16 - Nunca muerdas la mano que te alimenta

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Genya había venido, Genya...estaba aquí, vinieron...ellos

-- Aria -- me llamó bajo -- ¿Puedes caminar? Si es así, por favor aléjate -- al terminar de hablar dió dos palmadas suaves en mi espalda haciendo hincapié en que confiara en él y me apartase

Así obedecí llendo hacia un lado desapareciendo de la vista del demonio

-- ¡Oe! ¡Tu idiota no es contra tí! -- gritó ella rabiosa -- ¡Escúchame! ¡Ella es una mierda valiosa! ¡Más valiosa que cualquiera de ustedes imbéciles! --

-- ¡Cierra tu asquerosa boca! -- corrió hacia una de sus extremidades y volvió a cortarla, esta vez con su espada -- ¡No vuelvas a dirigirte hacia ella! --

Avanzó hasta su cuello pero fue atravesado por la otra extremidad que no cortó

-- ¡Genya! -- apreté con fuerza mi espada pero al tan solo dar dos pasos me sujetaron por el estómago

-- ¡Aria espera! -- quien me detuvo había sido Shuurei -- ¡Déjame curarte! ¡Así podremos combatir junto a ellos! --

Entiendo qué decía, de mucha ayuda no sería si estoy herida y los demás intentan protegerme sabiéndolo.

Sin embargo, miré de nuevo donde se desarrollaba la pelea -- ¡Pero Genya! -- estiré mis brazos sacudiéndome

-- ¡Genya estará bien! ¿Tú deberías de saberlo mejor que todos nosotros no? -- casi al borde de las lágrimas asentí sabiendo que esas palabras eran verdaderas, él come demonios y se regenera

Ambas estábamos sentadas en el suelo, Shuurei vendaba las heridas en mis hombros las cuales eran más graves. En la otra calle se escuchaban los golpes y espadazos ocasionados por la pelea. Teníamos mucha prisa, saber que ellos dos luchaban contra tan fuerte demonio, no había tiempo para quedarnos aquí

Nada más terminar recogimos con fiereza nuestras armas y corrimos hacia la batalla

A Genya no se le veía dando un primer vistazo, quizás esté detrás del demonio y Hyuren colgaba de uno de los huesos

-- ¡Aria! ¡Ve con mi hermano! -- ordenó Shuurei mientras corríamos al lado de la otra

Ella se separó llendo hacia la izquierda y yo a la derecha. Salté sobre los huesos para ir rápidamente hacia Hyuren, lo cogí y lo elevé por el brazo. El demonio se sacudió para hacernos caer pero logramos caer a salvo sobre un tejado

-- ¿Te sientes bien Hyuren? ¿Tienes alguna herida mortal? -- pregunté estando agachados

Él negó con la cabeza -- Gracias Aria -- devolvió su vista al demonio -- ¡Acabemos con ella! --

Antes de poder reaccionar su tentáculo volvió a ir por nosotros. No lo logré captar a tiempo, al contrario que Hyuren. Él me elevó y saltó hacia detrás

-- ¡Oye cazador estúpido! -- regañó la demonio -- ¡Escucha, esa perra ha sido mía desde que nació! ¡Dejen que se sacrifique! ¡Cazadores fuertes como ustedes no tienen razón para proteger a los débiles! --

Hyuren la vió de arriba a abajo y abrió su boca sorprendido -- ¿¡Cómo te atreves a decirle ese insulto a una dama!? -- se levantó junto conmigo -- ¡Además, por ser fuertes no significa que no protejamos a los débiles! --

Él levantó su espada y comenzó a oscilarla en círculos. Me pregunto qué estaba planeando, debe de ser un ataque pero nunca ví algo como esto ¿funcionará? ¿por fin derrotaremos a ese demonio?

-- ¡Maldición! ¡Muéranse! ¡Muéranse! -- con rabia dió golpes en el suelo queriendo haernos caer con sus huesos y los brazos

Me cubrí con mi espada por los varios escombros que saltaban, pero, cuando abrí mis ojos estaba bastante lejos del demonio. ¿Me lanzó tan lejos? No, era imposible no tenía ninguna otra herida

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora