Fragmentos

Al acecho

Qué piel tan suave tienes.

Y qué piernas tan lindas las que te sostienen.

Quiero verlas tambalear,

y escuchar tu voz al terminar.

Mi lengua recorrerá cada centímetro de tu ser.

Te sentirás abrumado, agitado y deleitado de placer.

Querrás aferrarte a mí; estaré a tu merced.

Con tan solo caricias y besos ya te haré estremecer.

¿Qué dices? ¿Que juguemos al gato y al ratón?

¿Porque mejor no te devoro como un imponente león?

Arrinconado, me abalanzaré hacia ti con presteza.

Inmovilizado, te transformarás en mi presa.

Bajaré por tu cuerpo hasta alcanzar mi objetivo.

No me detendré sin haberlo cumplido.

Abrirás la entrada al paraíso para mí,

y entraré como un ángel para hacerte feliz.

Tu espalda contra mi pecho.

Nuestros corazones latirán al mismo ritmo.

Dalo por hecho;

nuestros gemidos producirán el mismo himno.

Fuego, caricias y besos.

Un éxtasis que te transportará a otra dimensión.

Primero despacio, después intenso.

Olvidaremos lo demás y naufragaremos en la pasión.

Lo sentirás hasta en tus huesos.

Te será imposible aguantar toda la acción.

Al terminar, te pondrás tenso.

El resultado de dos volcanes que entran en erupción.