目を覚ます - despierta

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"(T/n), estoy aquí."

Si hay una palabra para terror inexplicable, probablemente la usaría aquí para elaborar mejor la sensación que me desgarra el pecho a las 5 AM de un jueves por la noche.

Mis ojos se abrieron de par en par mientras miraba al hombre cansado que yacía a mi lado. Su cabello se extendió desordenadamente contra su funda de almohada color crema, sus ojos entreabiertos y sus labios rosa claro fruncidos por la preocupación, lentamente dándome cuanta de dónde estaba en realidad. Estaba en la cama. No atrapada debajo de un edificio que se derrumba, no desangrándome hasta morir con una niña debajo de mí. Estaba en la cama. Las pesadillas que plagaban mi sueño parecían ser peores que antes, despertándome constantemente a las horas extrañas de la noche al amanecer. El doctor me advirtió que algo así solía pasar, llamado TEPT e ineludible. Intento no pensar demasiado en eso, sofocando mi ansiedad cuando entro en edificios grandes, tragándome el miedo cuando estoy atrapada en un espacio más pequeño de lo normal durante más de dos segundos. Ese día ya me ha robado demasiado, estaba decidida a no dejar que eso me robara la cordura también. Exhalé con dificultas, extendiendo la mano y presionando mis dedos contra la mejilla de Shota para asegurarme de que, de hecho, estaba aquí.

"¿Te preocupa el procedimiento?" Preguntó, apoyándose en mi toque mientras yo cerraba los ojos, sintiendo su piel fría contra mi palma abierta. 

"Algo así." Suspiré, pensando en cómo en unas pocas horas estaría inconsciente y en manos de la mismísima 'Recovery Girl', de la UA, la única doctora competente que accedió a hacer mi cirugía simple pero arriesgada. Recovery Girl, o la Sra. Shuzenji, no eran técnicamente cirujanas y no deberían estar realizando el acto que les había rogado que hicieran, pero después de que todos los médicos disponibles en todo Japón me negaron, me colocaron en una especie de situación 'tómalo o déjalo'. Por supuesto, independientemente de que la señora me corte e implante un chip que yo creé, en un resultado desfavorable podría terminar empeorando mi situación si la tecnología que hice no funciona y termina haciendo exactamente lo contrario. Amputación. Sin esperanza de volver a caminar con mis piernas reales. Me convertiría en un tronco. Por supuesto, las prótesis son una opción viable, pero quiero poder sentir de nuevo. ¿Eso me vuelve codicioso? ¿Apostar mi propia carne por algo tan débil?

"Estoy seguro de que Chiyo puede manejar una implantación simple de entrada y salida." Shota murmuró, rodando sobre su espalda con un bostezo. " No te pondría en manos incompetentes." 

"Lo sé, lo sé. Tengo fe en las habilidades de la Sra. Shuzenji, la tengo." Comencé, mis brazos rodearon el bícep de Shota para acercarme más al hombre. "Soy yo la que me preocupa." 

"Si dices que va a funcionar, va a funcionar." Dijo sin rodeos mirándome mientras descansaba mi barbilla en su hombro. "Volverás a caminar sin duda alguna." Me reí de él diciendo algo tan audaz tan casualmente

"¿Y si ocurre lo último? ¿Si tengo que cortarlas?" Pregunté, haciendo un gesto de tijera con mis dedos.

"Entonces tendrás las prótesis de piernas más sexys conocidas por el hombre." Dijo Shota, haciéndome resoplar con bastante sarcasmo ante el comentario, enterrando mi cara contra su brazo mientras levantaba una mano y un dedo. "En realidad, pensándolo bien, probablemente pondrías cohetes en las piernas o algo..."

"¡Ha! ¡Shota!" Me reí, apoyándome contra él y mirando hacia el techo. Un silencio cayó entre nosotros junto con una capa de miedo que espesaba el aire. Hoy era el gran día, además de preocupante. Sé que estoy lista para arriesgarlo todo, para terminar con esto para bien o para mal, pero no puedo deshacerme de la persistente sensación de que mi chip no funcionará. Mi suerte ha sido una mierda desde el día en que caminaba, ¿por qué de repente cambiaría a mi favor ahora?

