Capítulo 22

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-¿Mamá?-se me escapó un pequeño sollozo cuando mi madre me cogió la llamada.

-Hola, cariño.-me contestó alegre.-¿A que no sabes que? Se ha mudado una familia nueva al vecindario.

-¿A si?-intenté sonar como si no lo supiera.

-Si, su hijo se lleva muy bien con Chris.

-Genial.-trague en seco.-¿Qué tal está papá?

-Bien, justo se acaba de ir a trabajar con tu hermana. Y yo...-se quedó callada unos segundos.-No tardaré en hacerlo.

-El deber os llama.-me limpie una pequeña lágrima de mi mejilla.

-¡Christopher!-gritó mientras se despegaba un poco el teléfono.-¿Quieres hablar con tu hermana?

-¡Si!-ese grito me obligó a sentarme en la cama.-¿Hola?

-Hola.-intenté sonar lo más fuerte posible.

-Tata, ¿sabes que? Tengo un nuevo amigo.

-¿Si? ¿Cómo se llama?

-Alex. Sabe jugar al baloncesto como tú.-resoné la nariz.-¿Estás bien, tata?

-Si si, tan solo estoy un poco enfriada.-Eva, quien hasta el momento había estado ausente, unió nuestras manos.-Nada con lo que no pueda tu hermana.

-¿Estás con Eva?-me reí internamente. Eva era toda una diosa para él desde que le enseñó un truco de agua.

-Si, está aquí conmigo.-apreté el botón de altavoz.

-Hola, peque.-saludo Eva.

-¡Eva!-gritó emocionado.-¿Sabes que?

-No. ¿Qué pasa?

-¡Mi nuevo amigo me está enseñando a jugar a baloncesto para ser como tata!-le pasé el teléfono a Eva incapaz de sostenerlo más.

-Eso está muy bien.-le dijo mientras pasaba un brazo por mis hombros para abrazarme.

-Tengo que irme, si no llegare tarde al colegio.-dijo con pena.-Adiós.-de fondo se pudo escuchar como chirriaban sus zapatillas por la velocidad.

-Adiós chicas, llamar cuando queráis que no tenéis olvidados.-como no, las bromas de mi madre siempre están presentes.

-Adiós mamá.-susurre despegándome del cuerpo de Eva.

-Adiós Sophie.-se despidió Eva colgando la llamada.

¿Alguna vez había sentido tanta pena? ¿Acaso podría decirles la verdad algún día? No, no podría. Decirles que en algún momento de su vida han estado en peligro...sería lo peor del mundo. ¿Cómo le dices a tu familia que una psicópata quiere matarte? No había manera factible para hacerlo.

Nicole tan solo quería dos cosas; mi muerte y a Eva. Empezaba a pensar que alguna de las dos tendría. Pero las dos a la vez...nunca. Mi muerte o Eva. Mi muerte era lo único que yo podía controlar.

-Uff.-me deje caer entera en la cama.-Ha sido más difícil de lo que creía.

-Todo saldrá bien.-se tumbó a mi lado mientras juntaba nuestras manos.-Ignis y Peter se encargaran de tu familia.

-Eso espero.-resople mirando al techo.-Necesito decirte algo.

-Dime.-se sentó en la cama para verme mejor.

-No os he dicho del todo la verdad.-su mirada cambio a confusión.-Hace dos días recibí una llamada de Nicol.

-¿El mismo día que pasó lo de los marcos de fotos?-preguntó entrecerrando los ojos.

Nada tiene sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora