En poco tiempo estaba ya en la fortaleza infinita. Miré a los lados y me encontré con Nakime, ella claramente debía estar cerca porque fue quien me trajo.
Aunque, comenzé a temblar un poco, debido al sueño que recordé. ¿Está bien que yo esté aquí? ¿no me odiarán si saben lo que he hecho? ¿o quizás ya lo saben?
Escuché unos pasos dirigiéndose hacia mí, supe de inmediato a quien le pertenecían y eso solo me ponía más nerviosa
-- Aria -- con oír su voz, ya era seguro de quien se trataba. Tuve mucho miedo para girarme así que solo quedé en mi lugar encogiéndome de hombros -- ¿Qué pasa? -- mi silencio le hizo preocupar, siempre estaba acostumbrado que saltara a abrazarlo
Fue directo a tocar uno de mis hombros y enseguida se dió cuenta de todas mis heridas. Sé que como el buen padre que siempre he tenido se preocuparía armando un alboroto, al menos hasta que supiera la verdad
-- ¡Papá! E-espera... -- aguanté su mano y la separé un poco
-- No voy a esperar -- dijo seriamente -- ¿Acaso tengo que esperar que justifiques a quién te hizo eso? Claro que no --
Esto es raro, papá nunca se ha puesto de esa forma, aunque también que yo sepa nunca he regresado con tantas heridas antes ¡pero ese no es el problema!
-- Papá escucha por favor, yo... -- cerré mis ojos y apreté levemente su mano, estaba nerviosa, tal vez esta sea la última vez que pueda verlo de nuevo o hablar -- He...estado matando demonios... -- dije bajo, pero tuvo que haberlo escuchado
Sentí como esto lo hizo enojar, me preparaba para lo peor pero -- Entonces fue un demonio -- no me veía a mí, pareció como si no fuese importante lo que acabo de decir
-- ¡P-papá! ¿E-escuchaste lo que dije? -- tal vez por eso no me regañó ni nada
-- Sí, fue un demonio quien te hirió -- respondió serio nuevamente
Apreté mis puños -- ¡Papá! -- llamé esta vez más alto a lo que volteó un poco sorprendido -- ¡He matado demonios! -- solté de una vez sin enredarme tanto
Él me miró de pies a la cabeza -- ¿Te sientes preocupada por eso? --
Me eché un poco para atrás -- ¿No te importa? -- miré hacia Nakime -- ¿Y a Nakime-chan? --
Se acercó a mí y tomó delicadamente mis hombros -- Aria cualquiera que te quiera hacer daño es tu enemigo, sean demonios o no -- sonrió -- ¿Entendido? --
A ninguno...le importó...
Mis ojos se cristalizaron y un nudo se formó en mi garganta, sin más abrazé a papá
Ambos estábamos en el suelo por el dolor que causaron mis piernas -- Ya ya tranquila... -- daba palmadas en mi espalda -- ¿Qué tal si descansas? --
Me alzé un poco limpiando mis lágrimas -- S-si... -- por mi mente de repente pasó lo de los Furawāseru, tal vez papá sabía algo ¡y si nos uníamos encontraremos alguna pista! Aunque esa persona ya haya fallecido quizás encontremos a los sobrevivientes -- Papá, una cosa -- brindó su brazo para ayudar a levantarme y acepté -- ¿Conoces a los Furawāseru? --
" ¿Eh? ¿Qué es esto? "
Repentinamente, el ambiente dió un giro total. Se notaba bastante tensión acompañado de un enorme silencio, a papá se le notó nervioso en el momento que dije eso y Nakime parecía estar bastante nerviosa al igual
-- Aria -- dirigió su vista a mis ojos con una sonrisa que podía cuestionarse su veracidad -- ¿Dónde escuchaste esa palabra? --
-- El demonio no paraba de mencionarla -- cambié mi vista al suelo por unos segundos -- De hecho, siempre me confundía con uno de ellos, decía que me comería porque soy un Furawāseru y más tonterías --
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Flor de Diamante ─ Genya Shinazugawa
RomanceSi solo hubiera estado ese día, todo no habría pasado. Hubiera evitado aquella tragedia. Con tal de saciar tanta rabia, la mataría. Era evidente que no le sería útil, sacrificarla no la traería de vuelta No sabría que al final recurriría a ella para...