2. Genya week [Especial Cumpleaños~♡]

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Todo fue bastante normal.

Mi día a día siempre fue bastante normal

Mi vida como adolescente siempre había sido bastante normal

Me divertía con mis amigos, pasaban cosas locas de vez en cuando. Y dentro de todo, eso era bastante normal

Pero...todo cambio...

...aquel día en el parque

-- Los profesores sí que abusan con nosotros... -- suspiró cansado Zenitsu. Estábamos realizando tareas y estudiando en la biblioteca

-- Bueno...es lo que hay -- respondió Tanjiro con cara larga

-- Tch, ya no quiero estudiar, tengo hambre -- reprochó Inosuke mientras se mecía en la silla

-- ¿Y tú crees que yo quiero? -- Zenitsu lo miró con una vena asomándose en su frente

-- Vamos chicos, hay que garantizarnos el pasar de curso -- dijo Tanjiro intentando subirles el ánimo -- ¿No es cierto Genya? -- me preguntó con una sonrisa

Desviándome por completo de mis pensamientos, alcé la cabeza y asentí. " Demonios...y yo que ni recuerdo qué es lo que estaba estudiando... "

-- ¿Ya ven? -- los miró a ambos, quienes aún observaban el suelo con mirada triste y amargada -- Eh...¡Inosuke!, ¿tú quieres a tu madre, cierto? --

Él le dirigió la mirada vagamente -- Sí, ¿por qué? --

Tanjiro sonrió orgulloso -- ¡Entonces esfuérzate por ella! ¿No puedes decepcionarla cierto? --

Y mágicamente aquellas palabras hicieron efecto en el de puntas azules, quien rápidamente tomó un lápiz y comenzó a copiar lo que Tanjiro le había dicho minutos atrás.

Su madre es realmente importante para él...

Y ahora, volteó al pelirrubio intentando convencerle igualmente -- Zenitsu -- él mejor que nadie sabe que es lo que más lo motiva -- Sabes que a Nezuko no le gustan los hombres sin estudios, ¡ella no quiere a alguien inútil en su vida! --

El chico abrió los ojos y se puso a copiar con gran velocidad lo que le habían marcado. Zenitsu sí que está bien enamorado...yo nunca he sentido eso así que no tengo ni idea

Todo eran risas y juegos, siempre lo mismo con mis amigos, y no es que me esté quejando. Y así pensé que seguirían siendo todos mis días...

Los chicos se fueron y yo me quedé para seguir estudiando, tenía una prueba importante a la que por nada del mundo podía suspender. Y ahí me la pase estudiando y estudiando hasta que cayeron las siete de la noche. Miré al cielo, y en efecto ya estaba anocheciendo. Recogí mis cosas y me fui de allí con prisas, tengo que llegar temprano a casa para ayudar a mi madre

Tomé el camino normal, el más corto. No me gusta mucho tomar taxis, mi casa está cerca y realmente no me hacen falta. Habia cierto fresco en el ambiente, pues estamos en temporada de invierno, ahí también otra de las razones por las cuales no debo regresar tarde. Allí, a mitad del camino había un parque, al que no le presté tanta atención hasta hoy

Escuché un lento rechineo y por el rabillo del ojo divise algo blanco que terminó llamando mucho mi atención. Giré mi cabeza y lo que presenciaron mis ojos fue una de las más bellas imágenes que haya visto nunca. Era una chica, cabellos blancos largos con algunos detalles de colores y reflejos que lo hacían lucir como una joya, una piel pálida casi blanca y algo más pequeña que yo, sentada en un columpio balanceándose con lentitud, sin ganas. No pude divisar su rostro debido a que este estaba escondido en su caída mirada

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora