39 - Disculpas

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Douma y Akaza lo han intentando todo, literalmente todo para que el ánimo de la pequeña se levanté un poco.

-- Aria-chan vamos, heladito, ¡del que te gusta! -- dijo el rubio acecándole un potesito de helado intentando hacer que se anime

La chica seguía negando todo lo que querían darle. En ese momento solo deseaba descansar un poco y ya mañana arreglar las cosas con su padre

-- Ya para, traerle miles de cosas no resolverá nada -- regañó Akaza cruzado de brazos

Su compañero arqueó las cejas, ya no sabía qué hacer ni traerle -- ¿Entonces qué hacemos? Aria-chan -- fue hacia el lado de la chica para sentarse junto a ella. La pobre estaba abrazando sus piernas mientras ocultaba su rostro, el demonio sentía mucha pena por ella y puso sus ojos de cachorrito -- ¿Quieres que te ayudemos a que te fugues y veas a tu amigo? --

-- ¿Qué? -- Akaza se sorprendió y enojó por lo que dijo, pues ya lo metieron dentro cuando ni siquiera habló con él de eso

Aria negó con la cabeza -- No necesito nada Douma-chan... -- contestó con la voz cortada y llorosa -- Solo quiero...dormir un poco --

Ya ambos sabían que no les quedaba nada que hacer allí -- Está bien -- Douma le dió un besito en su cabeza antes de marcharse con Akaza

La puerta se cerró lentamente hasta dejar a la pequeña sola. Inmediatamente ella se dejó caer hacia un lado y ahí se quedó acostada, en ese momento le pareció lo sufientemente cómodo

Solo quería caer rendida y que ya fuera el día siguiente. Tenía muchas ganas de ver a su padre y pedirle perdón para que ya todo volviera a la normalidad. No quería recordar aquella expresión de enojo en su padre, y mucho menos volverla a ver

Cerró sus adoloridos ojos mientras su carita seguía húmeda por las lágrimas. Tardó solo unos minutos para que ya se durmiera

Douma y Akaza se asomaron por la puerta unos minutos después para ver qué hizo. No se resistieron al verla en esa posición tan incómoda así que con mucho cuidado de no desperarla, la acomodaron y arroparon

-- ¡Qué buenos padres somos Akaza-dono! -- susurró

-- Cállate -- contestó hablando en voz baja y rápidamente depositó un beso en la frente de Aria

Douma quedó viendo la escena con una gran sonrisa, el aura pura abundó en cuanto Akaza dió ese beso

-- Nos vamos -- dijo llendo seriamente hacia la puerta, ignorando lo que había pasado

-- ¡Oh sí, espera! -- Douma de puntillas fue al lado de Aria a darle otro besito y así ambos irse

Ese fue un pequeño momento donde por fin Douma y Akaza se llevaron bien

~~ • ~~

La pequeña abrió sus ojos que ya no le dolían y se sentó lentamente en su cama. Miró a su alrededor con los ojos entrecerrados, por ninguna razón aparante

Se puso de pie y fue a lavarse la cara, cuando se vió al espejo notó que sus mejillas aún seguían rojas y sus ojos algo hinchados. No le prestó mucha atención y regresó a su cuarto para vestirse

Ella decidió que para las disculpas con su padre tomaría uno de los ramos que tenía hechos para dárselo en conjunto. Fue a uno de sus cajones y de ahí lo tomó, un ramo que tenía unas azucenas y orquídeas

Tragó saliva y con sus temblorosas manos abrió la puerta, preparándose para en unos momentos después hablar con él

Sin embargo y para su sorpresa no tuvo que esperar tanto. Pues al salir chocó con el pecho de alguien, y al apartarse y alzar la mirada vió a su padre, mirándola fijamente

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora