'¿No te desenamorarás?'
Un momento tan extraño para recordar una pregunta tan extraña mientras trepaba entre los escombros de mi antiguo hogar, contemplando la puesta de sol a lo lejos.
'¿Desenamorarme?'
Mi mano temblaba incluso cuando las enterraba debajo de mis brazos en un intento de mantener fuera el frío que soplaba el aire de la noche.
¿Me mirarías? Corriendo por la ciudad hacia una vieja casa abandonada sólo porque alguien me lo pidió. ¿Qué tan estúpida puedo ser? Tragué saliva, atravesando un vidrio roto, el crujido debajo de mi talón era menos que reconfortante.
¿Qué tan desesperada podría estar?
Estoy tratando con todas mis fuerzas de enfrentar al hombre que mató a mi madre, me aferro a algo, a una especie de cierre como escucharlo decirme que lo hizo y que va a traer a mi madre.
Pero no lo hará.
Y ahora estoy tan envuelta en el remolino de todo esto. El secreto de detective que pasé horas haciendo sin importar lo cansada que estuviese, el tiempo que estuve reprimida con Dabi. Estoy tan tragada por la masa, tragada y jalada tan profundamente que si finalmente escucho una confesión de Azaziel, no sabré qué hacer conmigo misma.
¿Hasta dónde estoy dispuesta a llegar por algo tan pequeño?
"(T/n)."
Su voz me sobresaltó por muchas razones diferentes, muchas razones que no pude identificar exactamente. Pero la más destacada fue porque su voz era la última que esperaba escuchar en este momento mientras esperaba al asesino de mi madre.
"¿Sho?" Susurré, dándome la vuelta para ver al héroe Borrador de pie en la puerta con los brazos cruzados en su pecho. "¿Qué haces tu aquí?" pregunté, manteniendo mi distancia, tirando de los bordes de mi chaqueta escolar.
"Te seguí hasta aquí." Murmuró, sus ojos ya no podían vencer a la vista de mí con su irada revoloteando hacia el suelo debajo de él. "Me... Me mentiste. ¿Verdad?"
"¿Qué?" Dije inocentemente, mis manos ociosas arreglando algunos mechones sueltos de cabello que flotaban en el aire de la noche. "¿Qué-? ¿De qué estás hablando, Sho?" Tartamudeé, ya conociendo su respuesta.
"Me mentiste..." Se sostuvo, metiendo las manos en los bolsillos, apoyándose conta la puerta carbonizada. "Lo prometiste, (t/n). Prometiste que dejarías de buscar." Su voz temblaba tan levemente que apenas noté el temblor en ésta hasta que finalmente me miró al otro lado de la habitación. "Pero nuca te detuviste, ¿verdad?" Sus ojos abrieron agujeros en mí, esos charcos de oscuridad y entumecimiento, que siempre fueron tan extrañamente reconfortantes para mí, dolían. La ira y el dolor se retorcían alrededor de esos agujeros oscurecidos y hundidos mientras sus cejas se fruncían hacia abajo, el último destello de la puesta de sol parpadeaba a través de sus ojos llorosos.
Lo traicioné.
Mis labios se separaron, tratando de pensar en algún tipo de mentira, cualquier tipo de palabras de miel enfermiza para aliviar su dolor. Para aliviar el dolor que causé, pero no pude. No pude mentir más. No quería.
Así que negué con la cabeza, ignorando las lágrimas que se habían quemado en mis ojos, respirando entrecortadamente, luchando por encontrar las palabras.
"No pude." Admití, "Tu sólo-."
"¿Yo sólo qué, (t/n)?" Espetó, con el sonido de disgusto que goteaba de sus palabras, sollozando en silencio, "¿Yo sólo 'no lo entiendo'? ¿Dónde planeabas usar esa línea de porquería de nuevo?"
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Erase Her ゾごホ (Español)
Novela Juvenil"... Ambos queremos la misma cosa." "¿Qué es?" "Una distracción." ____________ Ésta historia es original de @JojoWritesx, cuento con su consentimiento para hacer ésta traducción, así que todos los créditos van dirigidos a su persona.