"¿Cómo va el trabajo fuera de la docencia?" Pregunté, generando algún tipo de conversación que no se tratara de que me cortaran y me apuñalaran. Shota tarareó ante la pregunta, probablemente encontrando extraño que le preguntase sobre el trabajo de héroe, ya que nunca lo hacía. Mi línea de trabajo requiere que me mantenga al día con el lado héroe y 'villano' del mundo, de modo que pueda lanzar tecnología más nueva y fresca para contrarrestar lo que esté aterrorizando nuestros medios de vida. Para ser honesta, recién comencé a considerar esa idea. Cuando comencé la carrera de técnica de soporte, sólo pensaba en mí misma. Estaba desesperada por encontrar algo para borrar mi quirk, para proteger a los que amo del poder que no podía controlar. A medida que pasaba el tiempo, pensé, ¿por qué no hacer algo para aquellos que sufren el mismo tipo de problema? Y ese fue el final de mi proceso de ideas. Pero, desde que conocí a Shota y trabajé con los estudiantes de la 1-A, creo que mi forma de pensar se ha convertido en algo más. Ahora quiero crear equipo para ayudar a los héroes que considero dignos, los protectores del mañana que tienen mi confianza. Shota me ha hecho darme cuenta de que no todos los héroes son una escoria y que tal vez, sólo tal vez, puedo poner un poco más de fe en quienes lo merecen.

"Ah. Bueno, tengo algo por venir..." Shota admitió, levantando una mano en el aire y extendiendo los dedos con un suspiro, "Puede que necesite usar esa carta de la suerte de la que me hablaste... Cómo se llamaba... 'Harb...'"

"Harbinger." Respondí, mi rostro sonrojándose ante la mera mención de eso.

"Nunca me dijiste qué es."

"Ah, bueno..." Comencé pero me detuve. Había demasiado que explicar, demasiado que entender cuando se trataba de Harbinger. Eso y mi falta de confianza hicieron que fuera difícil mantener mi voz firme cuando hablaba con Shota al respecto. "Es mejor si te muestro, ¿tal vez puedas probarlo?"

"¿Sin clave ni pistas? Debe ser algo bastante grande."

"Se podría decir." Sonreí, pensando en el mejor resultado si a Shota realmente le gustaba. Se puso de costado, ahuecando mi rostro y besando mi nariz. 

"¿Por qué eres tan linda?" Preguntó, su rostro no reflejaba ninguna expresión mientras hablaba, "No creo que haya conocido a alguien tan linda como tú." Su tono carecía de la suavidad normal que usaría un novio al hablar con su novia, su voz siempre se mantuvo plana e inquebrantable. Creo que esa era una de mis cosas favoritas de él. Un tinte de rosa regresó a mis mejillas mientras presionaba su frente contra la mía.

"B- B- Basta." Tartamudeé, sintiéndome cada vez más nerviosa. Shota dejó escapar una especie de risa que sonó más como una exhalación de aire antes de envolver sus brazos alrededor de mí y acercarme a su pecho. Nos quedamos así por un tiempo, mi cara presionada contra su piel mientras escuchaba el suave zumbido de su respiración, su barbilla descansaba sobre mi cabeza mientras sus dedos acariciaban ligeramente las puntas de mi cabello. 

Tal vez el dios de éste mundo no me odia. Tal vez esté tratando desesperadamente de arreglar las cosas extraordinarias e inverosímiles que constantemente parecen sucederme. Porque si el destino me odiara tanto, no estaría en los brazos de Shota en este momento. Sonreí para mí misma, acurrucándome más cerca de la calma que me daba su abrazo.

"He caminado por este planeta durante treinta y un años con un solo objetivo en mente." Murmuró, sorprendiéndome un poco. Me aparté para mirarlo con una ceja levantada.

"¿Cuál es?"

"Ser una mejor persona." Respondió en voz baja, como si estuviera aterrorizado por las palabras. "Para evitar que la historia se repita, para salvar a otros de la oscuridad." Mis labios se separaron ante su declaración, maravillándome de los ideales valientes y desinteresados que tenía Shota. Siempre supe la clase de hombre que era Shota Aizawa, la clase de héroe que terminó siendo. Un salvador que corrige los muchos errores que se presentan en este mundo injusto, pero escucharlo decir descaradamente las cosas que sólo pensé, hizo que me encantara más su personalidad. "Pero después de treinta y un años, creo que mi objetivo final finamente ha cambiado."

"¿A qué, Shota?" Pregunté, un poco curiosa ahora ya que Shota rara vez hablaba de cosas relacionadas con su pasado. nunca husmeé demasiado, como tampoco él nunca lo hizo a cambio. Fue un entendimiento entre nosotros dos, que si quisiéramos hablar sobre las cosas que nos atormentan, lo haríamos. Los ojos de Shota se posaron en mi rostro mientras se acomodaba para dejar que una mano descansara en mi mejilla, logrando ver vagamente la sonrisa más suave que se extendía por sus labios en el dormitorio tenue iluminado por le sol naciente.

"A ser alguien digno de hacerte mi esposa."

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora