゙Una promesa de Navidad ゙

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-- ¡Mmph! -- exclamé enojada

-- ¿Qué pasó? -- giró hacia mí algo preocupado -- ¿Y ese enojo? --

Volteé igualmente mi cabeza a él, y nuestros rostros quedaron muy cerca. Sin embargo, después de tanto tiempo juntos no nos avergonzamos tanto -- Es que este jefe me está costando -- sonreí, de cierta forma su preocupación por esto me da gracia -- Pero no te preocupes, ya conozco sus trucos, será fácil a partir de ahora --

-- Ya veo... -- apoyó su cabeza de manera tierna en mi hombro -- ¿Cuánto te falta para terminar? -- preguntó con ojos de cachorro

Era demasiado adorable, no puedo evitar sonrojarme, me lo pone muy difícil -- S-solo...- ¿por qué? --

-- Porque quiero que veamos...juntos una película -- habla de manera suave y lo dice con una cara tan tierna, con las mejillas enrojecidas, y esos ojitos que me derriten el alma. Y para empeorar todo, lo hace sin querer, no está siendo tierno a propósito para que yo acepte

" Me lo quiero comer de lo lindo que es "

-- Hay tiempo de sobra para jugar -- me puse de pie rápidamente para dejar la consola en el escritorio. Por favor, es comprensible que no pueda negarme a esto

-- ¡Déjame la busco ahora! -- entusiasmado, tomó el mando del televisor y buscó la película

Esta es una de las poquísimas veces donde la más sonrojada soy yo. Es que su ternura me mata, es mi punto débil

Tomó la sábana y la extendió para que nos tapara a los dos. Ambos estábamos uno junto al otro sobre mi cama -- Tápate bien, no quiero que tengas frío -- dijo acomodando la sábana sobre mí -- Aunque con ese suéter creo que estás más que bien -- bromeó, pero al ver que no me reí, giró a mí de forma seria -- ¿Aria? --

Yo miraba hacia el otro lado, pero como me llamó, no me quedó más elección que verlo -- ¿Q-q-qué? -- disimulé con una fingida sonrisa todo mi rojo rostro. Siempre lo intento cubrir porque creo que así me veo mal

-- ¡A-Aria qué te pasa! -- exclamó sonrojándose igualmente

-- ¡Qué e-estas siendo demasiado adorable! ¡Si sigo mirando me dará un ataque al corazón! -- dije con una orgullosa sonrisa

Él bajó la cabeza y encogió sus rodillas -- N-no di-digas eso... -- habló bastante nervioso

Me apené un poco, arruiné el ambiente que teníamos tan bonito, por decir esas cosas que sabía que lo harían avergonzarse. Quedamos en silencio unos segundos, hasta que decidí apoyar mi cabeza en la suya -- Perdón...es solo que eres bastante lindo, y quiero hacértelo saber --

Al principio ninguno dijo nada y quedamos así unos cuantos segundos más. Sinceramente no me molestaron tanto, pues siempre se siente bien estar a su lado

Pero alzó su cabeza y me vió a los ojos. Sus cejas arqueadas, un sonrojo en sus mejillas y una mueca nerviosa eran lo que me hizo latir mi corazón fuertemente en ese momento. Tan hermoso, tan perfecto y bello

Fue acercándose con lentitud a mi, nuestros rostros se juntaban de nuevo, pero esta vez para otra cosa. No despegamos la mirada del otro durante todo el tiempo. Cuando estuvimos lo suficientemente cerca del otro, ambos cerramos los ojos y nos dejamos llevar. Nuestros labios se unieron a la par que nuestras manos se entrelazaron.

Ya tenemos la suficiente confianza así que este fue un beso largo, como siempre, demostrándonos cuanto nos amamos el uno al otro

Al acabar, nos vimos fijamente y sonreímos como unos tontos enamorados -- Te amo Genya --

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora