17 - Masacre

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-- Chicos, quédense aquí un momento -- Hyuren ordenó bastante serio, lo que es raro siempre ha estado sonriendo todo el tiempo -- Iremos a confirmar una cosa -- su vista estaba fija en la lejanía creo que allí fue donde estaba el demonio, al menos la última vez que lo ví

-- ¿El demonio sigue vivo? -- preguntó Genya

-- No, estoy seguro de que ya se tuvo que haber desvanecido -- se levantó y rascó su cabeza -- Pero bueno, queremos ver otra cosa, vamos Shuurei --

-- Si -- dijo caminando a su lado -- ¡Volvemos en un segundito! -- ambos hablaron viendo si destino

Genya suspiró y giró a verme, casi instantaneamente sorprendiéndose -- ¿¡Aria!? ¡N-no llores! ¡Si te duele mucho iremos a un médico! -- comenzó a buscar con la mirada a los gemelos, que de hecho se fueron muy rápido

Ante lo que dijo yo negué con la cabeza -- No, no hace falta -- cambié mi vista a sus ojos -- Solo estoy felíz --

Él bajó la cabeza un poco apenado -- Eh...perdón, por haberte ignorado antes --

No se por qué sacó el tema pero, tal vez deberíamos de aclarar las cosas ahora -- No, no tienes que disculparte, fue mi culpa de todas maneras -- dije todo con una sonrisa, iba a pedirle disculpas pero me interrumpió

-- ¿¡Qué!? ¡No no no, no fue tu culpa! -- arqueé una ceja dudosa -- ¡No pienses que es tu culpa! ¡Es mía, solo mía! --

-- Genya... -- mencioné temblorosa -- Yo fui quien se quedó dormida anoche, ¿acaso tú también? -- me dió miedo lo que dijo, si se quedó dormido anoche entonces ¿quién nos llevó a las habitaciones? Pensar eso solo me daba escalofríos en todo el cuerpo

-- ¿Qué? -- se quedó pensando por unos segundos hasta que respondió -- No, no me quedé dormido ¿a qué te refieres? --

Eso me hizo sentir aliviada, después de todo no había sido un fantasma quien me llevó al cuarto -- Anoche me quedé dormida mientras hablabas y parecía ser importante lo que decías, perdón, no quería hacerte pensar que eras aburrido -- por fin pude disculparme, ya quedé más tranquila

-- ¿Ah? -- se quedó sin palabras aunque no entendí por qué -- ¡A-Aria! ¿Pensaste qué era por eso? -- comenzó a negar con la cabeza -- ¡No no! ¡Para nada! --

-- ¿Mhm? ¿Entonces por qué estabas enojado? -- mi pregunta lo puso más nervioso e incapaz de hablar, debió de ser malo preguntar -- Genya, mejor no digas nada -- comprendí que debía de estar avergonzado así que no lo molesté más -- Dejémoslo así --

-- E-eh...pero... -- dijo viéndome preocupado

Al bajar la vista me dí cuenta que estaba en el suelo y Genya me estaba aguantando por la espalda y las piernas, intenté moverme un poco para levantarme pero mis huesos dolían por lo cual solté un leve quejido. Seguí intentándolo pero no funcionaba, dolían demasiado mis piernas

Seguramente esto sucedió cuando me lanzó lejos antes de que los demás llegaran, suspiré, ya ni siquiera puedo caminar y me hize un estorbo

Genya notó mi estado y cerró los ojos antes de bajar la cabeza. Me preguntaba qué estaba haciendo, tal vez estaba cansado o también le dolía algo " le preguntaré "

-- Genya -- llamé al alzar mi mano para tocar su hombro

Antes de hacer nada se puso de pie conmigo en brazos -- ¿N-no te molesta, verdad? --

Negué con la cabeza -- ¡No claro que no! ¿Pero tú estás bien? ¿No tienes problemas en llevarme así? --

-- No -- dirigió su vista a la casa donde entraron los gemelos, que era donde ella tuvo aquella extraña charla -- V-vamos con los gemelos -- volvió a verme -- ¡P-pero no te preocupes, si el demonio sigue vivo u otra cosa-! --

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora