不眠症 - insomnio

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La mantas se sentían frías contra mi piel caliente, el sudor haciendo que la tela se pegue a mi mientras jadeaba ligeramente.

"¿Suficientemente distraído?" Pregunté, levantando una mano temblorosa para limpiarme la frente. El hombre que había llegado a conocer como 'Shota', refunfuñó de satisfacción a mi lado mientras ataba su cabello una vez más. Mis mejillas se asentaron en un rojo brillante, mirándolo con más claridad ahora que sus largos mechones negros se han movido para enmarcar su rostro en lugar de ocultarlo. Dejé salir un pequeño suspiro, abrazando las sábanas de su cama sobre mi pecho desnudo. Realmente fui y lo hice ésta vez. Buen trabajo, (t/n). Me acosté con él, otra vez. No duermas con el mismo hombre dos veces, no te apegues. Me refiero, no estoy apegada por así decirlo. Realmente no puedo culparme a mí misma con toda honestidad, es decir, míralo. Vi como el hombre se movía a mi lado, sentándose y colocándose un par de boxers, mientras se frotaba los ojos. Su pálida espalda estaba frente a mí y tenía el deseo más extraño de extender la mano y tocarlo. No románticamente, no compasivamente. Sólo quería pasar mis dedos contra su piel. Extendí una mano hacia adelante, mis ojos se enfocaron en los pocos mechones de cabello que se le habían caído de su liga.

"¿Café?"

Murmuró, haciéndome retraer mi toque y casi saltar de la cama del susto. ¿Me estaba ofreciendo café? Enarqué una ceja ante su propuesta de bebida caliente y azucarada. Nosotros dos. Sabía que probablemente lo mejor era no aceptar su oferta, pero algo dentro de mí se moría por saber más del que se hace llamar 'Shota'.

"¿A las 3am? Un poco noctámbulo, ¿verdad?" Me burlé fríamente, tirando mis piernas fuera del costado de la cama y estirando mis brazos. Shota me observó desde el rabillo del ojo, la forma en la que mi piel brillaba debajo de la lampara de su mesita de noche. Una cierta hambre parpadeó en su rostro de nuevo, haciendo que mis piernas temblaran levemente. Apartó la mirada de mí y mi cuerpo desnudo. 

"Estaba siendo educado." Suspiró, caminando casualmente a la cocina. Mi boca se torció en una mueca, echando un vistazo a la habitación en busca de mi ropa antes de decidir que no le importaría si me ponía la camiseta negra que tenía antes. La deslicé por mi cabeza, el final de la tela colgando hasta la mitad de mis muslos mientras de dirigía hacia donde se había escapado 'Shota'. Estaba de pie con la espalda presionada contra una encimera de azulejos de la cocina, la cafetera ya en la máquina y llena de vida. Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal por un momento cuando me vio, antes de volver a su entrecerrado habitual. Pasé una mano por mi cabello (c/p), bostezando mientras me sentaba en un taburete frente a él, sin prestar atención a su acción. Nos sentamos en silencio por un momento, nuestro único sonido es el suave hervor de nuestras bebidas con cafeína.

"Entonces, ¿Por qué estamos tomando café a las 3am, Shota?" Pregunté, levantando mi codo sobre la mesa para apoyarme mientras descansaba mi cabeza en mis manos.

"Tengo que volver a trabajar." Respondió, frotándose los ojos cansados. Ladeé la cabeza. ¿Volver al trabajo a ésta hora?

"Que patético. La vida de un pro hero no es realmente divertida en absoluto." Bromeé infantilmente, levantando mis manos. Mofó en voz baja, casi sonando como una risa, sacando una taza del armario encima de él. Sin corrección. Así que supongo que es un pro hero. Miré alrededor de la habitación, jugando con mis dedos. No hay fotos en las paredes, no hay juguetes en el suelo, definitivamente era un minimalista. Fruncí mis labios, dando vueltas en mi asiento. "¿Vives solo?" Pregunté, dándole la espalda. No tenía que estar mirándolo para saber que sus ojos ardían en mi piel. Salté del taburete, caminando alrededor de su pequeña sala, antes de que un sonido me sobresaltara. Un sonido metálico contra el mostrador. Me di la vuelta para ver a Shota mirándome con una taza en la mano.

"¿Azúcar?" Preguntó, ignorando mi pregunta.

"Tres." Respondí, dirigiéndome hacia él. Hizo una especie de sonido de 'humph', casi como si estuviera disgustado de mi elección. Arrugué mi nariz ante eso, quitándole la taza mientras dejaba caer tres cubos en el liquido negro. Abrí mi boca para hablar pero de inmediato me interrumpió.

"Si vas a seguir haciendo preguntas, lo menos que puedes hacer es darme tu nombre." El hombre dijo cansado. Parpadeé un par de veces, contemplando la idea.

"Pero, ¿eso no arruinaría la diversión, Shotaaaa∼?" Tarareé, agarrando la taza y dando media vuelta para inclinarme contra su pecho. Soltó un profundo suspiro, sin reaccionar a mi toque y mirando al techo mientras tomaba su café. Hice un puchero por su falta de atención, moviéndome de su cuerpo y parándome frente a él. "(P/n)." Finalmente cedí con un murmullo, reteniendo mi apellido. Shota se animó al oír mi nombre, levantándose de su posición inclinada. Asintió, tomando otro sorbo mientras me llevaba el borde de su taza blanca a los labios. Hubo un silencio incómodo antes de que dejara su café y se aclarara la garganta.

"Considerando como ésta..." Se detuvo, "... cooperación nos beneficia a ambos por igual. Me gustaría si pudiéramos seguir esto, en lugar de por casualidad, por acuerdo." Sonreí con suficiencia ante esa redacción.

"Shota, podías haber pedido mi número." Reí, derribando lo último de mi café. Shota parpadeó a mi respuesta, sin verse afectado por la vergüenza que probablemente plagaría mi propio rostro si hubiera estado en su posición.  

"¿Bueno?" Inquirió una vez más, haciendo que mis mejillas se calentaran. Ya había roto mi propia regla de oro, no acostarme con el mismo hombre dos veces. Mi plan de vacaciones de verano está fallando, pero disfruto estar con Shota. Y sólo porque me reuniré con él, no significa que no pueda ver a los demás, ¿verdad? No éramos exclusivos ni nada de eso. Sería su llamada de botín, y él sería el mío. Nada más ni nada menos, ¿no? Le sonreí, extendiendo una mano hacia él.

"Tu teléfono." Ordené, haciéndolo asentir y girar hacia un rincón oscuro en algún lugar antes de entregarme la pieza de tecnología. En silencio escribí mi información de contacto, devolviéndoselo una vez terminé. "Bueno. Debería irme ahora." Suspiré, desempolvando su camisa que tenía puesta, regresando a su habitación para cambiarme y ponerme mi ropa. Él no me detuvo o pidió que me quedara, sólo tarareó por lo bajo. Tiré su camiseta sobre la cama, poniéndome mi vestido y chaqueta, tenía un largo camino hasta la parada del bus que no estaba esperando. Pero no estaba dispuesta a pedirle que me llevara. Eso es como un gran no-no para los ligues. ¿Qué si era un stalker? Negué con la cabeza, haciendo mi camino para salir de su apartamento.

"Estaremos en contacto." Shota murmuró abriendo la puerta principal para mi. Le di una gentil sonrisa, saliendo al aire fresco de la noche.

Sentí una opresión en mi pecho mientras caminaba a la parada del bus. Los autobuses ni siquiera están funcionando a ésta hora, pero había planeado llamar un taxi como hacía normalmente. Hice una mueca en mis labios mientras dejaba escapar un profundo suspiro. Shota es realmente maduro. Es capaz de despegar sus sentimientos tan fácilmente por el sexo. Lo hacia hacía mejor que yo. Por supuesto, he tenido practica en aislarme de mis propios sentimientos. Balanceé mi cabello (c/p) lado a lado mientras pensaba en mi pasado. Me preguntaba si él tenía experiencia en eso también. Me preguntaba si le interesaba tanto como él me interesaba a mí. Probablemente no. Para él, sólo soy una tonta adolescente que podía usar tanto como quisiera. Y estoy bien con eso. No quiero más, realmente no. Pero no podía evitar esas preguntas que se formaban en mi mente. Si él es un pro hero, ¿Cómo es posible que no lo haya visto antes? ¿Por qué su apartamento es un poco hogareño? ¿Por qué hay una cierta tristeza acechando profundamente en sus ojos? ¿Es igual que yo? ¿Está roto? Me senté en el frío banco de hormigón, mis cálidos muslos contra la piedra helada haciéndome saltar.


¿Por qué necesita una distracción?

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora