Estábamos en una maldita guerra, en un maldito campo de batalla ... .Uno en el cuál no esperé estar nunca y más por culpa de Nicole. ¿Quién iba a decir que Nicole, esa chica rebelde, formaría todo un ejército para matarme y quedarse a Eva como si fuera un trofeo de victoria? Menuda psicópata.

. . . . . . . . .

Empujé a un brujo, que intentó lanzarme un hechizo, por los aires. Demasiado lento. Su cuerpo chocó contra un árbol, haciendo que su figura se quedara incrustada en su tronco. Gritó de dolor, pero ni siquiera me importó. Ví más importante saltar el cauce del río y salir corriendo disparada de nuevo.

La tierra estaba prácticamente manchada de sangre, no quedaba un solo terreno marrón o verdoso y eso me asustaba.

No tardé en ver la característica puerta del pabellón de deportes. Aquello sí que era una completa masacre. La puerta estaba manchada de sangre, como si una horda de Zombies hubiese intentado hacerse paso por ella. Mi mano quedó manchada al abrirla.

Un olor nauseabundo golpeó mis fosas nasales, pero la imagen ante mi fue muchísimo peor: el profesor de artes escénicas devorado de arriba a abajo en medio del pasillo. Eso ya era otro nivel. Pasé por su lado, viendo como era imposible que estuviera vivo...le habían arrancado todos los órganos de cuajo.

Un grito, proveniente de la piscina, provocó que me pusiera en alarma. Corrí hacia la zona desesperada. Abrí los ojos como loca al ver como el agua cristalina de siempre se había convertido en un gran charco de sangre. Numerosos cuerpos flotaban en ella.

Nada tiene sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora