Flor de Diamante ─ Genya Shinazugawa

15 - Me confundes con otra persona

Ante la desesperación y miedo comenzé a gritar varias veces el nombre de todos, pero por muy alta que fuese mi voz parecía nunca llegar a ellos.

-- ¿Qué está pasando? -- dije mirando a todos lados, al ser un pueblo pequeño mi voz debería de escucharse claramente, aparte del gran silencio que en este había -- ¡Chicos! -- llamé por última vez

Como siempre nadie contestó ni se escuchó nada, solo quedaba una opción.

-- ¡Voy a entrar a esa casa! -- me dí vuelta y miré intimidante la casa -- ¡No pasará nada! -- dí unos pasos rápidos hacia allá

Ahora escuché un fuerte golpe viniendo de dentro, sentí como un escalofrío recorrió desde mis piernas hasta la cabeza. Agité mi cabeza varias veces mientras tenía la imagen mental de los demonios buenos para seguir avanzando " No me va a hacer daño " pensaba

Así que relajé mis músculos y procuré tener mi mano bien alejada de la espada, sino pensaría que soy una amenaza

Estaba parada frente a la puerta y lista para entrar pero sentí los pasos de varias personas acercándose, probablemente tres, así que me hize a un lado de la puerta porque pensé que saldrían, contrario a eso se mantuvieron en ese cuarto y comenzaron a hablar.

-- ¿Y por fin? -- preguntó una voz femenina

-- S-separamos a los muchachos p-pero -- esta vez parecía ser un hombre quien hablaba, parecía estar algo inquieto

-- Solo fue una la que se separó del grupo -- continuó otra persona diferente

-- ¡Mierda! -- gritó la primera voz -- ¿¡Una chica de mierda!? ¡Creí que habíamos encontrado a los putos Furawāseru! -- dío un pisotón que hizo temblar el suelo incluso donde yo me encontraba -- ¡Qué no entienden que el sucesor ahora era un hombre! ¿¡Acaso no puto confían en que yo digo la verdad!? --

-- ¡N-no! ¡Te j-juro que no es e-so! -- dijo la voz temblorosa

-- ¡Ahg! ¡Me tienen harta! -- volvió a gritar -- ¡Váyanse con ese grupo de los tres mocosos! -- se escuchó un quejido de una de las personas -- Y quiero que me traigan a los chicos -- esta vez, sonó como si alguien hubiera caído -- ¿¡Entendido!? -- dijo aún más alto

-- ¡S-sí! -- respondieron ambos y parecieron haberse marchado

" ¿Qué le pasará? ¿Furawāseru? Parece ser un nombre pero no se a qué se refiere, pero dijo algo de un grupo y a los chicos, ¿¡y si se refiere a Genya y Hyuren!? ¿¡Los matará!? ¡Debo impedirlo, si hablo con ella! "

Antes de yo hacer algo la puerta cayó a mi lado y dejó al descubierto al demonio, era una chica con marcas en su rostro, unos cuernos y de cabello morado. Esta, en cuando salió inmediatamente posó su vista en mí, parecía que cada vez más sus ojos se abrían

-- ¡N-no puede ser! -- se apartó tapando su boca -- ¡T-tú! --

Levanté mis manos para no asustarla -- No te alarmes yo- --

Antes de poder decir algo más sentí mi hombro doler, la chica ya no estaba delante mío y yo sangraba. Toqué el lugar donde el dolor nacía y giré lentamente a ver al demonio ¿por qué lo hizo? Yo no tenía ninguna intención de lastimarla...entonces ¿por qué?

-- ¡SI! ¡Por fin! -- rió mirando su mano manchada con mi sangre -- ¡Sangre de un puto Furawāseru! ¡Mierda! ¡Por fin! ¡Huele tan putamente delicioso! --

" ¿S-sangre? ¿F-Furawāseru? ¿Yo? "

-- ¡Espera! -- le grité haciendo que mirara hacia mí -- ¡Deja de decir esas cosas, te equivocas! ¡Yo no soy ningún Furawāseru! -- repliqué apretando mis puños -- ¡Mi nombre es Aria! ¿¡Entendiste!? --