Flor de Diamante ─ Genya Shinazugawa

4 - Una flor

Douma tal como prometió me llevó a un jardín inundado de flores, cada una más hermosa que la anterior.

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Era como una mariposa, temerosa de flor en flor pero no recogía ninguna, solamente estiraba un poco su manita para luego alejarla y contemplarlas.

-- Aria-chan -- llamó su atención -- Puedes coger las que quieras -- tenía una amplia sonrisa brindándole seguridad

Ella agradeció de todo corazón el apoyo que siempre le brindaban. A pesar de criarse con ellos aún tenía bastante respeto y admiración.

Agarró varios lirios blancos, otros de un tono más azulado, y al final una amapola color amarillo. Seguidamente regresó con todas recolectadas.

-- ¿Estás segura que solo quieres esas? -- se agachó y comenzó a acariciar esos cabellos blancos -- Puedes tener más --

Como respuesta sonrió abrazándolas -- No te preocupes Douma-chan, con esto es más que suficiente --

Revolvió sus cabellos y la cargó para regresarla a casa. Esta vez el turno de cuidarla era de Kokushibo.

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En la tarde yo observaba su hablidad con la espada, para mí era magia ver lo rápido que combinaba sus ataques.

" Es impresionante... " -pensaba yo

Observé un palo que parecía a su espada, " yo también quiero intentarlo "

Lo sostuve de forma similar

" Lo quiero imitar...yo...quiero ser tan buena en la espada como Kokushibo-chan "

Lo observé e imité el dar un corte horizontal.

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Pero nadie se imaginaba que de la rama se creara un dragón de fuego que la envolvía ,y evidentemente el demonio se dió cuenta.

-- ¡Aria! -- a gran velocidad cortó el dragón junto con el trozo de madera y la recargó en sus brazos

Hizo un esfuerzo para calmar la repiración, pensaba que había un cazador justo detrás preparado para hacerla trizas, realmente era muy querida.

-- ¿¡K-Kokushibo-chan qué acaba de pasar!? -- escondió su rostro tras un mechón de cabelló del hombre -- Lo siento... -- comenzó a dar débiles sollozos -- ¡Soy una niña mala! ¡Causé que detuviera su entrenamiento! --

Él se agachó y dejó la espada en el suelo. Separó las manos que rodeaban el rostro enrojecido de la chica y secó sus lágrimas mostrando una sonrisa

-- No eres una niña mala -- descansó su palma sobre el cabello blanquecino -- ¿Puedes explicarme qué fue lo que ocurrió? --

Relató el intento de de imitarlo, ahora pensó que fue una tonteria sin embargo a él le contentó, lo tomó como un alago. Intentó alegrar a la pequeña como podía. Aria lo abrazó intentando detener sus llantos, un abrazo también correspondido

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• Horas después •

1:35 A.M

-- Muzan-sama, Aria realizó una de las posturas, concretamente de la Respiración de las llamas --

Su afirmación le espantó -- ¿Estás seguro? -- confirmó en silencio haciendo que colocase la palma en su frente como símbolo de estrés -- Cómo hizo eso... -- suspiró