望む - esperanza

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"Lo siento mucho, (t/n)."

"¡No le diga que lo siente, dígale qué hacer para solucionar esto!"

"No hay nada más que podamos hacer, señor."

"¡Tiene que haber algo! Fisioterapia, cirugía, ¡Lo que sea!"

"El daño a los nervios que recorre sus piernas es demasiado severo, nunca podrá volver a caminar."

"Porquerías."

Sonidos de fondo. Eso era todo lo que esto era.

"Lo siento mucho.

"Deje de disculparse."

"No volverá a caminar."

"Lo hará."

Ruido de fondo. Los sonidos estáticos adormecen mi cerebro. Me quedé mirando sin comprender el suelo de baldosas de la habitación del médico, sin parpadear, sin hablar, sin sentir ni siquiera que respiraba. Observé cómo mis pies colgaban inmóviles del borde de la mesa de examen en la que estaba sentada. ¿Por qué? Sabía que eso se venía, sabía que esta era la terrible realidad en la que me estaba metiendo. Entonces, ¿Por qué duele tanto escuchar esas palabras de la boca del doctor?

El dios de este mundo frío realmente debe odiarme. Todo esto es sólo una gran broma cruel, ¿no? Un gran montaje por el todopoderoso como venganza por ser la mayor hipócrita viva. En un segundo le digo a mi novio, un héroe, lo egoísta que es su línea de trabajo y cuánto odio albergaba por tal carrera. El otro estoy cargando de cabeza en una trampa mortal sin tener en cuenta mi propia vida. Hipocresía. Merezco algún tipo de castigo, lo admito, pero, ¿quitarme las piernas? ¿No es un poco duro, Dios?

"(T/n)."

Miré hacia arriba, un pequeño jadeo se escapó de mi garganta. Shota se paró frente a mí, sus labios presionándose en una línea, sus ojos oscuros rezumbaban lástima. Pena. Una emoción que nunca quise verlo usar.  Miré alrededor de la habitación blanca brillante y me di cuenta de que éramos los únicos do que quedaban. ¿El doctor se fue? ¿No lo escuché? ¿Cuánto tiempo he estado mirando especificaciones de los mosaicos debajo de mí? Contando. Midiendo. Haciendo cualquier cosa para ahogar las conversaciones que ocurren en la misma habitación. No quise escucharlo. No quería aceptarlo. ¿Cómo se supone que voy a vivir mi vida sin poder caminar? Shota exhaló un poco de aire, se frotó la parte posterior de la cabeza y tiró suavemente de su cuello en v.

"No lo escuches."

Ladeé la cabeza a un costado. ¿Que no lo escuche? ¿Cómo se supone que lo haga? ¿Debería ignorar lo que dijo? ¿Ignorar que hay cero posibilidades de que vuelva a caminar? ¿Que ninguna cirugía, ninguna forma de terapia, me arreglará jamás? Sentí que iba a explorar por dentro, la ira y el odio corrían desenfrenadamente por mis órganos, por mi torre sanguíneo. Había tanto ardor dentro de mí, mi cuerpo y mi rostro no podía transmitirlo todo. Así que me veía vacía.

"¿Ignorarlo?" Dije, con una risa escapándose. Shota respiró hondo y abrió la boca para decir algo, pero lo detuve. "¿Debo pretender que todo está bien, entonces?" Bromeé oscuramente, usando mis manos para empujarme de la mesa de examen. Vi mis pies tocar el suelo (probablemente) frío, pero no me importó porque no podía sentirlo. Tampoco pude evitar que mi cuerpo cayera. Shota se lanzó hacia adelante para atraparme, pero ya era demasiado tarde. Golpeé mis rodillas, mis manos me impidieron volar hacia adelante. "¡Mierda!" Grité, golpeando mi puño contra el suelo. ¿Por qué no puedo hacer algo tan simple como caminar? Soy exactamente lo que mi padre dijo que era.

"¡(T/n)!" Shota gritó de igual manera, cayendo de rodillas y tomando mi rostro, inclinando mi barbilla hacia arriba para mirarme. Su piel pálida parecía ser aún mas fantasmal mientras sus ojos buscaban frenéticamente algo. ¿Quizás una señal de que no estaba perdiendo la cabeza? Pero definitivamente estaba perdiendo mi maldita cabeza. Sus cejas oscuras se fruncieron, la preocupación inundaba su expresión generalmente tranquila. Mis ojos se encontraron con los suyos por un momento y el ceño más genuino brotó de sus labios.

Fue como un maldito rompimiento dentro de mí.

La lágrimas comenzaron a bajar por mis ojos mientras empecé a sollozar. ¿Por qué? Shota me tiró hacia un abrazo, enterrando mi cabeza en su hombro a la par que mis gritos se volvían más fuertes. ¿Cuándo fue la última vez que lloré así? Sentí la mano de Shota acariciar mi cabello, envolviendo mis dedos alrededor de su camisa y arrugándola en mi puño. El funeral de mi madre. Creo que lloré tanto que mis ojos quedaron ardiendo por cinco días. Sin embargo, esto parecía casi peor. No sólo perdí las piernas y la capacidad de caminar, siento que he perdido la esperanza.

"¿Qué mierda hago?" Gemí, mis palabras salieron entre sollozos. No hay vuelta atrás. "¿Qué mierda hago?" Escuché a Shota suspirar profundamente, apretándome en sus brazos un poco más fuerte. 

"Lo siento."

¿Lo siente? Mis respiración se atascó en mi garganta cuando lo escuché pronunciar esas palabras repugnantes. ¿Lo siente? Si Shota Aizawa lo lamenta entonces eso debe significar realmente que no hay esperanza. El hombre que me dijo cada momento al despertar que podría volver a caminar, que podría usar mis piernas. Finalmente se ha roto. la positividad anormal que irradiaba el hombre cansado ha sido absorbida. Ya no tiene nada remotamente optimista para decir. Apreté los dientes, dejando escapar un grito ahogado de frustración mientras me aferro a él. No puede ser. No hay forma. Si él no puede tener esperanza, yo tengo que hacerlo. Ésta no puede ser la forma en la que me destruyan.

"Vamos a casa, (t/n)." Shota susurró contra mi cabello, sus brazos envueltos alrededor de mi cuerpo, recogiéndome. Estaba demasiado paralizada para decir algo.  Mi mente iba a millones de millas por minuto, pensando energéticamente en cualquier cosa que pudiera armar. Suavemente me volvió a sentar en mi silla de ruedas. A la mierda esta maldita silla. Shota abrió la puerta antes de dar media vuelta y empujarme hacia adelante. Eso es. Cerré mi mano alrededor de la manija de la puerta, deteniendo nuestros movimientos. "¿(T/n)?"

Si puedo detener quirks, ¿por qué diablos no puedo caminar?

Giré mi cuerpo para poder enfrentarlo.

"Volveré a caminar." Murmure, las lágrimas corrían por mi rostro. Los ojos de Shota se abrieron un poco, antes de que su expresión se suavizara. Una suave sonrisa apareció en sus labios.

"Esa es mi chica."

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora