"¿Qué-Qué estás h-haciendo aquí?" Tartamudeé, tropezando un poco hacia atrás mientras acunaba mis manos en mi pecho. Miedo. Una emoción extraña y fuerte que sólo he sentido cuando estoy en presencia de éste hombre. La nostalgia de estar constantemente debajo su ira, cuando era demasiado joven para vivir sola, cuando tenía que forjarme a aprender lo básico para sobrevivir por mi cuanta para escapar del dolor constante de vivir a su alance. Sus ojos azules se entrecerraron en mí y mi estado desaliñado.
"¿Necesito una razón para visitar a mi hija?" Estalló, haciéndome saltar ante el sonido. Miedo. Sentí mis rodillas temblar cuando entró a mi casa, mi cerebro repentinamente parpadeó hacia Shouta, quien estaba acostado en mi sofá también desaliñado con quién sabe qué sobresaliendo o saliendo. No debería tener que ocultar con quién me estoy acostando a un padre que nunca ha estado presente en mi vida. Pero el hecho de que Shouta también era un pro hero, sentía que verlo con su hija de dieciocho años podría causar algún conflicto. Me paré frente a mi padre, el ahora héroe número uno.
"Si, la necesitas." Rompí. Me observó, su intensa mirada se transformó en una burla mientras giraba la cabeza.
"Veo que todavía te tiñes el pelo." Se rió entre dientes, haciéndome agarrar instintivamente las puntas de mi cabello, tirando de éste suavemente con el ceño fruncido. Mi cabello nutualmente era rojo, aparentemente sus genes son tan fuertes que superaron a mi madre sin quirk. Pero desde que pude conseguir cualquier tipo de tinte, mantuve mi pelo (c/p). No quiero tener nada que se parezca a esa bolsa de basura, sólo el hecho de que su sangre corra por mis venas me hace sentir jodidamente enferma. Enojo. No hay muchas emociones que puedan superar el sentimiento que trae el miedo. Peor la ira era uno de ellos.
"Dije, ¿Qué mierda haces aquí?" Gruñí ignorando su comentario, mis manos se convirtieron en puños mientras lo mantenía cerca de la puerta. Su ceño de frunció, su molestia creció a medida que sus llamas se volvían más grandes y brillantes.
"Vine a darte tu mesada, hablar sobre tu presentación en la UA, y decirte cómo vas a aceptar amablemente una oferta generosa de cierta agencia de héroes que representará adecuadamente el nombre Todoroki." Sacó un sobre de sus bolsillos, balanceándolo frente a mi rostro. "Si te niegas, no me dejas más remedio que dejar de enviarte dinero. Ya tienes dieciocho años y ya no te debo nada a ti ni a tu madre." Lo miré con incredulidad.
"Pero, ¿Cómo podré pagar las cosas? Mis facturas, comida, ropa-." Me cortó, levantando una mano.
"Si deseas hacer algo tan infantil como crear una articulo de soporte de primeria línea para el público, donde se puede vender en cualquier tienda de conveniencia, a menos de la mitad-, no, menos de una fracción de lo que puedes ganar, entonces eres lo suficientemente 'grande' para pagar tus propios gastos." Me reprendió, mis ojos se abrieron con lágrimas. Me estaba quitando todo. Sin su paga, su dinero, perderé la casa de mi madre, no podré pagar ninguna factura, me moriré de hambre. Voy a necesitar un trabajo, pero incluso eso no será suficiente, no con el precio de todo tal cómo está. Me está arrinconando, obligándome a elegir al mejor postor. Para sobrevivir. Mi padre suspiró por mis lágrimas, arrojando al suelo el sobre que tenía. "Hasta entonces, ésta es la última vez que tu y tu madre volverán a tomar algo de mí." Giró sobre sus talones para irse, pero esas palabras. Esas misma palabras encendieron un fuego dentro de mí que nunca había despertado, un fuego con coraje parpadeando en las llamas. Recogí el dinero que había arrojado con tanta libertad, lo sostuve en mi mano y me precipité hacia él. Agarré su hombro, forzándolo a darse la vuelta a la fuerza. Abrió la boca, probablemente para regañarme por siquiera tocarlo, pero detuve sus palabras. Apreté el sobre en mi mano, jadeando con todas mis fuerzas y viendo como el humo salía de mis labios, arrugando mi propia nariz por el dolor mientras sentía la chispa en mi garganta y las llamas que se escapaban de mi lengua, haciendo arder el papel bajo mi tacto. Mi cuerpo traqueteaba de dolor, mientras trataba de controlar mi fuego, intentando ignorar el corazón en brasas en mis labios. Cerré los ojos, el fuego de mi boca se detuvo cuando delgadas capas de humo se deslizaron por mis dientes.
"No quiero... Tu estúpido... Dinero." Respiré, dejando caer el papel encendido al suelo mientras Endeavor levantaba un labio con ira, debatiendo sobre decir algo, decidiendo no hacerlo. Se apartó de mi agarre, contando con su salida antes de detenerse en la puerta.
"Entonces quémalo." Gruñó, antes de cerrar la puerta a sus espaldas.
Caí de rodillas, tapándome la boca para sofocar la tos, tratando de detener mi quirk. Golpeé mi mano contra el suelo de madera debajo de mí, el fuego que comencé seguía en frente mío. Mis cejas se fruncieron, al recordar ese día que de repente no parecía haber pasado mucho tiempo. Mientras recordaba todo lo que había perdido, todo lo que destruí. Un pie pisoteó mi fuego, mis ojos se alejaron rápidamente al recordar que Shouta había estado presente todo el tiempo. Cerré los ojos, la sofocante sensación en mi garganta ya no me molestaba. Realmente quiero desaparecer en éste punto. Shouta borró mi quirk, permitiendo que el aire recorriera mis pulmones otra vez. No reaccioné, mis manos descansaban en mis rodillas mientras luchaba contra el dolor en mi pecho.
"La hija de Endeavor del curso de apoyo." Murmuró, ofreciéndome una mano. "Debería haberte reconocido." Me sentía expuesta. Más expuesta de lo que nunca antes estuve. Me sentí despojada de mi piel, sosteniéndome en nada más que huesos frente a un hombre que ha visto cada centímetro de mí en innumerables ocasiones. Levántate. Mi mano apretó el extremo de mi falda, presionando mis huesos mientras trataba de forzarme. Todo lo que ha sido personal para mí, piezas que nunca había querido que alguien viera, especialmente Shouta, fueron puestos al aire libre para que él los aprecie. Sentí como la chica que estaba con Shouta fuera completamente falsa ahora que me había desvanecido en la niña con las manos quemadas, parada sobre las cenizas de su madre. ¿Quién querría mezclarse conmigo? Yo no lo haría. Shouta suspiró, agachándose a la altura de mis ojos. Inmediatamente miré hacia otro lado, las lágrimas caían por mi rostro más rápido de lo que podía detenerlas mientras retenía lo sollozos que escapaban de mi garganta. Sentía que lo había perdido todo en cuestión de minutos. Todo por lo que había pasado meses construyendo, todo el avance que había hecho con Shouta, fue quemado por mi padre. ¿Cómo pude causar tantos estragos sin apenas hacer nada? Mi vida ha dado un vuelco. Y no tenía ninguna fuente de ingresos, en un ataque de rabia quemé mi mesada. Tenía algo que había sobrado del mes pasado, pero no sería suficiente ni para dos semanas. ¿Qué iba a hacer? El héroes número uno. Que jodida broma.
Sentí el toque de Shouta despeinando mi cabello (c/p) hasta la parte superior de mi cabeza mientras suspiraba gentilmente. "Realmente eres una niña problemática, ¿Verdad?" Susurró con una leve risa. El aliento escapó de mis labios cuando lo miré.
"No me importa que-."
"¿Que tu padre sea Endeavor o que eres una estudiante en la escuela en la que doy clases?" Preguntó, sus manos se deslizaron hacia mis mejillas. Él es un profesor en la UA. Mis labios se separaron para hablar, pero negó con la cabeza, sonriendo suavemente, dejando que su pulgar secara mis lágrimas, "Tengo mis reservas." Me alejé de su toque, quiero decir, ¿Qué esperaba? Involucrarme con alguien... ¿Alguien en absoluto? ¿Pensé que todo mi equipaje desaparecería? ¿Que viviría feliz para siempre? Shouta gimió, frotándose la nuca mientras aspiraba aire. "Pero supongo que no me pueden ayudar." Se encogió de hombros, lo miré con los ojos bien abiertos. "Eres mí problema, después de todo."
"Shouta."
"¿Hm?"
"Gracias por no dejarme."
"Te dije que recogería todas las piezas, ¿no?"
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Erase Her ゾごホ (Español)
Novela Juvenil"... Ambos queremos la misma cosa." "¿Qué es?" "Una distracción." ____________ Ésta historia es original de @JojoWritesx, cuento con su consentimiento para hacer ésta traducción, así que todos los créditos van dirigidos a su persona.