-¿Alguna duda?-pregunté a mis alumnos después de explicar el tema. Nico enseguida levantó la mano.-¿Si?
-¿Quién es el chico que no para de pasar por la puerta?-preguntó casi con miedo.
Instintivamente miré hacia el cristal de la puerta, en él se podía ver a Jorge pasar cada diez segundos.
-Es el nuevo guardia, no hay nada de qué preocuparse.-le contesté con tranquilidad para calmarle.
-¿Podemos conocerle?-preguntó con entusiasmo Marc.
-No creo qu_.-me callé al ver las caras de pena que pusieron todos.-Esta bien, pero después de esto quiero que corráis hasta el comedor. ¿De acuerdo?-todos asintieron.
Me acerqué hasta la puerta y la abrí, rápidamente Jorge se dio la vuelta con los ojos bien abiertos.
-¿Todo bien?-preguntó mientras llegaba corriendo hacia mi encuentro.
-Si si. ¿Te importaría pasar?-me miró bastante confundido.-Quieren conocerte.-susurré con cuidado.
-Oh, claro.-contestó arreglándose un poco la ropa.
-Os presento a Jorge.-le presente una vez estábamos dentro del aula.-Vuestro nuevo guardia.
-Hola.-les dijo Jorge nervioso.
-¡Hola!-gritaron todos con entusiasmo.
-¿Es un vampiro?-Ellie fue la primera en romper el silencio.
-No, soy un hombre lobo.-le contestó rascándose la nuca.
-¡¿En serio?!-los ojos de Nico se iluminaron instintivamente.
-Shh.-le susurró Marc.-Nos vas a dejar en ridículo.-le dio un pequeño golpe en el brazo.
-Verás Jorge, en esta clase hay muy pocos licántropos.-dije en voz alta para que Nico no se avergonzara.
-¿De verdad?-preguntó asombrado.
-Así es. Tan solo lo son Marc, Nico y Astrid.-les señale a medida que los fui nombrando.-Y ahora a cenar, ya es demasiado tarde.
Todos al instante se levantaron y corrieron hasta la puerta, no sin antes despedirse de Jorge y de mi.
-Encantados de conocerle.-el trío antes nombrado se había quedado hasta el final para poder despedirse correctamente.
-Igualmente.-dijo Jorge mientras se agachaba a su altura.
-¿Se quedará aquí por mucho tiempo?-le preguntó Astrid estrechando su mano con la de él.
-Todo el tiempo que me dejéis.-le contestó nervioso sin saber qué más decir.
-Os vais a quedar sin cena.-les dije apoyándome en la mesa. Se miraron entre sí y no tardaron en salir corriendo segundos después.-¿Qué opinas?
-Que son demasiado majos y que tengo un hambre impresionante.-contestó haciéndome reír.
-Anda vamos, ya es demasiado tarde.-le dije mientras salía del aula.-¿Sabes si_.-fui interrumpida por Paula, quien subía las escaleras con rapidez.
-¿Dónde estabas?-preguntó cómo pudo.
-¿Qué pasa?-pregunté confundida.
-Nada, es broma.-contestó mientras se reía.-El comedor es muy aburrido sin ti. Por cierto, Eva me ha pedido que te diga que te esperaran en el gimnasio.-resoplé por su último comentario.
-Ya se que no puedes vivir sin mi.-Paula puso sus ojos en blanco. Comenzamos a caminar rumbo al piso de abajo, la verdad era que me estaba muriendo de hambre.
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Nada tiene sentido
FanfictionAl parecer, un simple "reformatorio", había logrado poner mi mundo patas arriba. ¿Sería capaz de aguantar lo que vendría a continuación? Segunda parte de Nada Es Lo Que Parece.