No me dejes caer en la tentación (V)

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¿Así perderé mi pureza?

¿En manos de la oscuridad?

¿En qué momento me enredó la cabeza?

¿Fue por mi curiosidad?


Jamás debí mirarlo a los ojos...

Desde entonces fue tedioso dormir.

Su atrayente figura aparecía en mis sueños.

Mi voluntad quería derruir.


Y lo logró...

Me embelesó con sus labios.

Pensé que no me afectaría.

Debí hacerle caso a los sabios.


Luego se presentó en la iglesia...

Prometió que solo serían confesiones.

Poco a poco fue escalando;

ocultaba sus verdaderas intenciones.


Ahora mi alma es suya.

Estoy demasiado enamorado como para detenerlo.

Jamás querrá que huya.

Me arrastrará al infierno para someterme al tormento.


Despojado de mis vestiduras.

Entre la espada y la pared.

Sus brazos son mis ataduras.

Mi cuerpo está a su merced.

Intento mantener la cordura.

No lo quiero enfurecer.

Pero me ultraja sin mesura.

Y su voz me hace estremecer.

Me toma de la cintura;

será peor de lo que pensé.

Está a punto de empezar la tortura...

Y no hay nada que pueda hacer.

Y no hay nada que pueda hacer

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