Capítulo. 2

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Annya.

Ya había pasado una semana de todo lo ocurrido, Rayan no me había buscado y tampoco me había marcado, aquí en el club había más trabajo y eso era abrumador.

El trabajo de esta semana me tenía agotada, cada vez extrañaba más mi cama y estar entre las sábanas, bueno también debía pararle a las fiestas, casi toda la semana me desvelé con mis amigos por estar de fiestas con los chicos y bueno era irónico que pensará esto, cuando iba en camino a una fiesta.

— ¿En qué tanto piensas Ann?— espeta Erick el novio de Drake, desde el asiento de copiloto.

Drake me interrumpe, antes de que pueda responder.

— ¿Cuántos chicos piensas follar esta noche nena?.

Erick y yo empezamos a reír, por esta razón amo salir con ellos, me hacían olvidar toda la mierda que soy.

— No lo sé, pero el límite no existe — exclame con sonrisa pícara.


— ¿Tu cosita aguantará diferentes palos? — pregunta Erick con sarcasmo.

— Dios ha criado una guerrera, soportaré con la frente en alto — contesté con seguridad, realmente no tengo planeado tener sexo.

— Hora de demostrarlo mi amor, hemos llegado.

Drake aparca el coche, frente a la discoteca que tanto venimos, acomodo mi vestido bajando del coche.

— Aún no entiendo por qué venimos hasta aquí, si en donde trabajamos podemos pasarla bien también.

— Pero aquí hay chicos lindos —  respondo.

— Ay mi amor, pues es que tú ya te follaste a medio club — murmuró cerca de Drake.

No puede ser, eso no es verdad al viejo borracho y al gordito, nunca me los follé, solo tuve sexo con tres chicos que ya nunca volví a ver y para ser sincera no fue un encuentro agradable.

— Mentiroso, mejor entremos— le respondí, sacándole el dedo de corazón.

— Sí, enseñémosles a esas perras como se mueven las caderas— exclama Drake, sujetando a Erick.

— Y de paso el trasero.

Me alejó de ellos adentrándome al lugar, el de la entrada ya nos conoce, frecuentamos este establecimiento.

A penas caminó, escucho el ambiente que está prendido, corro hacía la barra y pido lo de siempre un shot de tequila, después de unos minutos el bartender me trae lo que pedí.

Mientras bebía observaba un chico que está coqueteándome o al menos trata, todos estaban bailando, algunos tocándose y otros besándose, dando espectáculos a los que ya estaba acostumbrada.

El chico mandaba besos en el aire y hacia señas obscenas, hice una mueca de asco y le saqué el dedo de corazón.
Y como si hubiera invocado a Drake y Erick finalmente llegaron hasta mi lugar y miraban divertidos la escena, mucha risa hijos de su... santa madre.

— Ve a bailar un poco, nosotros estaremos al pendiente de ti— murmura Erick .

— Si vas a abrir las piernas nos avisas, para estar al pendiente del tipo—  asiento con una sonrisa, y me pierdo en la gran pista.

Las luces neón creaban un ambiente divertido y sensual a la vez, la música estaba tan fuerte que era casi imposible tener una conversación, empezó a sonar Rules - Doja Cat. Me deje llevar por la música y empecé a menear las caderas de un lado a otro, lleve mis manos hacia mi cabeza jugando con mi cabello, me sentía tan bien, me sentía como una diosa, me sentía tan sexy y como si fuera la única, en aquella pista.

𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora