相沢- aizawa

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No sabía cuánto tenía que perder hasta que estuve a punto de perderlo todo.

"Se necesita SVA*, a la paciente le han aplastado por completo las dos piernas, se aplicó mascarilla de oxigeno durante todo el recorrido. Creemos que se ha causado un daño severo en la vértebra cervical, la paciente está en una condición critica, sin signos de recuperación de la conciencia."

Me tambaleé hacia adelante, empujando a los médicos que se amontonaban en el pasillo, tratando de seguir el ritmo de los paramédicos que empujaban la camilla. ¿Cómo? Ella estaba en mis brazos. Ella estaba a mi jodido alcance.

"¿Ritmo cardíaco?"

Un fuerte suspiro sonó del hombre con sombrero azul con una expresión sombría en su rostro.

"Malo."

Un sudor frío se formó en mi frente mientras miraba a la chica rota y sangrando que estaba tirada en la camilla de aspecto incómodo. Su pecho subía y bajaba a un ritmo anormalmente lento cuando un hombre diferente, con un sombrero azul diferente, apretó un mecanismo de respiración sobre su boca a un ritmo constante para regular su respiración. Pero no parecía que estuviera ayudando. La pasaron por un par de puertas dobles y ahí fue donde un par de enfermeras me detuvieron.

"Señor, lo siento pero no puede ir más lejos."

"No, necesito verla."

"Le haremos saber el estado del paciente cuando-."

"No, necesito verla, no lo entiendes." Subí mi tono, mi mano se envolvió alrededor del brazo de la enfermera que me retenía. Ella es todo lo que tengo.

"Señor, tendré que llamar a seguridad."

"¡No lo entiendes!" Grité, empujando a la enfermera airadamente. Frunció el ceño con un suspiro. No me mires así. No me mires como alguien que se aferra a falsas esperanzas. No soy una victima en ésta aburrida sala de espera. Ella estará bien. Sé que lo hará.

"Lo mantendré informado." Ella tiene que estar bien.

Y así me quedé solo en la sala de espera sin un solo rastro de ella aún estando en el mismo edificio. Mi ojo se crispó mientras agotado ataba mi cabello en un moño con un suspiro. Qué mierda. Me acerqué a una silla vacía presionada contra una pared azul opaca con una televisión antigua que zumbaba las noticias por lo bajo sobre la avalancha de ruidos del hospital. Miré la pantalla, el desenfoque de la escena en el centro comercial todavía estaba pegado por todas partes. El edificio finalmente se había derrumbado en una pila de rocas, y un equipo de rescate seguía hurgando entre los escombros en busca de sobrevivientes. 

Sin muertes.

¿Por qué entraste corriendo como una idiota, (t/n)? ¿Cómo puedes ser tan imprudente?

"Una estudiante de la UA pareció salvar no sólo a la niña que no podía controlar su propio quirk, sino a cerca de cincuenta empleados que aún estaban atrapados en el edificio en el momento del desastre."

Sentí mis labios fruncirse. Afortunados. 

"Los reporteros en la escena dijeron que la estudiante usó su tecnología de apoyo y actuó rápido para detener el poder de la niña y finalmente salvar el día."

Bueno, tu tecnología está recibiendo la atención que se merece, (t/n).

"La estudiante que se hace llamar (t/n) Todoroki, y se dice que es la hija de Endeavor, todavía se encuentra en estado crítico y se desconocen los informes de su estado actual."

"¿(T/n)? ¿No es la chica que asesinó a su madre por no poder controlar su propio quirk?" Se escuchó un susurro sobre el mostrador de recepción de éste hospital enfermizamente limpio. Miré a la mujer cuyos ojos rápidamente se encontraron con los míos. Ella se dio vuelta, su rostro se enrojeció. Me froté los ojos con frustración. (t/n), maldita idiota. Descansé mis manos en mi regazo, mirándolas mientras mis dedos se doblaban ligeramente, deseando estar sosteniendo tu cabeza en mis brazos. Mi toque enredado en tu suave cabello (c/p). Maldita sea. Me puse de pie, encorvado, mientras atravesaba el hospital.

Me enlacé en los pasillos sin rumbo fijo, escuchando el parloteo de enfermeras y doctores. Sólo quiero verte una vez más. En mi mente apareció tu suave sonrisa, la forma en la que sonaba tu risa... Creo que fácilmente se convirtió en mi sonido favorito en el mundo. Cómo olías, cómo olías naturalmente. Por lo general, un tinte de lavanda rodea tu aroma y después del sexo, una pizca de sudor. La forma en la que inclinabas la cabeza a un lado y tarareabas mi nombre. La manera en la que gemías mi nombre en ese pequeño tono provocador. Te anhelo. Caminé hasta una máquina de café en un rincón aislado del pasillo. Saqué la billetera de mi bolsillo, insertando apresuradamente la cantidad correcta de cambio, y con cansancio observé cómo el líquido marrón vertía en un vaso desechable. Si lo hubiera sabido, hubiera dicho más ésta mañana. Hubiera dicho algo más. Te hubiera dicho lo hermosa que te veías una vez más, o cómo tu voz sonaba como miel rociada sobre cuerdas de guitarra. Hubiera dicho cualquier cosa.

La máquina sonó y sorbí mi nariz, limpiándola mientras recogía el (probablemente suave) café. Llevé la bebida caliente a mis labios, sin molestarme en esperar hasta que se enfriara, y regresé a la sala de espera, repitiendo la escena de ésta mañana en mi cabeza una y otra vez. ¿Por qué no te dije lo feliz que estaba de que estuvieras en mis brazos? ¿O cómo la expresión que tenías en tu rostro cuando hablabas de tu tecnología era probablemente la más brillante que nunca había visto en nadie? Arrugué mi nariz instintivamente. Solías hacer eso mucho. Supongo que se me están pegando tus hábitos. Suspiré, sintiendo una pesadez en la garganta.

Sus piernas están completamente aplastadas.

"¡Shotaaaaa! ¡Siempre eliges viejas películas de terror! ¡¿No puedes escoger algo más?!"

Su columna estaba severamente herida.

"No creo que los héroes sean necesariamente malos, sólo los que no son tu, Shota."

Los cortes en sus manos y rodillas mostraban que se había arrastrado repetidamente sobre vidrios rotos.

"Aizawaaaa-Sensei, ¿Cómo me veo?"

Posible daño cerebral. 

"¿Serías mi héroe, Shota?"

Parpadeé, sintiendo un calor punzante poco familiar alrededor de mis ojos, cuando me volví a sentar en la silla en la que estaba antes, las noticias ahora se trasladaron a cosas más innovadoras como, 'All Might come bolas de arroz'. Me pasé la manga negra por mis ojos que picaban. Estoy llorando. Ah. Eso es lo que esto es. Toqué mi mejilla con mi mano fría, frotando la humedad entre mis dedos con curiosidad. Han pasado años desde que no hacía eso. Fruncí el ceño ante el sentimiento. Me has hecho más humano de lo que he sido en mucho tiempo, (t/n). Miré por encima del borde de mi vaso, viendo el líquido casi negro girar ligeramente con mis movimientos.

Me pregunto qué pensaste cuando estabas atrapada debajo de una roca que pesaba más del triple de tu peso.

Me pregunto si pensaste en mí.

Me pregunto si pensaste en que ibas a morir con cosas a terminar y palabras sin decir.

Mientras te rompían las costillas contra un pavimento de manera cruel mientras protegías a una niña que ni siquiera conocías de una muerte segura, me pregunto si pensaste en nuestro tiempo juntos.

Me pregunto si pensar en mí te calentó hasta la médula cuando perdiste la sensibilidad en las piernas.

Mientras yacías allí, pensando en que esos eran tus últimos momento, me pregunto si pensaste en mí.

Porque lo sé.

Estoy seguro.

Serás lo último en mi mente antes de que yo muera.

Y estoy bien con eso.


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*SVA: Soporte vital avanzado.

Erase Her ゾごホ (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora