21 - ¿Serán gemelos?

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Entré con Hantengu a mi habitación, dijo que había regresado para cambiarme las vendas y ver si ya estaba mejor. También se disculpó repetidas veces por haber entrado sin permiso y no curó más allá de mi uniforme por vergüenza.

No entiendo por qué papá no me lo presentó antes, no parece tener nada de malo, de hecho creo que es muy amable. Igual cuando lo vió conmigo pareció haberse enojado, como si él lo hubiera desobedecido

-- Desde pequeña siempre he hecho ramos -- mencioné recogiendo unas flores que estaban en el florero -- Si quieres te hago uno -- sonreí de lado

Él agitó sus brazos negando -- ¡N-n-no! ¡N-no es necesario! --

Terminé de organizar las flores y me senté en la cama -- ¿Comenzamos? -- extendí mi brazo para que me curase

Algunas heridas eran profundas, así que teníamos que cambiar las vendas. Hantengu a pesar de temblar todo el tiempo era bastante delicado, ¿él será médico? Lo hacía espléndidamente, no me dolía nada.

-- Hantengu eres muy bueno en esto -- alagué mientras terminaba de poner una de las vendas

Él volvió a temblar e inmediatamente al terminar de poner la venda se alejó. Quedó en silencio mirando al suelo durante unos minutos.

-- ¿Hantengu? -- volvió a asustarse. Caminé hacia él y me tumbé en el suelo -- ¿Prefieres que hablemos así? --

-- ¡N-no levántese! --

Sonreí -- Si tú te levantas yo me levanto -- no me gustaría hablarle así pero creo que es la única manera en que su vergüenza se valla al menos un poco

Siguió temblando, pensé que no se levantaría pero poco a poco volvió a levantar la cabeza, ahora que me fijo nunca se había puesto de pie.

Tal como prometí también me levanté y ambos quedamos sentados frente al otro

-- Hantengu, tengo una idea -- hablé en medio del silencio -- ¿Qué te parece si en la noche salimos a buscar flores? --

-- B-bueno...s-si así d-deseeas -- murmuró

-- ¡Perfecto! --

Hantengu y yo pasamos el resto del día juntos. Al principio no era alguien muy hablador pero después pareció tener ya más confianza.

Finalmente llegó la noche y salimos al bosque. Hantengu dijo que ante cualquier cosa me protegería, fuese un cazador o un demonio, sobretodo es muy amable.

Ví una flor color blanco y me acerqué a él -- Toma -- la coloqué en su cabello -- Te vez muy lindo --

-- Eh ¿¡Eh!? -- escuché un ruido muy fuerte donde estaba Hantengu y cerré los ojos. Los volví a abrir, pensé que Hantengu fue atacado o algo por el estilo

En su lugar habían otras personas, todas con un sonrojo en sus rostros pero no se quiénes eran -- ¿¡Hantengu!? ¿¡Dónde está!? -- pregunté viendo a los alrededores

Me tomaron de los hombros sorprendiéndome -- ¿¡Qué acabas de decir!? -- comenzó a zarandearme uno de ellos que no tenía camisa

-- ¿E-eh? E-eh eh... -- no sabía que decir, entre la confusión y la vergüenza me quedé en silencio

Otro de ellos más cubierto le tocó el hombro -- ¡N-no la trates así es triste! --

Sentí unos brazos tomarme por el abdómen y escuché una especie de aleteo -- ¡Suéltala! ¡Quiero preguntarle yo! -- cuando me fijé quien me tenía agarrada, tenía patas y alas de pájaro...y también andaba semidesnudo

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora