Paloma

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Todas las mañanas la veo volar;

libre, nadie la puede tocar.

A veces baja y se deja alimentar.

Pero después se va, llevándose su paz.


Quisiera tenerla sólo para mí;

que no mirara a otros, pues sería mi fin.

Quisiera darle felicidad, amor y mucho más.

Ser su refugio ante la tempestad.


Tantas cosas quisiera... y jamás podré tener.

Porque es un ave libre, y cuando me mira, no logro dejar de temer.

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