Cayendo

495 98 49
                                    

El precipicio es hondo y oscuro,

sólo estamos tu alma y yo al desnudo.

¿Abajo lograremos llegar? 

¿O la asíntota perdurará?


Caigo de nuevo,

y no tengo miedo,

con los brazos abiertos,

y de espaldas te veo.


¿Vas a volar?

¿O te vas a quedar?

Si no lo intentas, jamás lo sabrás.

FragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora