48 - Investigación

511 53 20
                                    

-- Perdóname porque me hayas tenido que ver así... -- dijo Genya avergonzado mirando al suelo

-- ¡No, no pasa nada! -- palmeé su espalda intentando levantar su ánimo -- No importa, al menos ya podemos hablar con naturalidad ¿cierto? -- sonrío para animarle

-- Sí, cierto -- me devuelve la sonrisa acompañada de un color carmesí asomándose por sus mejillas -- Por cierto, ¿a ti te asignaron esta misma misión? -- comenzamos a andar hacia la habitación de Genya

-- ¿Eh? No, claro que no -- mis palabras le dejaron algo confundido, ya que entonces no sabía qué hacía yo allí -- A-ah bueno...entenderás...quería venir porque...em...¡luchar contra los demonios, sí sí! -- hacia gestos torpes con mis manos a medida que hablaba -- Y bueno...de paso...te extrañaba un poquito... -- desvié mi vista con tal de no saber de qué forma Genya me estaba mirando, daba mucha vergüenza admitir esto que acabo de decir

-- Uh...uhg... -- murmura él colocando sus manos en su rostro para ocultar su sonrojo

-- ¡A-ah! ¿¡E-estás bien!? -- giro hacia él y con delicadeza toco su brazo intentando apartarlo para poder ver su cara

-- Sí...no pasa nada... -- murmura con voz entrecortada -- S-solo... --

-- ¿Solo? -- reitero nuevamente para que él continúe con la frase

-- N-no es nada -- este alza el rostro dejando a la vista lo rojo que está, y toma mi muñeca para llevarme con él -- Solo vamos...ha-hablamos allá --

" Fuiste muy tierna Aria, solo eso. Quisiera poder decirle... " - piensa el joven Genya

Miro hacia abajo y veo como este tiembla un poco su agarre en mi muñeca. Me zafo lentamente para poder tomarle de nuevo pero esta vez entrelazando nuestras manos, y también lo hice un poco por capricho

En su habitación nos sentamos ambos en una mesa que había en el centro de esta, situada al lado de la cama. En cuanto hubo un silencio Genya lo tomó para comenzar a hacer preguntas, sobretodo el por qué de mi precensia allí

-- Bueno...a mi padre solo le dije que saldría a buscar información sobre un pueblo...jeje -- reí en un intento de aliviar la atmósfera

-- ¡Pero Aria...! Ahora seguro está preocupado por ti -- Genya suspira

-- No...seguro que no, no te preocupes -- sonrío algo forzada. Me preguntaba por dentro, yo le dije a él que mi familia eran demonios, pero nunca le mencioné el pequeño detalle de que mi padre era justamente el progenitor de los demonios, al que todos ellos querían asesinar. Así que, no creo que sería apropiado decirlo, no, no por ahora al menos

-- Ya veo... -- Genya miró al suelo, quedando por unos segundos ambos callados -- Aria, ¿cómo es tu situación familiar? Ya sabes, por lo de los demonios y eso --

-- Uhm... -- murmuro una y otra vez intentando encontrar una respuesta que no luzca un mínimo de sospechosa -- Bueno...me han cuidado bien, de hecho, nunca he probado un solo trozo de carne humana en mi vida, por si te lo preguntabas --

Genya asiente rascando su nuca -- Bueno, no es que me lo preguntara la verdad -- cruzamos miradas -- Solo digo...¿los has visto alguna vez comiendo o no? -- asiento -- ¿Y no te da...asco o repulsión? --

-- No -- contesto casi al instante, dejando a Genya algo confundido -- ¿Por qué sentiría lástima por un humano?, es absurdo -- observo hacia la pared, encontrando las palabras correctas para expresar lo que sentía verdaderamente -- Ellos nunca han hecho nada por mí, ¿acaso ser de la misma especie nos vuelve automáticamente aliados? Es estúpido -- Genya escuchaba mis palabras atento, mientras un sudor frío recorría su cuerpo al ver como a mis ojos los consumía a un lento ritmo el color rojizo de mis pupilas-- Por mí como si todos desaparecen de la faz de la tierra, y solo quedan vivos mis seres queridos --

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora