走る - corre

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Hay cosas que debes y no debes hacer durante la vida que te dan.

Como debes comer dulces cuando ves una buena película y cepillarte los dientes por la mañana después de comer dichos dulces.

Y como no deberías tocar a un oso dormido o meter tu mano en la boca de un cocodrilo y esperar que no te muerda.

Porque incluso los animales más dóciles pueden ser letales si los empujas a un rincón donde no tienen nada que perder. 

Y con mi espalda contra la pared, agarrando desesperadamente la única pista que tenía, entiendo cómo se sienten.

Haré lo que sea.

Romperé a cualquiera para averiguar lo que necesito.

Para descubrir quién mató a mi madre.

"¡Dime la verdad!" Grité, deslizándome hacia adelante, tirando papeles y fotografías enmarcadas de tiempos más felices contra el suelo. Golpeé mis manos sobre el escritorio de mi padre. Sus ojos turquesa parpadearon con enojo ante los objetos caídos para luego regresar rápidamente hacia mí con un movimiento de cabeza.

"(T/n), detente ahora mismo." Ordenó, sólo enfureciéndome más. Miré alrededor de la habitación apresuradamente, encontrando una taza llena de bolígrafos en la esquina del escritorio de madera color cereza. La tomé y levanté, sosteniéndola por encima de mi cabeza brevemente antes de arrojarla a su cara engreída. Sus ojos se agrandaron mientras inclinaba la cabeza levemente, apenas esquivando mi tiro a la par que los bolígrafos y lápices repiqueteaban a sus pies. "¿Qué diablos te ha pasado?" Espetó, balanceándose haca adelante para agarrarme por el cuello de mi camisa. No retrocedí, no pude. La pulsación de rabia a través de mí estaba superando mi miedo. 

"¿Cómo pudiste dejarme creer que la maté durante tantos años?" Grité, mis brazos temblaban al igual que mis dedos mientras él apretaba mi camisa en su puño. "¡¿Qué clase de padre eres?!" Mis manos se envolvieron alrededor de su agarre sobre mí, empujándolo para que se tambaleara hacia atrás. 

"¡Tuve que hacerlo!" Dijo, "¡Para protegerte!"

Mentira.

Mentira!" Mis pensamientos se transformaron en palabras más rápido de lo que podía procesar. "Dime-."Comencé, lágrimas de ira quemaban los bordes de mis ojos. Golpeé la palma de mi mano contra mi propio pecho, tratando de obligarme a seguir adelante. No te rompas aquí. No te puedes romper aquí. "Dime quién asesinó a mi madre" Dije con severidad, apretando los dientes mirando al héroe de las llamas cuya nariz se había arrugado de ¿ira? No, la emoción que destellaba a través de él no era rabia. Era algo más suave, algo más doloroso. Sus cejas se fruncieron juntas cuando dejó escapar un profundo suspiro sus labios apretándose con fuerza.

"(T/n), el camino por el que vas es uno que elegí durante mucho tiempo." murmuró, apartando la mirada y desviando los ojos hacia la ventana detrás de él. "No hay nada más que odio y rabia por delante de ti." Susurró, mirando a lo lejos, con los rayos del sol filtrándose a través de sus cortinas color crema.

"Nunca antes te habías preocupado por mi bienestar," Siseé, "¿Por qué empezar ahora?" Los hombros de mi padre se tensaron ante mis palabras, casi como si lo que dije lo golpeó físicamente. Lentamente se volvió hacia mí. Las llamas que normalmente rugían y rodeaban su rostro he habían atenuado, parpadeando con demasiada suavidad y brillando por lo bajo en su pálida piel. Eso fue lo más descubierto que jamás le había visto en mi vida. Lo que sea que no quiso decirme, debe ser algo bastante grande. Tan grande que casi me asusta. Si quien mató a mi madre tiene a mi padre tan aterrorizado, ¿Qué clase de personas son?

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora