Flor de Diamante ─ Genya Shinazugawa

46 - A qué se deberá

Aún me sigo acostumbrando a todo esto. El llevar sombreros en algunos lugares, el cómo peinar mi cabello, a tener estas cortadas en los dedos todos los días...

Estoy cansada de estos cuernos

Bueno, en realidad, el doctor no ha determinado si son cuernos o no al cien por ciento, pero así lo hemos asumido todos.

Han crecido, y a una mayor velocidad de lo que pensábamos. Ya miden más o menos unos trece centímetros, y si no los cortase serían mucho más grandes. Son un estorbo para mí, ya que a mi día cotidiano ahora tengo que sumarle el "cortar los cuernos"

Por supuesto que al principio no fue fácil, los cuernos estaban hechos de un material sumamente resistente que solo podía ser cortado con una dura cuchilla y fuerza. Por lo cual, hicimos un cuchillo que sirviera justamente para eso. Al principio mis familiares eran quienes me cortaban los cuernos por temor a que yo pudiera herirme por accidente, pero a medida que pasaba el tiempo yo practiqué y practiqué hasta que pude hacerlo yo sola. Posteriormente, con una lija les daba la forma puntiaguda, para que no quedara cuadrada en la punta.

Hoy era uno de esos días, normalmente, tengo que hacerlo cada una semana el procedimiento. Me pongo frente al espejo y coloco un pañuelito en mi frente para que los trozos de cuerno caigan sobre él y no me dañasen. Tomo el cuchillo, y manteniendo mi precisión y concentración, comienzo a cortar desde los bordes de arriba

Ahí, siempre me hago cortadas en los dedos, aunque solo sean leves arañazos. Sin embargo, la mayoría de las heridas de mis dedos no son por esto, sino porque estos pican al crecerme las uñas constantemente y me rasco mordiéndolas, y mis colmillos se clavan en la piel...es muy duro.

¿Qué me estará pasando? ¿Qué es esta enfermedad?

Aunque...he llegado a dudar de si realmente es una enfermedad o no. Digo, los cuernos, colmillos y garras crecen como si fueran realmente una parte más de mi cuerpo, y todo esto me aterra...

Los...¿los demonios son los que tienen esta característica cierto? Entonces, ¿lo soy? ¿Cómo? ¿Habrá sido un efecto secundario de pasar tantos años con ellos...?

Maldición...tengo mucho estrés sobre todo esto

Y sin darme cuenta, ya estaba volviendo a morder mis uñas y causándome daño en mi piel al mismo tiempo. Cuando desperté de mi trance dejé rápidamente de hacer este gesto, y suspirar intentando encontrar la calma

" Mordiéndome...no resolveré nada...cálmate, cálmate "

Me puse de pie y salí de mi habitación, buscando algo, el qué, no sé, pero en algo quería desviar mi atención.

Afuera, no había nada fuera de lo común, el mismo paisaje de la fortaleza infinita. Lo cual significaba...que esto me daría aburrimiento...mucho

Solo me quedó aceptar mi destino de tener que recorrer quizás por horas la fortaleza para buscar algo que llame la atención. Pero, al menos eso significaría en pasar mi tiempo de otra manera que no sea comerme las uñas. Relajé mi expresión mientras solté un pequeño suspirito

" Debería de ver si alguna de las lunas esta desocupada...igual y puedo entretenerme con ellas "

Y sin poder ser más oportunos, de detrás escuché unos gritos, que llamaban por mí.

-- ¡Aaaaria!~ -- dijo la voz familiar, la cual resultó ser Urogi -- ¡Mi bonita y pequeñísima y adorable A-! -- él y los demás se detuvieron en seco al observar los cuernos color negro azabache que sobresalían notablemente de mi frente -- ¿¡E-Eh!? ¿¡A-Aria!? --

Sonreí apenada mientras les agitó mi mano saludándolos -- Ho-hola... --

Al próximo segundo ya todos estaban frente a mí, empujándose los unos a los otros para poder ver de cerca aquello en mi cabeza