アイスクリーム - helado

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"Página trescientos veinte, ¿entendiste eso?"

"Sip, los circuitos espinales pueden procesar información sin control cerebral."

"¿Puedes hacer algo con eso?"

"Tal vez."

Golpeé el lápiz contra mi barbilla, inclinando la cabeza hacia un lado mientras dejaba escapar un suspiro, mis ojos se cernían sobre los garabatos inconscientes en el papel frente a mí.

"¿Quieres que continúe?" Preguntó suavemente, quitando algunos mechones de cabello rojo de sus ojos.

"Hemos estado en esto durante dos horas, Shoto, creo que ambos merecemos un descanso." Bostecé, estirándome hacia atrás en mi silla de ruedas mientras él asentía suavemente, enganchando el marcador en el libro de texto y cerrándolo.

Mi motivación ha vuelto desde que me reuní con Umi, más fuerte que nunca. Desafortunadamente, solo porque mi determinación había vuelto, no significaba que mi habilidad para leer estuviera. Afortunadamente, Shota y mi hermano se habían ofrecido a leerme en su tiempo libre. Lo agradezco, en serio lo hago, pero odio hacerlos quedarse por horas, leyendo palabras complejas que hacen que sus cejas se fruncieran y sus labios se contraigan de forma poco natural. A ninguno de los dos parecía importarle demasiado, siempre repitiéndose si era necesario y asegurándose de que anotara los números de las páginas en mis notas.

"¿Quiere ir por un helado?" Preguntó Shoto, levantándose del sofá de la sala común en el que había estado encorvado durante demasiado tiempo. Cuando Shoto me leía, por lo general lo hacíamos en el área de los dormitorios de la clase 1-A, era más fácil que explicarle que vivía en el departamento de su maestro, donde hacíamos cosas que probablemente era mejor que no se digan ni se vieran.

"¿Helado?" Miré hacia afuera, el sol ya estaba en su punto más alto en este sábado brillante. "¡Si, por supuesto!"

✎          ✎         ✎          ✎          ✎

Shoto me empujó a lo largo de la acera mientras yo sostenía ambos helados, levantando ocasionalmente su cono (que tenía una bola de helado de vainilla y una bola de arándanos en espiral a mi solicitud) para que Shoto lamiera mientras seguíamos paseando. 

"Entonces, ¿Cómo estuvo?" Preguntó, rompiendo el silencio.

"¿El helado?" Enarqué una ceja, probando mi propia golosina fría (que consiste en una cucharada de arándanos y vainilla según la aburrida elección de Shoto).

"No, vivir sin papá." Aclaró, mirándome mientras levantaba su frío postre sobre mi cabeza, dándole otro bocado. Lo pensé por un segundo, sacando la lengua y lamiendo la parte de arándanos de mi helado.

"Bueno, mi mamá falleció cuando tenía siete." Comencé, "Así que prácticamente viví sola desde entonces, quiero decir, papá pasaba a ver cómo estaba cuando era más joven, ya que él era mi tutor legal asignado." Rompí un trozo de mi cono, masticando con atención. "Sin embargo, una vez que llegué a la escuela secundaria, dejó de mostrar la cara por completo. Sólo dejaba dinero para comida y facturas, así que no recuerdo mucho de él." Levanté su helado hasta su boca, mi nariz se arrugó mientras pensaba. "Pero lo que recuerdo, no es bueno." Mi rostro se oscureció, Shoto tomó en silencio otro mordisco de mi mano.

"Te entrenó."

"Lo intentó." Suspiré, recordando las veces que hizo que mis labios temblaran de dolor y mis rodillas de miedo. "Me obligó a usar mi quirk en contra de mi voluntad, quemándome los labios y la lengua hasta el punto en los que tuve que ir al hospital. Creo que quería que desarrollara algún tipo de tolerancia."

"Me hizo algo parecido a mí." Admitió, doblando la esquina en dirección a los dormitorios de la UA. "Me criaron por separado de mis hermanos, y me obligaron a usar mi quirk para forcejearlo."

"¿Es por eso que te negaste a usar tus llamas durante más tiempo?" Pregunté, comiéndome el resto de mi remolino de arándanos y comenzando a lamer la elección de sabor de Shoto.

"¿Sabías sobre eso?"

"Por supuesto que lo sabía." Dije, recostándome en mi silla de ruedas para poder mirar a Shoto al revés. "Mantuve mi ojo en mi hermano pequeño, ¿Quién crees que te hizo el primer  traje?"

"¿Lo hiciste tu?" Jadeó, sus ojos se agrandaron mientras me miraba, mi cabello caía sobre el respaldo de mi silla. 

"¡Si! Yo específicamente lo pedí." Asentí con la cabeza, sentándome de nuevo. "Aunque no esperaba un diseño tan lamentable." Bromeé, haciendo que Shoto riera conmigo y me inclinara sobre mi hombro para darle un mordisco a su remolino de arándanos. 

"Realmente fue un horrible diseño." Se rió entre dientes, apoyando su barbilla en mí mientras seguíamos caminando. 

"Lo era."

Continuamos nuestro camino con charlas ociosas, comparando nuestros recuerdos de la infancia y encontrando más similitudes entre nosotros, más de las que a ambos nos gustaría admitir. Nos reímos y bromeamos, como lo harían los hermanos normales hasta que llegamos a la entrada de los dormitorios de la 1-A y el sol estaba un poco más bajo que cuando comenzamos nuestro viaje.

"Deberías conocer a Natsuo y Fuyumi." Propuso Shoto, haciéndome morderme el labio nerviosamente ante la pregunta. Sabía de ellos, principalmente por lo que me dijo Shoto, pero todavía dudaba un poco en conocerlos. Me pregunto qué pensaron de mí. Por ahora, sabían de mi existencia, pero nunca se acercaron como lo hizo Shoto. Me pregunto si me odian. ¿Si se avergüenzan de mí?

"Ah, tal vez." Dije suavemente, lanzando el último trozo de mi cono dentro de mi boca. "No quisiera molestar."

"No lo harás, lo prometo." Shoto insistió. "No tiene que ser pronto, pero, ¿Qué tal cenar? A Fuyumi le encanta cocinar como solía hacerlo nuestra madre." Fruncí el ceño ante la mención de su mamá. No conocía mucho a la mujer, peor sabía lo suficiente. Sabía que se volvió un poco loca, lastimó a Shoto y le dejó esa desagradable cicatriz. ¿Pero realmente puedes culparla? ¿Forzada a un matrimonio arreglado debido a la fuerza de su quirk? ¿Ser abusada emocionalmente por su esposo? ¿Físicamente? Descubrir que tiene una hija de un amor secreto con un civil sin quirk y quién sabe qué más. No estoy diciendo que deba ser excusada por lastimar a Shoto, su propio hijo, pero me siento mal por la mujer. Se merecía mucho más de lo que le había tocado.

Supongo que tenemos eso en común.

"Si, por supuesto." Acepté de mala gana, viendo como el rostro de Shoto se iluminaba con mis palabras. 

"¿En serio?"

"Si."

"Eso es genial. Ellos han estado queriendo-." Fue interrumpido por un héroe Erasure en particular parado en la entrada de los dormitorios con mis libros y papeles en mano.

"Creo que ambos están a punto de superar el toque de queda, Todorokis." Dijo con firmeza, haciendo girar a Shoto con una inclinación de cabeza.

"Mis disculpas, Aizawa-Sensei." mi hermano dijo en voz baja, volviéndose hacia mí y dándome una sonrisa. "¿Te veré mañana?"

"Si." Sonreí, despidiéndome de él mientras cerraba a puerta detrás de sí, dejándonos a Shota y a mí solos. 

"Es bueno verlos a ustedes dos acercándose." Shota sonríe suavemente, yendo rápidamente detrás de mi para empujar mi silla de ruedas.

"Cálmate, anciano." Bromeé, "él me está ayudando a leer." Me reí, escuchándolo murmurar acerca de que 'realmente no es tan viejo'. Una vez que doblamos una esquina, fuera de la vista de los dormitorios y más cerca del estacionamiento de maestros, Shota se inclinó hacia adelante, presionando sus labios contra mi mejilla.

"Te amo, (t/n)."

Podía sentir mi rostro enrojecerse de un rosa brillante, mis dedos extendiéndose y rozando el lugar que sus labios habían tocado.

"Y yo te amo a ti, Shota Aizawa."

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora