45 - Empezar a comprender

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Unas, por lo que parecía, joyas estaban en la frente de Aria, y comenzaron a brillar tenuemente de color rojo claro

Kokushibo no tenía idea de lo que eran, por lo que no pudo evitar el ponerse nervioso

Aria ya casi yacía dormida y él no quería despertarla. Miró hacia arriba e intentó concentrarse en otra cosa, ya que no puede dormir

Sin embargo, de su cabeza no podía salir la extraña imagen de esas piedras, o lo que sea que ella tenga en la frente. Volvió a bajar la cabeza sintiendo algo de culpa, no funcionó su plan. Vió su frente de nuevo, ahí seguían brillando esas pequeñas piedras de un tenue color azul

Levantó su brazo silenciosamente intentando no perturbar el sueño de la pequeña. Con lentitud acercaba su mano a aquellas piedras. Él temblaba de manera leve, le daba miedo el qué sería eso.

Finalmente, al tocarlas con suavidad, se dió cuenta que eran bastante más duras de lo que él pensaba, eran tan gruesas como un hueso. De forma triangular con punta ovalada, un color resplandeciente y leve azul, y cuando intentaba quitárselas no podía, parecía que estaban pegadas. ¿Qué era eso? ¿Será que ella se lo pegó a la cabeza? ¿Por qué razón lo haría? Tantas preguntas...

Pero ahora no podía investigar eso con más profundidad, tanto movimiento despertaría a Aria. Así que, no le quedó otra opción que esperar a que sea de mañana, un poco ansioso, pero no tanto como antes, al menos pudo resistir a su curiosidad

~~ • ~~

Desde que me levanté Kokushibo no para de observarme. Cada paso, cada acción, la sigue con su mirada. El único momento que me dejó sola, fue cuando tuve que ir al baño y cambiarme. Sobretodo, no dejaba de observarme la frente, y aunque le preguntara ¿qué pasa?, él negaba y continuaba viéndome. Me siento algo extraña...

Fui al baño nuevamente, pues él me hizo pensar que tenía algo en la cara al verme de manera tan fija. Me paré en frente del espejo y empecé a examinar mi rostro, buscando por la imperfección que veía tanto Kokushibo.

" ¿Tal vez sea ese granito? No, lo tengo hace varios días, él ya se dió cuenta. ¿O mi ojo inflamado...? No...está normal. ¿Mi cabello? ¿Estará mal peinado? "

Eché la parte de atrás de este hacia adelante para peinarlo un poco, luego lo acomodé nuevamente.

-- Lo veo igual...¡ya sé, puede ser el cerquillo! -- ansiosa, creyendo que ya lo descubrí, pasé la mano por el cabello que cubría mi frente, pero no me era suficiente. Lo levanté para volverlo a acomodar, tomé el cepillo y lo peiné, primero hacia arriba y luego cuando lo bajase sería hacia abajo

Pero mis ojos captaron otra cosa, algo, algo había en mi frente de la cual no me había dado cuenta antes

-- ¿Q-qué es...? ¿U-una piedra? -- rápidamente sujeté mi cerquillo con la mano derecha y la izquierda la acerqué con temor. Al tocarlos, los sentí muy gruesos y...pegados a mi cuerpo, que fue lo que más me asustó

Yo no recuerdo haberme pegado esto ni nada en mi cuerpo, menos en mi cabeza. Quiero quitarlos, porque no se qué son y no me gustan para nada. Pero al intentar hacerlo, estos eran tan pequeños y resbaladizos que me era imposible.

Entré en pánico

Me puse a pensar en diferentes cosas, ¿y si era un tumor? ¿Una malformación? ¿Era siquiera una enfermedad?. Tenía demasiado miedo, ¿y si lo que fuese eso me mataba? ¿Me estará matando ya lentamente?. Esas y miles de otras preguntas revoloteaban por mi cabeza

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora