35 - La pequeña desconsolada

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-- Déjame darte de comer -- dijo Gyokko tomando los palillos

-- ¡No hace falta! -- agité mis brazos rechazando su ayuda

-- Venga, no seas tímida -- bromeó tomando comida y acercándola a mis labios. Arqueé las cejas y finalmente acepté -- ¿Está bueno? --

Asentí -- Aunque si ya la hiciste para mí no tenías que alimentarme también --

Gyokko rió bajo -- No es nada, lo hago por iniciativa propia --

-- Muchas gracias -- dije sonriendo. Gyokko continuó alimentándome y a la vez me contaba sobre sus nuevas vasijas, fue un lindo momento entre ambos

Aparte de hacerme la comida también me trajo algunas flores, las cuales puso en un jarrón

-- No tenías... -- desde que estoy herida hace esto, y han pasado meses desde que estoy aquí

Ignoró mis palabras y preguntó -- He estado pensando, ¿te gustan más los lirios o los tulipanes? -- se dió la vuelta para verme

-- Em... -- sonreí disimuladamente -- Mejor...no te esfuerzes Gyokko-san, ya haz hecho mucho- --

Él interrumpió -- Solo responde, no seas tan tímida --

-- Pero...me da pena contigo -- dije viendo al suelo

Avanzó hacia mí y dió unas palmaditas en mi espalda -- Te conozco desde que eras así -- con otras de sus manos simuló el tamaño que yo tenía cuando era bebé -- Así que no puede haber pena --

" Supongo que eso es bastante convincente... "

-- Bueno... -- bajé mi vista y jugué con mis dedos conteniendo algo de mi vergüenza -- Los lirios son muy lindos... --

-- ¡Entonces lirios serán! -- sonrió victorioso

-- Bueno...muchas gracias -- una embarazosa sonrisa se asomó en mi rostro

-- No es nada, aunque nos queda algo que hacer aquí -- miró a mi almuerzo, que aún no había terminado -- Hay alguien que se tiene que comer esto ¿no? --

Justo cuando terminé de comer, por la puerta entraron corriendo, y emujándose entre sí, Karaku, Urogi y Aizetsu

-- ¡Aria! -- Urogi fue el primero que logró entrar, y lo hizo volando. En cuanto lo hizo saltó a mi cama y me abrazó -- ¡Hoy podemos dormir juntos! ¡Vamos, juntitos y abrazados! --

Karaku lo empujó y apartó de mí. Me abrazó, y no parecía querer soltarme -- ¡No, hoy si alguien dormirá con Aria seré yo! -- le frunció en ceño a Urogi, como si él hubiera tocado su territorio. Pero a mí me vió con una inocente mirada -- ¿Quiéres que durmamos acurrucados? ¿O prefieres dormir sobre mí? ¿O yo sobre tí? --

Aizetsu, en un rápido movimiento lo apartó. Se puso detrás mío y me abrazó -- ¡No vayáis a hacer vuestras estupideces en frente de la sensible Aria! -- me miró con ternura -- No creo que deberías dormir con ellos, en cambio, yo te daré mimos hasta que duermas, ¿no es más lindo? --

-- Bueno... -- no sabía que decir, todo iba demasiado rápido

Gyokko tomó a Aizetsu y luego a Karaku y Urogi -- ¿Se puede saber qué os pasa a ustedes? ¡Tened modales! --

-- ¿¡Eh!? ¿¡Qué te pasa cara pescado!? -- gritó Karaku

-- ¡Suéltame! -- Urogi se sacudió enojado

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora