Capítulo 29

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Sus caricias no hacían más que regalarme pequeños cortocircuitos por todo mi ser. Desde hacía ya unos minutos que nos habíamos duchado y vestido, pero ninguna se atrevía a salir de la cama.

-¿En qué piensas?-me preguntó cuando me vio mirando directamente al techo.

-En la vida.-resoplé.-¿Seguro que mi familia está a salvo?-paró sus caricias por un instante, asustándome.

-Eso quiero pensar.-no me gustó que sonara tan sincera.-El equipo no ha informado de ningún ataque, así que quiero pensar que todo está bien.

-Yo también.-me incorporé para poder mirarla.-Hoy hay luna llena.-admití agotada.-Sabes lo que significa, ¿no?

-Que tu cuerpo volverá a sufrir.-bajó la cabeza apenada.-Ojalá hubiera otro modo.

-Pronto se eliminará todo el veneno.-le cogí de la mano.-Ya verás.

-Eso espero.-unió sus labios a los míos en un casto beso.-¿Ya has pensado lo de Cate?

-No voy a obligar a Elizabeth.-negué con la cabeza repetidas veces.-Y ni pienso decírselo a Blanchett si me lo dijera.

-¿No te dijo para qué quería saberlo?

-Si tu no lo sabes, yo menos.-acaricié su mano.-Creo que debería prepararme.

-Seguro que Eva te está esperando en su habitación para darte la dosis.-apretó mi mano.-Doy gracias a que Eva lograra retrasar la luna.-sonreí recordando lo contenta que vino hasta a mi para explicármelo.

-Si, ojalá se pudiera hacer de nuevo, pero ya sabemos como es la luna.-me levanté de la cama.

-Ten cuidado, ¿vale?-se acercó hasta a mi.-No sabemos como funciona del todo esa especie de antídoto.

-Estaré bien.-levanté los hombros restándole importancia.-Solo me tiene que dar un poco de luz y me la pondrá.-le expliqué para tranquilizarla.

Me miró preocupada, era algo difícil de asimilar, pero era algo que tenía que pasar si no quería convertirme en una mujer loba. ¿Por qué no quería, no? No, claro que no; ya me valía con ser mitad vampira y mitad bruja. Ya era demasiado sobrenatural.

-Solo ten cuidado.-aseguró antes de darme otro beso.-Nos vemos mañana.

-Todo irá bien, tan solo es una tercera dosis de lo que me salvará en convertirme en licántropa.-le cogí de ambas manos.

-Si, algo que no sabemos una mierda sobre su contenido.

-Se que tiene algo de acónito y con eso me vale.-volví a besarla.-Nos vemos luego, Sarah.

-Ten cuidado, Chloe.

Salí de la habitación con la cabeza ya dando tumbos. La luna llena ya estaba en el cielo y seguramente me estaría mirando con una sonrisa prepotente. Antes me parecía algo hermoso, ahora no es más que una dolorosa tortura.

¿Cómo pasan los niños por esto? Por el universo, los gemelos. ¿Cómo pueden pasar por tanto dolor? Gracias a que ya estaban familiarizados y tan solo les bastaba con elegir si convertirse o no.

Esperaba nunca pasar por eso, porque solo significaría una cosa; la conversión se habría terminado conmigo como licántropa.

Dí tres toques en la puerta de la habitación de Eva, quien me abrió en segundos.

-Hola.-me saludó alegre.

-Buenas.-la besé mientras pasaba por su lado.-¿Preparada?

-Todo preparado.-me abrazó por la espalda.-¿Tú lo estás?

Nada tiene sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora